El pintor colombiano Fernando Botero, famoso por las gordas y gordos que ha desparramado por todo el mundo, ha dado un viraje radical a su obra. Acaba de anunciar que el 16 de junio expondrá en el Palacio Venecia de Roma cincuenta piezas que conforman la serie Abu Ghraib, producto de la conmoción que le provocaron las brutalidades que soldados estadounidenses practicaron sobre prisioneros iraquíes. Las implacables imágenes que disparan las nuevas obras de Botero provocan tal impacto que hasta la misma revista Diners de Bogotá las ha convertido en el eje central de su edición de abril. Allí mismo el pintor confiesa que leyó con avidez todo lo que salió sobre el tema desde la primera denuncia que hizo el New Yorker.
Personas empaladas, mujeres y hombres acosados por perros y otros animales, posturas infames y humillantes, cuerpos sangrantes, rejas, sombras y dolor fueron trasladados a telas que no serán vendidas. De acuerdo al editor de Diners, Germán Santamaría, esas piezas "nacidas de la ira ante tal horror" serán entregadas a museos "para guardar la memoria de la historia universal de esta infamia".
Pero, además, el artista ya alertó que el tema no se agota en esta serie. "No he terminado de decir lo que quiero decir sobre el tema", dijo a la cadena Caracol de Bogotá. "A veces hay que pintar muchas cosas para decir todo lo que uno tiene en el corazón".
"Posiblemente serán muchas más las obras sobre las torturas", aclaró Botero. El artista dijo que llegó a esta serie de la misma forma como lo hizo con su anterior muestra dedicada a la violencia en su país. Según expresó "uno siente como una necesidad de decir algo al respecto (...), una cosa que le nace a uno hacerlo". Por lo mismo, el artista piensa que la idea es que las obras se expongan en Estados Unidos, porque es "el país al que más le concierne este asunto" y porque "la mayor parte de los estadounidenses está contra las torturas". Pero hasta ahora la serie Abu Ghraib tiene confirmada una posterior exhibición en Alemania.
"No hubo ninguna idea comercial", dice Botero. "La serie es completamente hecha por una necesidad de decir algo al respecto y, como todo el arte es comunicación también, pues es más importante que esto sea visto en museos y en exposiciones de gran público, que permanecer en la casa de un coleccionista". Abu Ghraib descubrirá para muchos una faceta difícil de asociar a la del pintor que se hizo famoso por sus gordas voluptuosas y gordos tan respetables como gigantes.