GUILLERMO ZAPIOLA
Pudo ser la sucesora de Brigitte Bardot, pero se negó a ello. En su lugar, Jane Birkin prefirió ser actriz, cantante y más recientemente directora cinematográfica. En Montevideo cantará en el Solís el 9 de marzo, como parte del Jazz Tour 2008.
La presentación de Birkin en el Uruguay forma parte de una gira mundial que la estrella inició el pasado mes de noviembre, con un programa que incluye canciones de Serge Gainsbourg y de sus propios álbumes, Rendez-vous y Fictions. La evocación del nombre de Gainsbourg conduce inevitablemente a la asociación con el título de la canción que los popularizó a los dos, Je t`aime... moi non plus, cuyas sugestiones eróticas provocaron en su momento un pequeño escándalo. Pero Birkin ha sido (es) algo más que esa canción.
Nacida en Londres el 14 de diciembre de 1946, segunda hija del comandante David Birkin y de la actriz y cantante Judy Campbell, debutó en la actuación a los 17 años (una breve aparición no acreditada en The Knack de Richard Lester) y pronto conoció al compositor John Barry, quien la animó a convertirse en cantante y con quien se casó antes de cumplir los 20. En esa época, su desnudó en el film Blow Up (1966) de Michelangelo Antonioni generó alguna polémica que por cierto no fue la única de su vida.
Su matrimonio con Barry (de quien tuvo una hija, Kate) duró poco, y tras su naufragio se trasladó en 1968 a Francia, donde actuó en films como La piscina y Slogan, que se estrenaron al año siguiente. Entonces conoció a Serge Gainsbourg (quien, dicho sea de paso, había sido pareja de Brigitte), y pronto formó con él un dúo de moda en la escena parisina. Los sugestivos suspiros emitidos en la grabación de Je t`aime... moi non plus fueron solamente una de las razones de su éxito.
Permanecieron juntos doce años, tuvieron una hija (Charlotte Gainsbourg, actriz) y se divorciaron en 1980, aunque Gainsbourg continuó componiendo para ella. Su disco Baby alone in Babylone (1983) fue un gran éxito. En 1987 ofreció su primer concierto en Le Bataclan. Dos meses después de la muerte de Gainsbourg en 1991 actuó en el Casino de París y dedicó el concierto a su fallecido ex-esposo.
En 1998, publicó su primer disco sin Gainsbourg, A la légère, con canciones escritas por 12 compositores contemporáneos franceses. En 1999 trabajó con el músico Djamel Benyelles, quien orientalizó algunos de los temas de Gainsbourg como Elisa, Couleur Café o Comment te dire adieu. Entre sus últimos álbumes figuran Arabesque (2002), Rendez-vous (2004) y Fictions (2006). Luego formó pareja con el director Jacques Doillon, con quien tuvo otra hija, Lou, pero hoy está sola. Ha sido condecorada con la orden de Officer of the British Empire (OBE), distinción que el gobierno británico sigue otorgando aunque el Imperio haya pasado largamente a la historia.
CELULOIDE. En cine quisieron hacer de ella un símbolo erótico, pero prefirió ser una actriz, aunque es cierto que a veces dilapidó su considerable capacidad expresiva en empresas menores. Sin ir más lejos, el traficante Roger Vadim la reunió con la Bardot en Si Don Juan fuera mujer (1973), y Jane padeció los usuales sobresaltos del "giallo" (el policial sangriento a la italiana) en La morte negli occhi del gatto de Antonio Margheritti (mismo año). Y el propio Gainsbourg la dirigió en Je t`aime... moi non plus (1976), un ejercicio de erotismo que especulaba con la fama previa de la canción homónima.
Pero Birkin sabía que podía rendir más. Había comenzado con Lester y Antonioni, y llegó a trabajar para Bertrand Tavernier (Nuestros años felices, 1990), Alain Resnais (Conozco la canción, 1997) o el intelectualísimo Jacques Rivette (L`amour par terre, 1984; La belle noiseuse, 1991). Y Agnés Varda le dedicó una película que desde el título anunciaba un carácter doblemente autobiográfica (Jane B par Agnés V, 1988).
Más recientemente se ha colocado del otro lado de la cámara. En efecto, Birkin realizó en el 2007 un largometraje televisivo titulado Boxes, ampliamente autobiográfico y protagonizado por Michel Piccoli y Geraldine Chaplin. La actriz y directora presentó la película en el Festival de Río de Janeiro, donde también habló de política y derechos humanos.
En un reportaje concedido a la agencia France Presse, Birkin ha explicado que el título (Cajas) es deliberadamente simbólico y alude a los traslados, y el modo en que éstos alteran la vida de la gente. "Cuando se abren ciertas cajas se encuentran trozos de vida extraordinarios", afirma, agregando que había escrito el guión hace unos diez años pero recién ahora pudo poner manos a la obra.
