Publicidad

La Tabaré con La Ovidio Titers Band en "De ninguna manera"

Originalidad. Rock y títeres en un espectáculo con muchos entretelones

Compartir esta noticia
 20081114 600x462

CARLOS REYES

Desde hoy se presenta el espectáculo de muñecos "De ninguna manera", de La Ovidio Titers Band, que a lo largo de tres sábados dará un show que mezcla rock y números de animación. Va en la pequeña sala de Arteatro, a las 21 hs.

Esta nueva aventura escénica de La Ovidio sale del trillo de sus producciones anteriores. Empezando porque no se trata de una única historia sino de una serie de números que se intercalan o se superponen con las canciones de la banda de rock La Tabaré. Los números, sin embargo, tienen en común el sentido del humor.

El mecanismo es así: Tabaré Rivero y el guitarrista Álvaro Pérez tocarán (juntos o separados) temas de la banda, mientras interactúan con ellos los títeres, algunos de ellos de gran tamaño, otros pequeños, algunos de papel, otros con técnicas de luz negra. La acidez de la música irá de la mano de la mordacidad de los muñecos, que "tienen momentos de picardía, sin llegar a ser hot", según aclara a El País Daniel Ovidio, director del espectáculo.

Sobre conocidas canciones de La Tabaré (Sabotaje, No es fácil, Ola de olas) el director buscó puntos de contacto para desarrollar números que tratan de diversos temas. En uno, un ser es armado delante del público, gestación que culmina en tragedia. En otro, un opinólogo contará una escabrosa historia de amor. El divorcio entre Adán y Eva también será puesto en escena: según el director, el amor (y el sexo), y la relación entre el títere y el titiritero son los dos temas que articulan el espectáculo.

Según Ovidio, el grupo de títeres a su cargo tiene algo de banda de música, en parte porque la mitad de sus integrantes son de teatro y la otra mitad de otras disciplinas, hecho que hace que compaginen con facilidad con La Tabaré. En varios tramos del show, los muñecos cantarán con los músicos: en otros momentos, la guitarra creará música incidental y sonidos como de cine para las acciones de los títeres.

Entre lo más complicado está trabajar con luz negra y que los músicos puedan ver a la vez lo que tocan. Otra cosa que intenta el director es que el público no aplauda al final de cada canción de La Tabaré, porque se rompe el clima. Por eso, algunos finales de las canciones fueron cambiados para crear unidad.

Habrá títeres de manipulación a la vista, y situaciones raras, como un muñeco hecho con la rodilla del director. No obstante el director advierte que este espectáculo es más simple que los anteriores, como fue Romeo y Julieta, donde los protagonistas eran interpretados a través de seis técnicas distintas de animación. "Este es menos conceptual, y por eso se hace más flojo para nosotros y para el público, aunque igual tiene una vueltita poética".

"Pero también tiene un final con un bonus track en el que invitamos a la gente a bailar. Es un final un poco guarangote, porque como el espectáculo tiene tanta cosa, y tiene textos que exigen la atención del público, quisimos distender de esa manera".

De ninguna manera va en Canelones 1136 (tel. 9012632) los sábados de noviembre a las 21 hs. Entradas: $ 100.

"Los títeres son hijos que no crecen"

Daniel Ovidio (Montevideo, 1967) se formó en El Cerro, con el grupo La gotera, fundando La Ovidio Titers Band en 2004. También trabajó para carnaval, sobre todo como sombrerero: "Meto mano en todo, pero hacer sombreros es toda una profesión independiente".

El próximo espectáculo es "Juan Moreira", que está casi todo diseñado y seguramente se presentará en abril. Este año no se estrenó por razones de presupuesto.

El director reconoce que las compañías Girasol y Cachiporra son dos referencias ineludibles para los titiriteros experimentales uruguayos. "Ellos marcaron el camino, y si bien estéticamente no nos parecemos, en la esencia sí".

El objetivo del grupo es trabajar de lleno con títeres para adultos, aunque reconoce que el terreno de los títeres para niños es más rentable. "Para nosotros es una opción ética dedicarnos a trabajar para adultos".

Uno de los temas favoritos de la compañía es la relación entre el títere y el titiritero: "Es una relación de amor odio, como en todas las profesiones. Supongo que en periodismo será igual. Los títeres son como hijos que no crecen, y creo que en el fondo el titiritero siempre tiene el miedo del títere que se convierta en Pinocho y se vaya. A su vez el titiritero es una especie de Dios, Dios secundario, pero Dios al fin. Y como el títere siempre tiene que obedecer, se crea entre uno y otro un juego, que tiene algo de morboso".

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad