Humberto vuelve a Cochamba, tras una temporada en la cárcel a buscar a su hija, quien vive con sus abuelos, unos poderosos pastores evangelistas y que son celosos de la nena y desconfiados del padre.
Humberto, una suerte de Pavarotti de velorio, tomaba y eso generó una situación de violencia en la que capaz estuvo involucrada la madre de la niña. Intentará salir adelante con una combinación de capitalismo y fe que está claro no le va a salir del todo bien.
Ese es el nudo de El visitante, una película del boliviano Martin Boulocq, que hoy se estrena en Cinemateca Uruguaya. Es una coproducción boliviano- uruguaya, a través de la propductora Cimarrón, en el elenco están César Troncosoy Mirella Pascual (son los abuelos; hacen de argentinos) y muchos rubros artísticos están ocupados por créditos locales.
Se estrenó en el festival de Tribeca y se vino con premio.
Es la segunda coproducción boliviano-uruguaya que se estrena este año en salas locales. Antes estuvo Utama de Alejandro Loayza Grisi, producida por La Mayor y en la que también figuran varios uruguayos en la planilla de trabajo incluyendo al director de fotografía, Germán Nocella, que está en las dos y es una parte importante de ambas. El director de sonido es Federico Moreira.
Esa colaboración entre los dos países es “orgánica” y tiene que ver con con políticas bilateras y probablemente el hecho de ser dos industrias pequeñas. “Ha resultado una alianza interesante este y digamos desde y una forma de hacer coproducción muy fluido”, dice el director. Adelanta que vendrán más cosas a partir de esa empatía.
En todo caso, las similitudes también tienen que ver por las historias pequeñas, dramáticas. Humberto (interpretado por Enrique Araoz) y su paisaje bien podrían ser uruguayos.
“La película es la conjunción de de dos puntos de partida”, le dice Boulocq a El País. “Uno fue la idea de pensar el personaje y que su voz sea lo más importante. La voz como no solo como un instrumento musical, sino como un instrumento político y religioso y por otro lado este fenómeno de las iglesias evangelistas en su país y en toda América Latina.
“Me interesaba ponerlo sobre la mesa, explorarlo para entender ese mundo”, dice Boulocq, quien nació en Cochabamba en 1980 y este es su tercer largoemtraje. “Me interesó más el lado ideológico y político que su lado de fe”. Hacer El visitante fue un pretexto para entrar en ese territorio.
Desde allí, Boulocq construye un interesante relato que incluso parece atreverse a una comedia asordinada sobre la redención de un hombre. El paisaje exterior es boliviano pero la historia es la de todos.
Gratis en la Lazaroff
Hoy a las 20.00 en sala Lazaroff (allí en el Intercambiador de Belloni), El visitante inaugura el ciclo de cine, Libertad y reflexiones en la pantalla, organizado por la productora Cimarrón. El jueves 13 se exhibirá El motoarrebatador de Agustín Toscano y el jueves 20, La libertad es una palabra gorda, el documental de Guillermo Rocamora sobre expreso de Guantánamo en Uruguay. Todas las funciones son gratis.