Redacción El País
Una hora y media después de que se anunciaran las nominaciones a los Premios Oscar, llegó otro anuncio relevante pero en el panorama literario iberoamericano: se anunció que Guillermo Saccomanno es el nuevo ganador del Premio Alfaguara de novela, con su obra Arderá el viento que se publicará para todos los países de habla hispana el 20 de marzo.
Dotado de 175 mil dólares más una escultura de Martín Chirino, el premio implica sobre todo la edición en simultáneo en varios países del libro del escritor y ensayista argentino, que concursó bajo el seudónimo de Jim y a quien el jurado reconoció, entre otras cosas, por la "rara intensidad" de su texto.
Presidido por el autor colombiano Juan Gabriel Vázquez (también ganador del Alfaguara, por El ruido de las cosas al caer), y completado por Leila Guerriero, Manuel Jabois, la cineasta española Paula Ortiz, Andrea Stefanoni y la directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes, con voz pero sin voto, el jurado definió a la novela como "la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a la vista las miserias del cuerpo social". La definió así: "Escrita en estilo parco y de una rara intensidad, la novela es la cuidadosa construcción de un deterioro".
Vázquez le aseguró a Saccomanno que detectó en la lectura influencias marcadas del autor uruguayo Juan Carlos Onetti. "Es un escritor que descubrí de muy chico y quedé fascinado", reconoció luego el flamante ganador, que además admitió otras huellas que serían evidentes como las de David Lynch, William Faulkner y Gabriel García Márquez.
La 28° edición del Premio Alfaguara recibió 725 manuscritos a ser considerados, de los que más de 300 fueron españoles y 21 llegaron desde Uruguay. El jurado escogió a Arderá el viento por unanimidad.
Arderá el viento es la historia de "una pareja excéntrica y sin pasado claro" que "llega a un pueblo de la costa argentina y comienza a regentear un antiguo hotel", relató Vázquez al hacer el anuncio. Con dos hijos "más inquietantes y enigmáticos" que sus padres, esta familia produce "el efecto de una partícula enfermiza que se introduce en las grietas de una sociedad pequeña, y arrasa con su dinámica cotidiana y aparentemente calma".
La familia, consideró el jurado, funciona en el relato como un "amplificador de deseos ocultos, prejuicios y temores", entre otros aspectos.
Para el propio Saccomanno, el corazón de la novela es el triángulo de sexo, dinero y poder.
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