THE NEW YORK TIMES | FELICIA LEE
Desde el principio, Spike Lee supo que la tragedia del huracán Katrina era una historia que debía contar. El resultado es "When the Levees Broke", un documental que el canal HBO estrena su primera parte hoy a las 22 horas.
Lee se dio cuenta rápidamente, mientras veía en la televisión las imágenes de cuerpos flotando en el agua y de personas desesperadas, sobre todo negras, varadas en los techos de sus casas, que lo que estaba presenciando era un acontecimiento histórico. Mientras esos momentos seguían sucediéndose, Lee pasó casi un año capturando las consecuencias de la catástrofe natural para un documental de cuatro horas de duración, When the Levees Broke: A Requiem in Four Acts (literalmente: "Cuando se rompen los diques: un réquiem en cuatro actos").
La primera película que Spike Lee dirigió y produjo se estrenó en la televisión de los Estados Unidos casi exactamente 20 años después de su debut cinematográfico, She`s Gotta Have It, centrado en Nola Darling, artista gráfica, y sus tres amantes. Los provocativos films que le siguieron, como Haz lo correcto, Fiebre de amor y locura y Malcolm X, para citar algunos, con sus incendiarias críticas culturales y sociales, consolidaron la reputación del cineasta como el artista negro más representativo de su generación. El año último tuvo además un éxito comercial y artístico con El plan perfecto, centrado en un complejo robo a un banco.
Y ya sea porque lo adoran o lo detestan, buena parte del público siente que conoce a Spike Lee. Quizá por eso, muchas personas, blancas y negras, se acercaron a él en la devastada Nueva Orleáns para implorarle que contara la historia. "Se convierte en una obligación que uno tiene", explica.
RECONOCIMIENTO. La reputación del director ayudó a que su equipo de filmación pudiera entrar en los hogares inundados de muchos habitantes afectados por el Katrina. Es lo que le permitió desgranar una historia difícil, en la que se mezclan problemas sociales, raciales y políticos que -según dice- suelen ser reducidos a meros eslóganes o fáciles explicaciones. Lee obtuvo permiso para filmar el funeral de la hija de 5 años de Kimberley Polk, que fue arrastrada por las aguas que inundaron la parte más antigua de la ciudad. "La vi en un sueño -dice su madre en el documental-, me decía: `Mamá, estoy cayendo`".
When the Levees Broke: A Requiem in Four Acts comienza con la canción de Louis Armstrong Do You Know What It Means to Miss New Orleans? e imágenes de la ciudad del sur de los Estados Unidos en blanco y negro que describen su pasado multicultural (martes de Carnaval, las banderas confederadas), para luego mezclarse con las escenas de niños pequeños evacuados, en helicópteros, de casas semiderruidas, una de ellas con el símbolo que indica que hay un cuerpo adentro.
Esta película se detiene en las políticas de las respuestas a los desastres por parte del gobierno norteamericano, en la ciencia y la mecánica de terraplenes, tormentas tropicales, diques y esclusas, en la cultura créole de la ciudad y las historias de pérdidas y muertes.
Muchas caras que aparecen allí son reconocibles para quienes siguieron el devenir de la tragedia en los Estados Unidos y en el mundo, desde el alcalde de la ciudad, Ray Nagin, hasta la gobernadora del estado de Luisiana, Kathleen Blanco, y celebridades como Harry Belafonte, el rapero Kanye West, el reverendo Al Sharpton, el actor Sean Penn y el trompetista Wynton Marsalis, que habla allí del lugar de Nueva Orleáns en la historia de la música como cuna del jazz. "Es como si alguien hubiera abusado de tu madre", dice el músico, cuando se le pregunta en el documental acerca de su reacción ante la inundación.
