Tras polémica, Feria del Libro Infantil y Juvenil entra en un "impasse" y será reprogramada

La Feria del Libro Infantil y Juvenil que se realizaba en la Intendencia de Montevideo fue levantada por la muerte de Mariano Arana. Se retomará a la brevedad.

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Armado de la 21° Feria del Libro Infantil y Juvenil.
Foto: Estefanía Leal

Redacción El País
La 21° Feria del Libro Infantil y Juvenil de Montevideo fue suspendida en las últimas horas por la muerte de Mariano Arana, exintendente capitalino cuyo velatorio se realizó hoy en el atrio del palacio municipal.

Este domingo, la Cámara Uruguaya del Libro que organiza la Feria informó sobre la suspensión a través de un comunicado oficial y urgente. "Lamentamos el fallecimiento de Mariano Arana, saludamos a su familia y allegados en este difícil momento. La FLIJ no abrirá sus puertas el lunes 5 de junio", decía la misiva.

Sin embargo, con el correr de las horas cobró fuerza la idea de que la suspensión podría ser definitiva y que la Feria, que debía continuar hasta el domingo 11 de junio, no se iba a retomar, informó La Diaria y confirmó El País.

Finalmente este lunes, tras una reunión entre la CUL y la IMM, se acordó "hacer un impasse" en la feria, que no continuará esta semana pero será "reprogramada a la máxima brevedad posible", informaron desde la Intendencia.

Según supo El País, el acuerdo respecto a la reprogramación fue "total" y sirvió para calmar las aguas tras algunas horas de tensión.

Qué pasó con la suspensión de la FLIJ

Determinada una vez que se conoció que el velorio de Mariano Arana iba a realizarse en el atrio municipal, la suspensión de la Feria se concretó entre polémicas ya que la decisión de la Intendencia de levantar la Feria por el acontecimiento puntual fue tajante. Desde las editoriales involucradas aseguraron que se exigió el desmantelamiento inmediato de los stands, lo que causó tensiones en el ambiente laboral.

Si bien la Intendencia ofreció retomar las actividades una vez culminados los actos por el velatorio de Arana, la primera decisión de la Cámara del Libro fue de no volver con la 21° edición del evento. El principal argumento era económico: bajar la Feria para volver a ponerla en pie en cuestión de horas implicaría el doble de inversión en cuanto a traslados, instalaciones y demás gastos de montaje.

Así, mientras que reponer le implicaría a editoriales y expositores un nuevo presupuesto, suspender haría que se pierda el ingreso económico de la que históricamente es la mejor semana de las ferias, o sea la segunda.

El domingo, confirmó El País, la Cámara Uruguaya del Libro comunicó a sus expositores que se reintegraría el 50 por ciento del valor de cada stand, y que los costos de desarme serían trasladados a la Intendencia.

Tras el acuerdo, no se informó qué se pactó a nivel económico ni se establecieron fechas respecto al reinicio de la FLIJ.

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