La metamorfosis del Cuarteto de Nos gana aplomo en "Porfiado"

Adelanto. El disco sale a mediados de abril

 20120307 800x565

ALEJANDRA VOLPI

El nuevo álbum del Cuarteto de Nos sintetiza el camino recorrido con Juan Campodónico como productor. Porfiado es variado a nivel musical, pero con una intención más rockera. Al mismo tiempo, denota el cambio estructural que sufrió el grupo.

En una reunión para pocos periodistas realizada el martes en Lindolfo, el Cuarteto de Nos mostró el contenido de Porfiado, que a primera a escucha representa un paso más en la metamorfosis que inició con Raro.

Es el primer disco como quinteto, con Santiago Marrero en teclados y Gustavo "Topo" Antuña en guitarra, y eso se nota en el resultado final. La crudeza que caracterizó al grupo en sus inicios cuando cantaba Será sólo un rumor quedó definitivamente atrás. Si hay algo que tiene Porfiado es musicalidad y un tratamiento que al momento del pasaje a escena hará que la banda se luzca más en este terreno.

Si bien hay canciones rapeadas como en Bipolar la atención del que escucha no va directamente hacia la intención humorística o irónica de las letras (que cada vez parece disiparse más), sino hacia la música que cobra mayor protagonismo. Para Roberto Musso, consolidado como el cantante principal, Porfiado es sinónimo de madurez. Y es también un paso más en ese viaje sin retorno iniciado con Raro, junto a un declarado fan, el productor Juan Campodónico.

Uno de los directivos de Warner Argentina, presente en la reunión, subrayó que el álbum "marcará un hito en la música popular contemporánea". El álbum comienza con Algo mejor que hacer, un tema netamente rockero y continúa con Cuando sea grande, al mejor estilo del pop rock de Raro. Su gusto por The Doors aflora en El balcón de Paul, una postal de verano, que se emparenta a El lado soleado de la calle, otro de los surcos más luminosos de Porfiado. Sólo estoy sobreviviendo es una canción que podría haber formado parte de Raro, con la letra en primera persona, la crítica al sistema y un remate por demás ocurrente. Es por lejos una de las mejores del disco.

El Cuarteto de Nos alcanza puntos de gran expresión mediante la sumatoria de contrastes, algo propio de Campodónico. Por ejemplo, en Buen día Benito -un tema que habla de la venganza- al ritmo de hip hop, se suma un coro lírico (con integrantes del Sodre) para interpretar un arreglo vocal operístico wagneriano. Estos pasajes hacen foco sobre otras posibilidades del Cuarteto, que ahora es más guitarrero y ya no usa los teclados como relleno.

Lo malo de ser bueno rescata al escucha y lo devuelve otra vez al clásico rapeo, con letra pegadiza, que repite "trae mala suerte ser supersticioso". Lo mismo pasa en Qué vida ingrata, que comienza como rock y termina a ritmo caribeño y en Insaciable. En medio Tavella rompe el bloque, la seguidilla de letras obsesivas con la voz de Musso, para cantar No te invité a mi cumpleaños y Enamorado tuyo, una cumbia popera de melodía tediosa (creada así a propósito). El cierre no tiene desperdicio: una milonga melancólica-irónica con rima consonante titulada Todos pasan por mi rancho. Casi un lamento, de otro personaje neurótico.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar