A fuerza de historias atrapantes, una minuciosa reconstrucción de época y personajes entrañables, Viviana Rivero se hizo un lugar en la literatura. La escritora de 58 años que comenzó a dedicarse a la escritura de grande, y con el título de abogada enmarcado, nació en Córdoba (Argentina), y ya ha publicado 14 libros, todos convertidos en best seller. Allí se encuentran títulos como Secreto bien guardado, su primera novela, Mujer y maestra, por la que llegó por primera vez a Uruguay, El alma de las flores por la que fue finalista al Premio Planeta, y Apia de Roma, que publicó en 2023.

Todos están ambientados en tiempos y lugares muy distintos (la provincia de San Luis en 1800, la Cuba de la revolución, la España de la Guerra Civil, la antigua Roma), ya que Rivero se especializa en la novela histórica, y para todos hubo una rigurosa investigación antes de sentarse a escribir la primera línea.

“Soy una autora que acompaña desde hace muchos años a los lectores que vuelven a comprar mis libros porque les gusta como escribo”, comenta Rivero, quien llegó a Uruguay para hablar de Los soles de Santiago, su última novela. “Por eso tengo cuidado de no repetirme, y de darle siempre algo diferente, nuevo”, agrega.

Foto: Difusión.

De El alma de las flores, tomó la receta de contar dos historias en tiempos distintos, y si bien en su nueva novela, Los soles de Santiago están esas dos líneas narrativas, una se ubica en el año 31 antes de Cristo, en la Hispania de la Antigua Roma, la otra en la ciudad de París del año 2055, ambas se desarrollan en El Camino de Santiago.

La primera cuenta la historia de la joven Cazue, quien pertenece a una familia de orfebres y vive en tiempos del Emperador Augusto (al igual que ocurría en Apia de Roma) y deja su aldea para ir a buscar a su bebé, quien fue raptado por los invasores. Así, la joven recorrerá una senda que más adelante se llamará El camino de Santiago, mientras cuenta su historia al lector.

La otra trama inicia en una futurista París, es la historia de Eme, quien tiene 32 años y se encuentra en una crisis, producto de la soledad que ha provocado la tecnología. Ella también recorrerá ese sendero que inicia en Francia y se extiende por el norte de España, para una misión complicada a favor de un grupo de rebeldes: realizar un sabotaje en Santiago de Compostela.

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“El mundo en 2055 está dividido, entre los que aceptan la tecnología, que son la gran mayoría, y los rebeldes”, explica Rivero. “Son rebeldes no solo de la tecnología, también de ese mundo que está dominado por un grupo que se llama La Firma y componen las 12 familias más ricas del mundo, quienes controlan todo, cuándo hacer guerras, cuándo parar, y quién es el presidente”.

—Escribes novelas históricas, aunque hay algo que atraviesa todos los tiempos y lugares, la condición humana.
—Sí, no siento que escribo una novela histórica, porque lo que me interesa es el ser humano y su evolución. También me gusta la historia, porque ves cómo llegamos al hoy.

—¿Cómo surge escribir sobre el futuro?
—Hace muchos años que leo muchos artículos y entrevistas, y siempre ando por casa diciendo “ahora va a pasar tal cosa”, “nos van a poner un chip”, y mi esposo me dijo: “¿y por qué no escribís de eso?”. Pero como tampoco podía dejar a mis lectores de la novela histórica, uní a las dos historias. Aunque el futuro no es cualquier cosa que se me ocurra sino que es fruto de lo que vengo investigando y leyendo.

—Y este libro mezcla thriller, pasado, futuro y hasta una historia de amor.
—Sí, tiene todo, porque Eme va a conocer por el camino a un hombre que tiene ideas distintas a las de ella, y ninguno de los dos está dispuesto a dejar sus ideales. El lector podrá preguntarse cómo estos dos como se van a poner de acuerdo, porque se han enamorado, y eso se va a mezclar con el thriller porque pueden descubrir el plan de Eme, e ir a la cárcel por luchar contra el sistema.

Foto: Difusión.

—En el libro también hay una mirada poco amable sobre la tecnología que se nos viene.
—El peligro más grande con la tecnología, creo, es cuando entra en nuestro cuerpo, porque vamos a perder la individualidad que es lo más hermoso que tenemos, y ni siquiera lo valoramos. Porque una chica de Argentina que estudió lo mismo que yo, que hasta escribe como yo, no es igual a mí, y eso es maravilloso. Todos somos diferentes, somos entidades completamente únicas, y cuando tengamos una máquina adentro, ya no vamos a ser así, y ese es el peligro más grande que veo.

—También hay investigación, sobre todo acerca de el Camino de Santiago. ¿Lo hiciste?
—Sí, hay mucha investigación con todo lo que tiene que ver con “Las Médulas”, que son unas minas de oro a cielo abierto que comienzan en la época de los romanos. También hice el Camino de Santiago, por eso cada capítulo se llama como los pueblos que se recorren. Y el libro es también una guía para el que quiere hacer el Camino de Santiago porque cuando decidimos hacerlo con mi hija, no sabíamos por dónde empezar, de dónde salir, por dónde pasar. Entonces el libro explica todo, e incluye un mapa para que puedan seguir el recorrido.

—Un poco experiencia y un poco ficción.
—Sí, para escribir se inventa, se investiga y se vive.

—¿Qué te dejó hacer El camino de Santiago?
—Es algo fuerte. Estas 15 días donde lo urgente quedó en tu casa o en el trabajo. Por más que tenés el celular, casi no lo podés tocar porque ahí no le vas a poder solucionar nada a nadie, no hay señal en muchas partes, entonces estás bastante desconectado. Lo urgente queda atrás y lo que se vuelve importante es el camino. Se te cambia el ADN, porque haces un cambio durante 15 días. Mientras hay luz estás caminando, estás en el medio de la naturaleza y solamente te metes bajo techo, en un lugar humano para darte una ducha y dormir.