Filme uruguayo es bien recibido

2007-09-27 00:00:00 500x500

SAN SEBASTIÁN | VICTOR IRIARTE

El film uruguayo "Matar a todos" fue aplaudido tras su exhibición ayer en la competencia del Festival de San Sebastián. Algún observador habló del "pulso firme y ritmo impecable" con que el director Esteban Schroeder conduce el asunto.

Tras la exhibición donostiarra, El País dialogó con Esteban Schroeder acerca de su película, inspirada en el caso del químico chileno Eugenio Berríos, asesinado en Uruguay por agentes de la dictadura de Pinochet con la ayuda de cómplices locales.

Si se le pregunta sobre la contundencia del título, el cineasta cuenta que surgió el día del cumpleaños de Danilo Rodríguez, el actor protagonista de El Viñedo (2002), su película anterior. "Allí me vino un `flash` y así quedó, hace ya algunos años", señala Schroeder. "Me pareció un título adecuado, sobre todo porque contiene todas las dimensiones que tiene la película. Matar a todos quizá pueda ser la mejor definición de alguien que considere la posibilidad de desarrollar armas de destrucción masiva. No sé si hay mejor manera de definir a una persona que tiene este objetivo como proyecto existencial que la expresión que al final hemos utilizado en el título".

CENTRALIDAD. El cineasta añade: "Matar a todos puede ser también la expresión de alguien que siente eso en el momento en el que está siendo torturado. Matar a todos puede formar parte de las pesadillas de Julia (el personaje que interpreta en la película Roxana Blanco). Y esta expresión destructiva se combina con la idea central sobre la que se articula la película: la verdad duele, pero cura. Asumamos nuestra reciente historia con la perspectiva de que la reconciliación es posible, aunque sepamos que va a ser un duro trance. Reconocer estas historias tan abismales y tan trágicas es algo que nos hace falta".

Sobre el hecho de haber podido presentar a concurso su película en San Sebastián, el cineasta manifiesta que ha sido "una hermosísima oportunidad para todos los artistas, productores y técnicos que estamos haciendo el cine uruguayo". Al mismo tiempo, están aprendiendo de la experiencia, y también disfrutando.

Schroeder agrega que supone igualmente un acto de reconocimiento imprescindible para la obra, un logro que ciertamente no es menor. "Esa era una condición indispensable para lanzarnos a esta aventura. Por lo tanto, todo lo que está sucediendo estos días es una hermosa, necesaria y legítima oportunidad para todo el equipo", añade.

En su opinión, se trata menos de una película que mira al pasado que hacia el futuro. Reitera que la reflexión que propone parte de la convicción de que la verdad duele, pero cura. Y a partir de ahí podrán darse pasos concretos, como por ejemplo revisar positivamente el pasado. "En nuestro país eso implicaría obviamente la anulación de leyes indebidas", dice. "Hay también una reflexión hacia el futuro porque lo que se plantea es una reflexión sobre nuestros días. La idea de proponer un cierto debate sobre la elaboración de armas de destrucción masiva es algo que tiene que hacernos reflexionar, no ya como uruguayos, sino como personas del siglo XXI".

No puede evitar la evocación de los comienzos de un proyecto que ha tenido muchas complicaciones. Los primeros pasos de este proyecto fueron compartidos con el escritor Pablo Vierci. "Con él trabajamos sobre la idea de ficcionalización de la realidad y con él recorrí los primeros pasos de este largo proceso, incluso antes de la publicación de la novela en la que se basa la película, 99% asesinado, editada en el 2004". Después entró Daniel Henríquez, un guionista chileno que se había formado en España y que trabajó con Schroeder en la escuela de cine, en Chile. Y en una tercera etapa del guión, en el momento de perfilar lo mejor posible el mundo femenino del personaje de Julia, contó con "una colaboración muy importante": Alejandra Marino, guionista argentina. El guión tuvo hasta trece versiones, a lo largo de los siete años. Y en ese tiempo también fueron implicándose diferentes países "para terminar haciendo una película que pertenece a muchos lugares al mismo tiempo".

