Comenzó como una oportunidad de poder escribir y se transformó en una forma de visibilizar a autores de un género poco explorado en Uruguay. La intención de Anna O’Malley y Valentina Marini, era publicar alguno de sus cuentos de fantasía, y como en una aventura de Tolkien, la misión se volvió más compleja a medida que fue pasando el tiempo hasta convertirse en una travesía que les llevó más de cinco años poder completar. En el trayecto conocieron a otros escritores, dibujantes, editores y juntos, luego de varias reescrituras, lograron completar la misión. el resultado ya está en librerías.

Se trata de Antología fantástica, el primer libro uruguayo de la histórica editorial Minotauro (encargada de los libros de Tolkien y especializada en ciencia ficción, fantasía y terror), compuesta de 14 cuentos, todos a cargo de jóvenes autores, todos con su respectiva ilustración.

O’Malley y Marini se conocieron en facultad, hicieron juntas la tesis y descubrieron que unidas, trabajaban bien. También que a las dos le gustaba leer y escribir fantasía. Luego de un concurso en el cual no quedaron seleccionadas, decidieron publicar por su cuenta sus historias. Como dos cuentos era muy poco para un libro, decidieron abrir una convocatoria en redes sociales, esa fue la semilla para Antología fantástica.

“Planeta aceptó el proyecto en parte porque nosotras hicimos los cinco años de trabajo de edición, porque es muy difícil manejar a 14 autores”, comenta O'Malley, una de las responsables del libro. “Editar el libro de un solo autor es complicado, imaginate que sean 14 personas”.

Para materializar este proyecto, lo primero que hicieron fue derribar el preconcepto de que en Uruguay no se lee literatura fantástica, o que todo es para el público infantil. “Solo hay que recordar lo que generó Game of Thrones, se paraba el país para el domingo mirar los episodios, y es de una saga que no es para niños, ni siquiera young adults. Ese público está, existe, pero lo que consume es George R. R. Martin, Brandon Sanderson, todos extranjeros”, agrega O'Malley.

De los 14 autores que componen esta Antología, hay siete hombres y siete mujeres, aunque no buscaron una paridad, sino tener la representación de los mejores cuentos. Y con las historias seleccionadas comenzaron a buscar qué ilustrador quedaba mejor con cada cuento.

La lista de autores la conforman: Loren Ysela, Felipe Buchelli, Marcelo Avalos, Sofía Aguerre, Lazerth, Diego Mascheroni, Diego Coppa Rutigliano, Belen Ferreyro, Flavia Menchaca, Santiago Pintado, Mathías Cunha, además de Marini y O’Malley.

Y los ilustradores son Valentina Machado, Napalm, Joaquín Godoy, Martina Solari, Vanette Kosman, Santiago Jorge Rosas, Camilo Gravura, Romina Vigo, Lulustraciones, Lucía Mostarda, Juan Purtscher, Martín Vilariño Gatto, Silva bros. y Copérnico.

“También quisimos mostrar el talento de los ilustradores, porque cada ilustración te adelanta el tono del cuento”, comenta O'Malley. “Además de 14 cuentos buenísimos, tenés 14 piezas de arte que ya son un valor en sí mismo”, agrega.

Otra meta que se plantearon fue mostrar diferentes subgéneros de la fantasía. No solo para los que le gustan Game of Thrones o la fantasía medieval, también es para quienes no leen fantasía. Así, en esta antología hay un abanico de diferentes historias. “El jinete con tres sombras” es muy distinto a “Cuestión de edad”, que tiene una trama muy urbana con humor negro. “Y lo más importante, un cuento te puede llevar a que conozcas a Terry Pratchett, o a Neil Gaiman, así como a autores locales”, comenta Marini.

“La literatura fantástica la relaciono mucho con el termino alemán Wanderlust, esas ganas muy fuertes de querer viajar, y la fantasía llena esa necesidad que tenemos de explorar y ver lugares nuevos. Porque con un buen libro de fantasía podés hacer eso en su cabeza, esa es la magia de la escritura y del género”, señala Marini.

La búsqueda de los autores y sus cuentos se dio de a poco, a través de la página en Instagram que crearon para la convocatoria.

Foto: Difusión.

“Los cuentos que llegaban los leíamos las dos, armábamos un análisis de lo que estaba bueno, lo que no nos funcionaba, y muchas veces encontramos cuentos que no eran para la antología, pero que estaban buenos, y los recomendamos a la editorial”, comenta Marini.

Con respecto a los cuentos seleccionados, tampoco se quedaron con la primera versión. “No sabíamos cuáles iban a llegar a la meta, porque hasta que el cuento no estuviera perfecto, no lo íbamos a elegir”, comenta Marini.

“Nos pasó que tres autores seleccionados se bajaron de la convocatoria por distintos problemas de tiempo, porque había que reescribir todo muchas veces. El mío tuvo nueve versiones hasta que quedó bien, y a eso hay que sumarle los cinco años que me llevó hacer la investigación”, comenta O’Malley.

Esta Antología fantástica a cargo de autores uruguayos ya se encuentra en librerías, y es una buena puerta de entrada para conocer nuevos autores, así como sus llamativos universos literarios.