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Una buena oportunidad para entrar en la obra del portugués Miguel Gomes, quien ha recibido elogios y tiene títulos como Tabú o su adaptación en tres episodios de Las mil y una noches, que cimentaron lo que sembró en Aquel querido mes de agosto ya en 2008. Allí combinaba documental, ficción y autoficción para contar una historia en un caluroso verano portugués. En el centro están las fiestas locales del interior, pero también hay una historia de amor y el rodaje de una película. Una experiencia interesante de un director importante.

La primera razón para recomendar este ejemplo de cine noir de comienzos de la década de 1950 es la presencia de Gloria Grahame, una estrella de la época que tiene, como evidencia el comienzo de esta pastilla, sus enamorados. Pero la razón principal quizás sea ver a Humphrey Bogart como un guionista de Hollywood algo cínico que se convierte en el sospechoso de un asesinato. Dirige Nicholas Ray (el de Rebelde sin causa, por ejemplo), uno de los grandes cineastas de su tiempo. En un lugar solitario es un policial como se solían hacer. Vale la pena atrevérsele.

Una rareza para los estándares de los servicios de streaming, este drama social de Ken Loach, Yo, Daniel Blake, puede ser un trago duro para tiempos que exigen otras liviandades, pero ese es otro problema. Loach, uno de los grandes directores británicos (heredero del documental y del realismo “sucio” de los 60) más importantes, cuenta la historia de un cincuentón que pasa por el verdadero infierno: quedarse sin trabajo e intentar volver al mercado laboral. Así de directa, franca y dramática, fue la película del año en los Bafta y se llevó la Palma de oro en Cannes de su año.