El gran salto hacia la era digital

| Francisco Armas, gerente general de MovieCenter, habla sobre el salto hacia lo digital que darán hacia fines de marzo.

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El País

Henry Segura

-¿Por qué dan el salto a la proyección digital y al 3D?

-Hace un buen tiempo que el cine no tenía una innovación para brindar a sus clientes, algo que generara nuevos atractivos para que la gente quiera venir más a las salas. Después que se invirtió en estos complejos multiplex, con muchas salas en un mismo lugar, no hubo algo que justificara un movimiento mayor. Estamos hablando de diez años, que son los que cumple ahora MovieCenter. Desde aquel momento lo que hubo fueron reinversiones para mejorar estética, proyecciones, servicios, inclusive remodelaciones como en Portones. Pero nada a nivel de producto que advirtiera que hay algo más. No es que en Uruguay no lo hubiera, sino que en el mundo no existía ese algo que justificara nuevas inversiones. A eso se suma que a nivel de hogar crecieron las alternativas que mejoraron las posibilidades de ver cine. Y aunque el cine siga siendo inigualable, esas otras alternativas juegan un peso relativo mayor.

Todo cambia con el 3D, que no es ninguna novedad porque tiene una larga historia, pero lo que se logró ahora es que muchos estudios estén filmando en 3D y se consiguieron muchas mejoras en lo que es la tercera dimensión como para que la gente se entretenga. El aporte tecnológico produce una nueva área de negocios desde la producción, con lo cual se brinda algo nuevo, una maravilla porque la pantalla desaparece como tal con la profundidad de campo brindada. Por eso como empresa advertimos que era el momento de invertir en esta alternativa, porque el mundo está yendo para ese lado y no queremos quedarnos atrás. En Estados Unidos la conversión a 3D aún es incipiente, están ocupando el diez por ciento del mercado. A nivel de Sudamérica, Uruguay está dando un paso muy importante a partir de una tecnología incipiente, con resultados auspiciosos en los pocos meses que tiene el sistema operando.

-Lo hacen en un momento bastante singular para el mercado uruguayo porque el cine está medio paralizado a nivel de espectadores.

-Tal cual. El cine tuvo un gran crecimiento con la inversión en este complejo, en el año 1999, que fue creciendo hasta el 2004 cuando quedó en una meseta, en 2005 sufrió una baja importante, que se dio a nivel mundial, y después siguieron tres temporadas estables, con algunas subas y bajas pero estabilizados. Estábamos en un momento bastante quieto, sin cambios, por eso apostamos a la novedad.

-De cualquier manera con esta innovación se atiende a un segmento chico del mercado, porque esta apuntando hacia determinadas edades.

-Chico sí pero es el que en vacaciones hace cifras importantes y es el encargado de hacer que los padres vengan al cine. Yo diría que el 3D apunta fuerte hacia los niños, adolescentes y jóvenes que son los que suman mucho cuando hay películas importantes. En MovieCenter si bien estamos hablando de dos salas, creemos que van a transformarse en un fuerte atractivo.

-Pero ya se está produciendo películas para adultos...

-Diría que es la minoría por ahora. El 3D está volcado ahora hacia niños y jóvenes, aunque hay grandes proyectos en marcha, como Avatar de James Cameron, con una inversión monstruosa que apunta a todo público.

-¿Qué peso tiene el cine de las vacaciones en las temporadas?

-Julio es el mes de mayor trabajo en el año, la zafra duplica a la de cualquier otro mes del año. Y eso lo aportan las vacaciones y los niños. Eso sumado a otras películas de niños que en el resto del año trabajan bien tiene una incidencia muy interesante. Cuánto le va a sumar este producto a la taquilla en general no lo sabemos, pero estamos seguros que va a ser importante.

-Hasta ahora menciona parámetros marcados a escala internacional, pero ¿hay algo especial en Uruguay que Uds. manejen en cuanto a películas o espectadores?

-En Uruguay a nivel de producción de películas se está dando un salto cuantitativo y el público está aprendiendo a querer más a esas producciones que tienen una convocatoria muy fuerte, como antes no se daba. Tenemos casos importantes como El baño del Papa, Matar a todos y Hit, antes 25 Watts y Whisky. Ahora estamos con La sociedad de la nieve que está muy bien y va a trabajar bien. También estamos trabajando con Gigante, que acaba de ganar tres premios en Berlín. Creo que el cine uruguayo y el público están en sintonía y eso es muy importante porque una cosa retroalimenta a la otra. El Instituto del Cine también se puso a tiro con una nueva ley que da más apoyo. Hay una movida de lo nacional que se refleja en taquilla y eso está muy bien.

-¿Y cuánto les pesan a Uds. los medios alternativos, sobre todo el hogareño? ¿Pueden registrarlo?

-Numéricamente no, lo que tenemos son tendencias. Se ha estudiado lo que fue el cine en su mejor momento, con 18 millones de espectadores, después cómo lo fueron afectando la televisión, el video, el DVD, las nuevas tecnologías. Tenemos tendencias que muestran claramente que ante la aparición de nuevos productos, el cine fue afectado. Por lo mismo, en los últimos años estaba estabilizado. Cuando hicimos las primeras inversiones en el negocio se pensó en un incremento mayor que el actual, notoriamente superior a los actuales. Esto no se fue dando por diversas razones: por los medios alternativos, por la cultura del uruguayo respecto a la salida al cine y por la piratería que en el 2005 se sintió bastante y contra la cual hay que estar en batalla permanente.

-Las películas del Oscar volvieron a estar en Tristán Narvaja antes que se estrenaran en salas. ¿Cuánto les pega la piratería?

