Guía

Por fin llega una de las estrellas de la última ceremonia del Oscar: Judas and the Black Messiah se llevó premios para Daniel Kaaluya como mejor actor secundario y para su canción original; tuvo nominaciones en otras cuatro categorías. Es la historia real de la traición contra el líder los Pantera Negra, Fred Hampton (Kaaluya) por parte de un infiltrado del FBI (Lakeith Stanfield) en 1968. El director Shaka King cuenta la historia de una manera entretenida y vistosa (gracias a la fotografía nominada de Sean Bobbitt) y consigue un documento interesante de una época.

Nominada al Oscar a mejor película extranjera y ganadora del Gran Premio del Jurado de Cannes, Un profeta demostró el pulso de Jacques Audiard (que años después ganaría la Palma de Oro con Dheepan). Acá cuenta la historia de un muchacho que entra en la cárcel y se va convirtiendo en una figura importante en una organización mafiosa. Hay quien ha hablado de un Scorsese a la francesa, pero Audiard es una personalidad en sí mismo y acá se apoya en notables actuaciones (Tahat Rahim y Niels Arestrup) y una narración muy aceitada.

Ettore Scola conoció a Federico Fellini cuando ambos eran unos dibujantes y aún no eran las figuras (secundarias pero importantes) del neorrealismo, ni los grandes cineastas que, aunque por distintas razones, llegarían a ser. Acá Scola (Un día particular, Sucios, feos y malos) recuerda esa amistad y crea un documento afectuoso sobre una de las grandes figuras del cine mundial. Lo hace reconstruyendo algunos momentos de la vida de Fellini y algunas escenas de sus películas e incluso aquellos dibujos alrededor del cual forjaron un cariño mutuo.