Libros que viajan hasta la casa de sus lectores

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Alcides Abella

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Lectores de la Banda Oriental festeja 40 años de vida

La colección Lectores de la Banda Oriental cumple en 2018 cuatro décadas de trayectoria, y la editorial prepara una serie de actividades para el festejo. Por un lado, lanzará una serie de ediciones especiales, entre las que figura una antología de obras de Mario Benedetti, que se presentará en abril.

“También queremos propiciar encuentros entre los escritores que han publicado en esta colección y la gente. Y que ellos recorran el país, en una actividad que tenga algo de charla abiertas, amables, sin intenciones académicas, pero también de taller sobre el arte de la escritura”, adelantó a El País Alcides Abella, director de la editorial. Si bien todavía no está armada la nómina de escritores que llevarían adelante esta actividad, Abella señala que habrá de distintas generaciones y estilos, desde algunos fundacionales de la colección, hasta las nuevas camadas. También la editorial prepara un curso sobre las carátulas de los libros, a cargo de Fidel Sclavo.

Lectores de la Banda Oriental cuenta hoy con unos 3200 asociados, que pagan uno $ 210 mensualmente, y cada mes reciben un libro. La cifra de socios se ha mantenido estable, y a la fecha la colección tiene un catálogo de unos 470 libros, entre los que hay nacionales y extranjeros, actuales y de otros tiempos, aunque siempre de literatura.

“La colección consiste en un club del libro, cuyos orígenes están en el siglo XIX en Alemania. El libro se paga contra entrega, y son ediciones que no llegan a las librerías, aunque a veces se han hecho excepciones. Y cuando llega a librería, se vende a más del doble del precio de dentro de la colección”, afirma Abella, remarcando que en Lectores de la Banda Oriental se han publicado obras de Tomás de Mattos, Alejandro Paternain, Héctor Galmés, entre muchos otros.

Curiosamente, la sólida colección que ahora cumple 40 años nació en tiempos de dictadura, y sorteando el peso de la censura. “En aquel momento político del país, nosotros no podíamos editar ningún autor que ni remotamente fuera progresista, no digamos de izquierda. Hasta varios autores del Partido Blanco nos tenían vetados. Nuestros libros estaban prohibidos en las escuelas. Y en Historia, no podíamos publicar ningún libro que pasara de 1920. Porque en 1933 ya había un golpe de Estado, y eso podía dar lugar a comparaciones”, recuerda hoy el editor, agregando que por el camino de los clásicos el emprendimiento tuvo que dar muchos de sus primeros pasos: Chejov, Joseph Conrad, Miguel Cané, Maupassant, y mucho autor nacional. “Entre Liber Falco y Juan José Morosoli, está Banda Oriental”, sintetiza Abella, agregando la importancia de los esmerados prólogos, que buscan además de ubicar al libro en su contexto, ofrecer una mirada de la obra con personalidad.

“Cuando empezamos en 1978, eran tiempos de censura y autocensura, y a veces la autocensura es peor que la censura”, explica Abella, aunque reconoce que el apoyo al emprendimiento fue rápido desde el inicio, y pronto lograron superar el millar de socios.

“El número de socios no solamente es constante. Es una cifra que además crece sola, sin propaganda masiva. Cuando creamos la colección, yo pensé esto iba a crecer por cierta simpatía hacia el proyecto cultural, dado el momento que se vivía. Pero vino la democracia, han pasado todo tipo de paisajes sociales y políticos en Uruguay, y la colección se mantiene la trotecito, y crece sola. De hecho, los otros libros de la editorial, los que se venden en librería, no crecen así”, indica el editor.

De los más de tres millares de socios que hoy siguen la colección, hay 180 fieles lectores que han acompañado el emprendimiento a los largo de sus 40 años de vida. “En 18 de Julio, a la altura de la Galería del Notariado, hay un cerrajero, en un stand en la calle. Él es socio de la colección desde hace 40 años”, remata Abella con indisimulable orgullo.

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