GUILLERMO ZAPIOLA
Se trata apenas de la punta del `iceberg`. El debut de Helen Hunt como directora con el largometraje "Cuando todo cambia" es apenas un síntoma de un fenómeno más amplio: el de las estrellas femeninas que saltan a la realización.
El film se estrenó en Argentina el pasado mes de abril, y llega a Chile el jueves próximo y pronto se lo verá en Uruguay, aunque todavía no tiene fecha exacta. Ópera prima para la gran pantalla como realizadora de la actriz Hunt (quien previamente dirigiera algunos episodios de su popular serie televisiva Loco por ti). Cuando todo cambia es una comedia dramática en la que también actúan por Colin Firth, Matthew Broderick y Bette Midler que narra la historia de una mujer (la propia Hunt) que pasa por una crisis cuando su matrimonio se quiebra, su madre adoptiva muere y su madre biológica reaparece, complicando todavía más su vida.
Hunt ha descrito su película como "una comedia que, con gran sentido del humor, intenta explicar hechos difíciles en la vida de cualquier persona". La actriz pudo añadir que no hay en el film un solo tema, ya que "algunos pueden decir que se trata de la obsesión por tener un hijo, otros sobre la traición y otros, por qué no, sobre la recomposición de una pareja tras un desengaño.
La realización misma de la película tuvo sus vaivenes. Hunt pensó por primera vez en ella en 1990, tras leer la novela original de Elinor Lipman. Sin embargo, los derechos del libro habían sido comprados por Sigourney Weaver, quien intentó reiteradamente llevarla a la pantalla, postergó una y otra vez el proyecto, y con una década de retraso lo cedió finalmente a Hunt.
A esas idas y vueltas se sumaron otras. A Hunt no le fue sencillo reunir el dinero para la producción, y finalmente se decidió a hacerse cargo de la producción y colocarse a ella misma al frente del elenco, lo que le permitió contar con una excelente actriz (el resto de los intérpretes no son despreciables, por cierto) y ahorrarse un sueldo. Y hasta pudo permitirse un pequeño lujo: que el famoso novelista Salman Rushdie (autor de Los versos satánicos, y condenado a muerte por ello por extremistas musulmanes), aceptara interpretar un pequeño papel, el del médico ecólogo de la protagonista.
"Para mí fue un placer enorme poder actuar junto a todos estos gigantes. Ellos supieron transmitir muy bien lo que yo quería de cada uno los personajes, que tienen una dosis de locura e inestabilidad que los hace inmediatamente atractivos", sostiene Hunt. Por razones presupuestarias, la película debió ser filmada en sólo veintisiete días.
Pero Hunt no es la única actriz célebre que ha querido iniciar una carrera como directora. En estos día Drew Barrymore, quien ya tiene en su haber la realización de algunos especiales televisivos, se prepara para debutar en largo para la pantalla grande con la comedia Whip it, protagonizada por la excelente Ellen Page (la adolescente de La joven vida de Juno), y en la que la propia Barrymore se ha reservado un papel secundario. La película cuenta la historia de una adolescente harta de la monótona vida en su pueblo y a quien su madre insiste en convertir en reina de belleza. Sin embargo, la chica cree que su verdadera vocación está en el patinaje, pasión que se le despierta al visitar un pueblo vecino.
El film se estrenará en Estados Unidos en octubre, el mismo mes en que llegará a las pantallas norteamericanas New York, I love you, largometraje compuesto por varios episodios (al estilo de Paris je t`aime), que narran la historia de diversas parejas en pos del amor. Uno de los capítulos está dirigido por Natalie Portman. Las mujeres se están abriendo paso.
Más cine con sello femenino
Hunt, Barrymore y Portman no son las únicas actrices dispuestas a asumir el rol de directoras. Sin ir más lejos, en la semana que acaba de terminar otras dos colegas han presentado trabajos realizados detrás de la cámara. En el Festival de Cortos de Los Angeles se pudo ver These vagabond shoes, de la musa woodyallenesca Scarlett Johansson, y The monday before Thanksgiving, de la ex-Friends Courteney Cox Arquette. ¿Quién dijo que las damas no quieren hacerse oír?