Birkin trasladó parte de sus propias vivencias al personaje de Anna, que ella misma encarna y que es en la pantalla una cincuentona, inglesa de nacimiento pero francesa de adopción, que con motivo de un cambio de casa, abre las "cajas" de aquellos seres que poblaron su vida. La película se rodó en la casa que la propia Jane compró hace 13 años en las costas del norte de Francia, frente a Gran Bretaña, donde su padre actuó durante la Segunda Guerra Mundial. Oficial de la marina británica, David Birkin se desempeñó en la costa francesa rescatando en las noches sin luna a aviadores y resistentes para llevarlos a salvo a suelo británico.
Por su parte, Geraldine Chaplin encarna a la madre de Birkin, la actriz Judy Campbell, que fue según su hija "una luchadora, muy franca, profundamente honrada y curiosa". No hay dudas de que Jane tiene a quien salir, claro.
Retrato de una luchadora por los derechos humanos
Actriz, cantante, directora. Es mucho, y sin embargo esos datos no dibujan el retrato completo de Jane Birkin. A ellos hay que agregar por lo menos otro: su condición de representante de Amnesty International.
Birkin estuvo en Sarajevo cuando nadie lo hacía, en plena guerra de Bosnia, y todavía recuerda conmovida cuando recibió un libro de manos de un niño que le dijo: "Por favor, dígale a todo el mundo que no somos unos salvajes". Sus actividades artísticas no le han impedido continuar con esa militancia humanitaria, y hace no demasiado tiempo se reunió con el presidente Sarkozy interesándose por la tragedia birmana. El presidente le aseguró que Francia paralizaría todas las inversiones en Birmania hasta que se produjera un retorno a la democracia, pero ella supo que hacía diez años que Francia no invertía en el país, por lo que no había mucho que "paralizar". No se puede creer en los políticos, dice.
Dos pasos por el disco y otros dos por el cine
Arabesque
Este álbum fue el resultado del encuentro en 1999, promovido por el productor Philippe Lerichomme, de Jane Birkin con el violinista de origen árabe Djamel Benyelles, quien "orientalizó" una serie de canciones de Serge Gainsbourg y encabezó el grupo de músicos magrebíes que acompañaron a Jane.
Fictions
El más reciente trabajo discográfico de Birkin, editado en marzo de 2006, y que incluye temas de gente como Neil Hannon de The Divine Comedy, The Magic Numbers, Beth Gibbons, Rufus Wain-wright y Dominique A, con acompañamiento de guitarra a cargo de Johnny Marr y orquestaciones de Renaud Letang y Gonzales.
La tete de maman
Una joven de quince años quiere saber por qué su madre es como es, y llega a rastrear la historia de un frustrado amor de juventud. Jane Birkin encarna a la madre en esta película coescrita y dirigida en el año 2006 por una cineasta joven, Carine Tardieu, en la que hay acaso más de un elemento autobiográfico.
Boxes
La autobiografía aparece escasamente disimulada en este debut de Birkin como directora que también escribió y en el que igualmente actúa. Una de las ventajas de la fama es que consigue el apoyo de otros famosos: el elenco incluye a Geraldine Chaplin, Michel Piccoli, John Hurt, Annie Girardot y Lou Doillon (la hija de Jane).
Vínculo marcado por la obsesión y la fatalidad
En términos sentimentales, Jane Birkin deja bastante en claro en un reportaje concedido a Tim Adams, del periódico británico The Observer, que sus doce años de matrimonio con Serge Gainsbourg fueron los más intensos de su vida. Sin embargo, se trataba de algo que, simplemente, "no podía seguir".
Fue ella quien lo abandonó, llevando en el vientre la hija que concibió con Jacques Doillon, y en su evocación surge sin mucho disimulo el conflicto entre una mujer todavía joven y un hombre diecinueve años mayor que ella que se estaba autodestruyendo con el tabaco y el alcohol. Conserva sin embargo todavía, como un tesoro, el libro encuadernado en cuero con las canciones que Gainsbourg le dedicó. El texto autografiado dice: To Jane. A few Chansons Cruelle. Je t`aime moi non plus. Serge".
En su reportaje, el propio Adams parece impactado por algunas de las historias de Jane, de esas que parecen concebidas por un esmerado libretista. En 1991, se dirigía al funeral de Gainsbourg en Francia cuando le avisaron que su padre había muerto en Inglaterra. De pronto, los dos hombres más importantes de su vida desaparecían de ella al mismo tiempo.
"En un instante, retrospectivamente, le perdoné todo", reflexiona Jane, incluyendo los films caseros que rodó con su hija Charlotte, todavía una niña, en los que se ha querido leer una velada entrelínea incestuosa.