MATÍAS CASTRO
Uno puede tener lo que habitualmente se denomina como "encuentro íntimo" (yo uso menos letras y le llamo "sexo") con una pareja, filmarlo y olvidarlo. Pero si se trata del mundo de la farándula muchas veces esas pequeñas anécdotas no quedan en el pasado sin que resurjan en algún momento, se hacen públicas y no dejan de hacer ruido. Pregúntenle a Silvina Luna qué piensa al respecto y les dirá que este fin de semana volvió a enojarse por lo de su video porno con un exnovio.
Resulta que Gisella Marziotta, una periodista televisiva argentina, opinó sobre el tema este sábado por la noche e insinuó que Luna había publicado el video por su cuenta para ganar algo de ruido mediático. La teoría de la conspiración, que siempre prende tan bien entre la gente, resurgió gracias a lo que a esta altura podemos denominar como "El Affaire Del Viñedo" (porque ahí estaba filmado el asunto en cuestión). Luna se enojó y le respondió a través de su cuenta de Twitter la siguiente frase (es innecesario aclarar que es traducción literal: "gisela marziota no puedo creer tu comentario de pensar q pude entregar un video d mi intimidad para generar la tapa d una revista... no hay nada q me haya generado mas verguenza, me da nauceas tu comentario y tu persona, sos lo menos marziota". Lo mejor de todo fue la respuesta de Marziotta, también a través de Twitter: "de onda, nauSeas. es con S".
Mientras exista Internet los videos porno de los famosos seguirán circulando y nunca terminarán del todo con sus recorridos. Es algo que hasta hace cuatro o cinco años no aparecía como una pieza en el juego. Sin embargo a esta altura hay que tomar en cuenta, por aquello que recomendó Luna a otros "famosos", de que no se filmen con sus parejas ya que su vida ya no es más privada. Hoy, por ejemplo, el video porno de Pamela Anderson, filmado hace una década, todavía puede ser visto. ¿Alguien duda de que dentro de cinco años no se pueda encontrar el de Luna en algún rincón de Internet?