TESTIMONIOs. Lee explica que quiso que la mayoría de las historias que se cuentan allí vinieran de gente común y corriente que soportó los largos días en el refugio improvisado en el estadio Superdome o las largas horas de recorridas en busca de familiares desaparecidos. Así que When the Levees Broke: A Requiem in Four Acts muestra a mucha gente como Phyllis Montana Le Blanc, deprimida y enojada luego de que su familia fuera separada durante su evacuación a distintas partes del país, mientras ella esperó la reunión durante cuatro meses en una casa rodante provista por el gobierno. "No sólo se rompieron los diques, sino también nuestro espíritu", dice ella en el film.
Los críticos y la audiencia tendrán en sus manos el veredicto final de si When the Levees Broke es la detallada reconstrucción que intentó lograr Spike Lee. Sus opiniones son claras. "Lo que ocurrió en Nueva Orleáns fue un acto criminal -sostiene-, una trágica cachetada infligida a gente pobre, negra o políticamente insignificante. Los diques eran una curita aquí y otra allá. Como dijo Malcolm X, las gallinas volvieron a casa a empollar. Alguien tiene que ir preso."
El documental no tiene narración en "off" y está unido por las narraciones de sus entrevistados, testigos de la catástrofe y distintos comentaristas. Sam Pollard, productor y montajista que trabajó con Lee en dos de sus documentales anteriores, Four Little Girls y Jim Brown: All American, explica que hicieron no menos de treinta versiones distintas del film, para encontrar entre centenares de horas de declaraciones los elementos que mejor cuentan la historia de Nueva Orleáns atacada por Katrina.
Cuando los diques se rompieron, comenzó como un largometraje de dos horas de duración y un millón de dólares de presupuesto, pero Lee rápidamente se dio cuenta, luego de llegar a la ciudad tras el Día de Acción de Gracias, de que necesitaba dos horas más y otro millón de dólares para redondear su visión. Los consiguió. Sheila Nevins, productora ejecutiva del film, explica: "Me di cuenta de que éste sería un testimonio fílmico de lo ocurrido. Los sobrevivientes pudieron expresarle lo que sentían mejor que nadie".Con todas esas horas de declaraciones y testimonios, Lee consiguió un retrato que va más allá de la inundación. "La política, la ética, la moral. La película se centra en lo que este país terminará por convertirse", dice, cuando se le pregunta de qué se trata realmente When the Levees Broke: A Requiem in Four Acts.
Víctimas: La película cuenta historias de la gente común en medio de la tragedia colectiva.
El triunfo es cosa de blancos
"Nunca creí en esa basura del crisol de razas. Para eso hay que ser blanco", sostuvo cierta vez un enojado Spike Lee al periódico alemán Die Zeit, en su característico estilo polémico.
Sin embargo, a la altura de El plan perfecto (2006), sus malos humores raciales parecían haberse aplacado un tanto. "Uno no puede enojarse ininterrumpidamente durante 30 años", llegó a decir. Lo más que había de tema racial en el filme era algún intercambio tenso entre el personaje encarnado por Denzel Washington y la engreída ejecutiva bancaria blanca que interpretaba Jodie Foster.
Pero los enojos volvieron sin embargo cuando el huracán Katrina arrasó Nueva Orleans. Desde el principio, estuvo ahí con su cámara para registrarlo todo, y el resultado fue el desgarrador documental del que se habla en esta misma pátina.
Este director adicto al trabajo, exitoso también en la publicidad, prefiere mantener a resguardo su vida privada. Sólo se sabe que vive junto a su esposa 11 años menor que él, Tonya (`Lady T`), y sus dos hijos de 12 y 9 años, Satchel y Jackson, en una casa similar a un palacio en Manhattan. Además es un apasionado seguidor del equipo de baloncesto New York Knicks.
Obviamente, para cumplir con la imagen de `outsider` en su calidad de cineasta negro, Spike Lee no espera recibir en los próximos 50 años el máximo premio de la industria cinematográfica. "En todo caso, recibiré alguna vez un Oscar honorífico, como Robert Altman. Claro está, si antes me someto a un trasplante de corazón, riñón y cerebro".
Por el momento sigue trabajando. Hace no mucho dirigió el piloto de Shark, serie de abogados emitida por Fox que protagoniza el siempre enérgico James Woods.