FERNANDO MANFREDI
El 6 del presente mes el tenor uruguayo Carlos Ventre protagonizó su debut en el Teatro de la Chicago Lyric Opera, en la representación de la opera Tosca de Giacomo Puccini en el papel protagónico de Mario Cavaradossi. Esta es la primera de cuatro actuaciones que Ventre tiene previstas hasta fin de mes. La crítica especializada consideró como muy exitosa su actuación que se realizó con un lleno completo del teatro en que las localidades se agotaron anticipadamente. En la oportunidad el papel de Tosca estuvo a cargo de la soprano rumana Doina Dimitru, quien fuera galardonada en 1997 como la mejor voz de su país, actuando como director de la orquesta el afamado conductor Bruno Bartoletti. El tenor uruguayo arrancó entusiastas aplausos del público, en especial cuando interpretó de forma magnífica el aria Recondita armonia en el primer acto y E lucevan le stelle, el conmovedor pasaje del tercer acto. La presentación de Carlos Ventre adquiere gran relevancia si se tiene en cuenta que el de Chicago es uno de los auditorios de la lírica más exigentes de los Estados Unidos que en algunos aspecto aventaja por su cultura lírica al encumbrado Metropolitan.
TRAYECTORIA. Ventre nació en Montevideo en el seno de una familia de inmigrantes italianos, comenzando con sus estudios a la edad de 15 años en ésta su ciudad natal. Gana en 1990 el Concurso Francisco Viñas de Barcelona del Premio "Gino Bechi" y en el 1995 el International Voice Competition Luciano Pavarotti en Filadelfia. Prosigue los estudios de Canto lírico en Florencia con el barítono Gino Bechi, en Milan con la soprano Magda Olivero, en Trieste con el tenor Carlo Cossutta y en Verona con el tenor Maurizio Scardovi. En 1994, después de una audición para el director Riccardo Muti, Ventre cumple su primer debut en la ópera como el Duque de Mantua a la edad de 25 años en La Scala de Milan, bajo la dirección del renombrado maestro italiano. El éxito obtenido con este debut le permitirá regresar poco después a La Scala interpretando el rol de Ismael en el Nabucco precisamente con el propio Muti.
Desde aquel primer y memorable Rigoletto en La Scala continúa su carrera cantando en diferentes teatros internacionales: Concertgebow en Amsterdam, Megaron en Atenas, Deutsche Oper y Staatsoper en Berlin, Teatro de Colonia, Semperoper de Dresden en Alemania, Colón de Buenos Aires, Teatro dell’Opera de Roma, Teatro Verdi de Trieste, Carlo Felice de Genova, Lírico de Cagliari, Teatro de Messina y Bellini de Catania, Teatro Massimo de Palermo, Arena y Filarmonico de Verona en Italia, Tenerife y Sevilla en España, Bunka Kaikan de Tokyo en Japón, Cardiff en Gran Bretaña, Wexford en Irlanda, Zurich en Suiza, Detroit, Hurtford, Dallas Opera y San Francisco Opera en los Estados Unidos, Hong Kong en China, Seul en Corea, Opera Estatal de Viena, Opera de Niza en Francia, y el Kremlin de Moscú.
GRABACIONES. No sólo sus actuaciones en vivo son remarcables, también la voz de Carlos Ventre ha llegado al fonograma, así se efectuó un registro en ocasión del Festival de Wexford en 1995 donde grabó la Saffo de Pacini; de 1999 es la grabación de un disco compacto de Norma en el Teatro de Catania que editara la casa discográfica Forlane, bajo la dirección de Alain Lombard; del año 2000 es la grabación también en vivo en el Teatro Verdi de Trieste del Attila obra del gran compositor, en esta oportunidad actuó con el bajo Ferruccio Furlanetto y la dirección de Donato Renzetti.
COMPROMISOS. Entre las operas que ya ha cantado Ventre se encuentran: Boheme, Rigoletto, Traviata, Lucia de Lammermoor, Butterfly, Norma, Nabucco, Tosca, Requiem de Verdi, Saffo. Como ya se informara recientemente se presentó con singular suceso en Viena, donde recibió espontáneos aplausos del reconocidamente frío público vienés. Entre sus actuaciones ya comprometidas figuran las siguientes: un Concierto de Gala en la Konzerthaus en Berlín, próximamente el Simon Boccanegra en San Diego, nuevamente Tosca pero esta vez en Florencia, Norma de Bellini en Catania, el Radamés de Aída en Roma, otra vez Tosca en Macerata, Un Ballo in Maschera en Frankfurt, Tosca en la Opera Pacific, que repetirá en Ginebra, para luego hacer el Pinkerton de Butterfly en Viena, culminará con el Oberto Conte di San Bonifacio en Bilbao.
DEUDA. Cuando se pasa relevo a la carrera internacional de Carlos Ventre, carrera que lo sitúa entre los cantantes más destacados del momento y que le augura un futuro auspicioso en el gran escenario de la lírica, no deja de impresionar el rápido ascenso y la consolidación de una carrera brillante. Lo más significativo sin embargo es que el notable tenor compatriota nunca haya actuado profesionalmente en nuestro país, a despecho de un sentido homenaje que le hiciera en el Radisson a la gran figura de don José Soler. Recientemente volvió al país para recibir una distinción de la Escuela Nacional de Arte Lírico, institución que él reconoce tuvo incidencia preponderante en su formación. Ahora se sabe de acuerdo a muy buena fuente que es probable que actúe por primera vez en una ópera aquí en Montevideo y en el Teatro Solís lo que acontecerá por mediados del presente año. En esa oportunidad también estará presente en la puesta en escena otra de las figuras uruguayas que se destacan a nivel europeo: Erwin Schrott. Tal eventualidad no puede menos que ser aplaudida, es realmente asombrosa la cantidad de buenos cantantes que al no contar con un espacio en su país emprenden viaje y en la mayoría de los casos se destacan por su propio mérito en ámbitos donde las cosas no resultan fáciles para los recién llegados. Ventre inclusive ha obrado como punta de lanza para facilitar la inserción de muchos artistas compatriotas en Italia, ora recomendándolos a los productores de espectáculo, ora aconsejándolos a fin de que logren cubrir sus expectativas, algo que a la luz de su nutrida agenda debe reconocerse en su justa medida.