Para su apariencia de perfil bajo, Mariose ha convertido en uno de los héroes más persistentes de la cultura popular moderna. Nada mal para un plomero de Nueva York con la caballeresca misión de rescatar a una princesa de las garras de un gorila.
En sus 40 y pocos años de vida, se ha convertido en icono de su tiempo gracias a su traslado a cuanta plataforma doméstica de entretenimiento se le cruce. Al menos una media docena de generaciones han crecido con sus aventuras más o menos cerca.
Uno mismo debe haber dejado una dote en alguno de los tugurios de maquinitas de 18 de Julio ochentera en el Donkey Kong, su debut en la industria. Aún no era un plomero (era un carpintero que atendía como Jumpman) que esquivaba, precariamente diseñado, los barrilles que le lanzaba un gorila. Nunca pasé de un par de pantallas pero había gente que la “rompía”, como se decía.
Fue el primer juego en saltar de los arcades a las consolas y fue allí que lo conoció todas las nuevas generaciones desde entonces.
Por cosas como esa, Mario es el personaje de videojuego más reconocible del mundo, incluso entre aquellos que nunca lo jugaron. O lo jugaron tan mal.
Además, ha sido -en el rubro que seguramente sea la principal motivación de Nintendo, la empresa japonesa que lo creó y lo administra- un negocio redondo. A cifras de marzo de 2022, la saga de Mario vendió 413 millones de copias aportando a la compañía, unos 35.000 millones de dólares.
La saga más rentable es la que está bajo el genéricoSuper Mario Bros.pero, como cualquiera que haya tenido hijos en los últimos 20 años lo sabe, hay versiones de todo tipo. En general toman apenas los personajes y algunas situaciones básicas.
Eso bastó, ahora, para hacer de él una estrella de cine. Super Mario Bros. es la película más taquillera del mundo (más de 500 millones) y ya ha batido varios récords. Es, lo que se dice, la película del momento.
En Uruguay, sin ir más lejos, fue la que tuvo más convocatoria el fin de semana pasado: llevó unos 61.000 espectadores; la que le siguió en el ranking la vieron sólo 7.000.
¿Cuál es el secreto para que un manitas italoamericano, cuyo único superpoder es dar unos saltos impulsado por la ingesta de unos hongos sospechosos, se haya vuelto todo eso?
“Lo que más destaco de Mario es su simpleza, un atractivo que puede ser compartido con todos, amigos, familia”, le cuenta a El País Sebastián Feola, de 40 años y el mayor coleccionista de artículos de Super Mario en Uruguay (unos 2.000). “Sus aventuras transmiten mucha alegría, sin agregar tanto drama en un mundo donde los juegos tienden al realismo y no a la diversión. Mario es diversión en estado puro. Sus personajes siempre destacan por ser positivos ante la adversidad”.
El interés de Feola por Mario empezó desde que le regalaron su primera consola Nintendo en la Navidad de 1985, lo que le pasó a muchos. Se convirtió en algo más personal cuando sintió, dice, la necesidad de coleccionar todo lo vinculado con el héroe. Lo tiene tatuado en su brazo derecho.
“Es una pasión, lo tengo en mis más hermosos momentos de la infancia en adelante y no creo que esa pasión pare jamás”, dice. Esa pasión lo ha hecho viajar a convenciones internacionales como la Comic Con de Las Vegas, y a las E3, las ferias mundiales de videojuegos en Los Angeles.
En sus pendientes están los parques de diversiones -los Super Nintendo World de Estados Unidos y Japón, para 2024. Antes también planea asistir a un Nintendo Live en Estados Unidos en setiembre de este año. “Donde está Mario, estaré yo”, dice Feola.
Nuevo impulso.
“Desde que salió la película las búsquedas ‘Mario’ en la web crecieron más de un 350%, las ventas de merchandising subieron más de 100% y las de videojuegos un 50%”, le dice a El País, Mario Gabriel Dittrich, director de X Uruguay, importante tienda de juegos local. “En nuestra planificación estaba prevista una fiebre de Mario, pero no tan grande. Seguramente este sea su año”.
Y la película tiene mucho que ver. Hoy, domingo, en Uruguay, Super Mario Bros. se exhibe en 110 funciones, de las que solo una (¡una!) está hablada en su idioma original (en el Movie Montevideo a las 21.00). El lunes pasado esa función en la gigante sala 9 estaba colmada de treinteañeros en plan salida nostálgica de amigos; se vendió pop y refresco en pila.
En funciones más vespertinas el público se compone de padres con niños pequeños. Le interesa a todos: tiene citas para los fanáticos y despliegue colorido o buenos chistes para los recién llegados.
“Es una película pensada más allá del público que ya conoce a Mario: no está pensada solo para entretener a los fanáticos”, dice Nacho Martínez, gamer, creador de contenido y anfitrión de la avant premiere de la película en Montevideo. “También hay que entretener a los niños y a los padres que acompañan a los niños, que capaz que no conocen nada de Mario”.
“La película me pareció increíble”, dice Feola. “Es una carta de amor a todos los fans reales de Mario. Tengo casi 41 años y vi que casi toda su esencia se plasmó en 90 minutos. Un logro muy grande. Hay un montón de citas a los juegos: cada cinco minutos tenés una o más referencias distinta”s.
A los que jugábamos al Donkey Kong en el Baltimore de 18 y Cuareim, también se nos pierde un montón. Pero Super Mario Bros. funciona como una comedia divertida y con calidad de blockbuster. Está producida directamente por Nintendo en asociación con los estudios Ilumination (los de Los Minions) y con distribución de Universal. Las voces son de estrellas (como podrán disfrutar los que vayan a ¡la única función subtitulada que se puede ver en Uruguay!): Chris Pratt hace de Mario, Anya Taylor-Joy de la Princesa y Jack Black es el villano Bowser, que se manda un hit pop con la canción “Peach”.
Esta vez Mario no va en busca de la princesa sino de Luigi, su hermano, después de que cayeran por un desaguadero a un mundo parecido al de Oz. Luigi va a dar en el lado oscuro desde donde está viniendo Bowser a pedirle la mano de una manera intimidante a la princesa. Su majestad esta vez no es una sumisa secuestrada sino que se une a Mario y Donkey Kong en una travesía heroica. La escribió Matthew Foggel, quien con Minions o La película de Lego 2 dejó claro que sabe cómo entretener a los chicos y hacerle algunos chistes eficaces para los más grandes. Todos contentos.
Igual, Matías Castro, director de Montevideo Cómics, no cree que este año aumenten los cosplay referidos a la saga.
“Sin duda que hay videojuegos que motivan un poco más al cosplay, pero muchos tienen que ver más con impulsos o con momentos explosivos”, dice Castro. “Mario es un personaje que ha estado presente a lo largo de las décadas y más allá de algunos momentos de explosión, ha tenido una presencia constante” en las ediciones de Montevideo Cómics.
De acuerdo a datos en los que uno pretende confiar, Mario está, mundialmente, sexto en el ranking de personajes de videojuegos más populares del cosplay; el primero es Link de La leyenda de Zelda y la princesa Peach quedó novena.
“Mis abuelos jugaron Mario, mis padres y evidentemente yo jugamos Mario, y las generaciones por venir lo seguirán jugando”, dice Feola. “Mario es el ratón Mickey de los videojuegos”.
Producción: Manuella Sampaio