RECEPCIÓN. Después de la recepción en San Sebastián el director especula con lo que puede ocurrir con la película ante su "público natural", especialmente uruguayo, argentino y chileno: "Yo pienso que va a ser recibida como una obra necesaria. Nosotros estamos muy ilusionados con la idea de que se estrene simultáneamente en Argentina, Chile y Uruguay. Esto nos permitiría mirarnos juntos, debatir juntos sobre este proceso que nos implicó a todos. La obra sabemos que puede generar controversia, pero mi opinión al respecto es que esto es una obra cinematográfica, necesaria, provocativa, pero teniendo muy claro que su pretensión está en las pantallas de cine".

Niega empero tener una intención de intervención política. "La película en ningún caso pretende generar ninguna acción concreta en los procesos abiertos. La película está en otro lugar. No es ese el propósito que da lugar a la obra. Ahora bien, el cine tiene también un potencial provocador y quizá transformador. A mí lo que me interesa es que el pasado no se cierre. Contrariamente a los que dicen que revisar el pasado nos puede hacer daño, yo postulo justo lo contrario. Para mí la verdad es una necesidad. A pesar del complot que supuso el caso, a mí lo que me gustaría sería construir una idea de proceso abierto permanente. Eso sólo puede hacernos bien".

Empezar a existir

Para Esteban Schroeder, la mejor noticia es que ahora el cine uruguayo existe. "Ese es el gran dato. Recién ahora estamos gestando las estructuras para que este desarrollo sea posible", sostiene. Por eso piensa que no se debe olvidar la gran tradición de relatores uruguayos. "Eso es lo que ha definido nuestra cultura, es ahí donde tenemos que buscar. Toda la historia del siglo XX, con sus sueños, frustaciones, anhelos y búsquedas nos define".

"Thriller" político que rompe esquemas

La pantalla se abre con una nota que informa de los hechos históricos ocurridos en Uruguay alrededor de este caso durante los años 1993 y 1995. Eugenio Berríos ya ha desaparecido y la historia parece que avanza por los márgenes del cine político y de la investigación judicial. Julia (interpretada por la actriz uruguaya Roxana Blanco) es una abogada que se encarga del caso y que trata de recopilar pruebas que demuestren que las autoridades uruguayas y chilenas ocultan algo.

Pero lo que podría convertirse en una película de género y de revisión histórica, da paso al desarrollo íntimo de ese personaje de la abogada y gana así en profundidad y riesgo cinematográfico. Matar a todos no es una película sobre la historia escrita en los recientes libros de historia sino otra cosa: está mucho más cerca de la tragedia personal de un personaje (el de Julia y los que le rodean) que trata de entender todo lo que ha sucedido en su familia y en su vida durante los años de la dictadura y de la transición hacia la democracia. No estamos por lo tanto ante una película de respuestas o de acusaciones sino ante una obra con preguntas difíciles y a veces imposibles de responder.

El guión de Pablo Vierci, Alejandra Marino y Daniel Henríquez, los tiempos marcados desde la dirección por Schroeder y la compleja interpretación de Roxana Blanco y sus compañeros de elenco convierten a Matar a todos en un "thriller" político alejado de los cánones del "thriller" político.

La protagonista explica cómo concibió a su personaje

La actriz Roxana Blanco, presente en el Festival, apela a la base de tragedia sobre la que ha creado su personaje: "Al principio del proceso empecé a visitar a jueces, abogadas, víctimas y trataba de investigar todo lo sucedido entonces, pero después me di cuenta de que ese no era el camino, de que tenía que ir a la profundidad del conflicto. Como actriz de teatro que soy de vez en cuando vuelvo a los clásicos. Ahí están todos los conflictos, desde el de la relación entre padres, hermanos e hijos hasta la figura de Antígona, con su sed de justicia. Es por eso que un conflicto histórico de todo un país se resuelve en este caso a través de lo más íntimo, como es el caso de la familia".

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