-Es imposible dar cifras precisas, pero los cines pierden aproximadamente un 20% o más de asistencia por esta causa. Lo que sí sabemos es que si el lanzamiento de una película en Uruguay se hace próximo a su estreno mundial, el efecto piratería es mucho menor. La digitalización del medio también ataca a ese punto porque los estrenos se pueden realizar de manera casi simultánea, liberándose de los altos costos de copias tradicionales porque una copia digital es mucho más barata y da mayor flexibilidad para estrenar. Por ahora, la pelea contra la piratería es casi como atacar los molinos de viento, por más que aumentan los procedimientos y vaya gente presa. Hay un tema cultural que no es menor: la gente ya no empieza a diferenciar qué es lo que está bien y qué está mal. Eso está más allá de lo económico.

-La tecnología que incorporan innova en un doble sentido: por un lado está la digitalización y por otro el 3D. Uds. gradúan el avance del 3D presentándolo por ahora en dos salas, pero lo digital ¿va a avanzar más?

-Con esto estamos dando el primer paso de la era digital. Quiero decir que pueden haber pasos subsiguientes y los tiempos de esos pasos los marcará el éxito del primer emprendimiento, pero claramente el mercado del cine va hacia lo digital porque cada vez más se hacen avances tecnológicos que permiten bajar costos. El 3D es como un plus que se le agrega al digital como para generar un atractivo nuevo para un determinado público, pero más allá del 3D, el digital es el futuro del cine.

-¿Cuánto tiempo más necesitan para evaluar la salida?

-Es una pregunta difícil. El éxito de este paso va a ser el que nos va a animar a nuevas inversiones. ¿Cuándo? Creo que no va a ser lejano en el tiempo porque a nivel del mundo la experiencia está funcionando muy bien en taquilla. Estamos focalizados en la confirmación de este paso, incluso tenemos que ver qué ocurre con la crisis porque la inversión la decidimos previo a la crisis y la reconfirmamos con ella. Con esto no estamos diciendo que la crisis no nos va a afectar pero era o apostar a esto o quedarse viendo una baja mayor en el negocio.

Entrar a la era digital era un paso inevitable para la empresa que cosecha el 70% de la recaudación de los cines. A fines de este mes serán habilitadas dos salas con la nueva tecnología, que además posibilita la exhibición en 3D. Francisco Armas, el gerente de MovieCenter, no esconde la ansiedad que el reto significa a la hora de presentarlo.

Se prevén al menos sesenta estrenos en 3D en las próximas temporadas

Una de las primeras pruebas que se hizo en la sala 3D de Montevideo Shopping fue la exhibición de La sociedad de la nieve. El documental sobre la tragedia de los Andes fue visto en proyección digital 2D, con una calidad impresionante. Pero al principio no serán las proyecciones en 2D las que ocupen las salas que estarán volcadas a la exhibición de material 3D y, sobre todo, dirigido al público infantil y adolescente.

En principio, las dos salas abrirán con la exhibición de Monstruos versus Aliens, que fuera presentada por su productor, Jeffrey Katzenberg, de una manera muy especial. Regaló unas 125 millones de lentes a lo largo y ancho de los Estados Unidos para que los espectadores del Superbowl pudieran disfrutar del 3D al momento de emitirse el corto publicitario de la película.

No es un navegante solitario. Los exhibidores de todo el mundo ya tienen una primera lista de producciones hechas en 3D. Hay diecinueve títulos agendados para ser estrenados este año, hay otros quince ya previstos para el 2010 y once para el 2011.

Aunque en su mayoría se trata de animaciones infantiles, hay un notorio ingreso de varios talentos al mundo de la tercera dimensión. Tim Burton se embarcó con una Alicia en el país de las maravillas 3D que cuenta con un elenco envidiable encabezado por Anne Hathaway. Steven Spielberg sumó fuerzas con Peter Jackson (El señor de los anillos) para preparar una trilogía sobre Tintín, mientras se espera para fines de este año el estreno de la misteriosa Avatar, en la que James Cameron (Titanic) trabaja desde hace un par de años. Pixar estrenará Toy Story 3 en 3D, pero antes reeditará las dos anteriores en ese mismo formato.

e habla de la tercera revolución del cine. No lo dicen los principiantes del negocio sino los grandes conductores de la industria cinematográfica, como Jeffrey Katzenberg, el responsable de los estudios Dreamworks y productor de varios "super tanques" de Hollywood. Tercera revolución porque antes se vivió la irrupción del sonido (adiós al cine mudo) y del technicolor (adiós, o casi, al blanco-negro). "Ahora lo que queremos es introducir al público en esa experiencia y volver a hacer del cine algo especial", decía Katzenberg al analizar la importancia del 3D (tercera dimensión) en el cine.

MovieCenter se incorpora a esa revolución liberando mil butacas para la nueva tecnología. La sala teatral de Montevideo Shopping está siendo reacondicionada para proyectar con el nuevo sistema, que cambia las películas en acetato por unas pequeñas cajas metálicas donde está resguardado el disco duro que contiene imágenes y sonidos. Lo mismo está ocurriendo con la sala 7 de Portones Shopping.

De esta manera Uruguay contará con tres salas habilitadas para el 3D, a las que seguirán otras, tal como indican las pautas del mercado mundial. En Estados Unidos ya existen 5.000 salas digitales y a pesar de la crisis se prevé que sumará otras 2.000 en un año. Bajo el mismo signo de la crisis es que MovieCenter hace su apuesta, como algo inevitable, con el probable único aliento de la reciente baja en el costo de las entradas, de unos diez pesos debido a una exoneración de impuestos, que ya se sintió positivamente en boleterías. La nueva tecnología abre además otras puertas, como la venta de entradas por celulares y por Internet, mayores y mejores posibilidades para la exhibición publicitaria. No es exagerado hablar de revolución.

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