La autoridad canadiense del audiovisual impondrá a las compañías teledifusoras la obligación de controlar el volumen sonoro de las publicidades televisivas a partir del 1º de septiembre de 2012, en respuesta a las quejas de los telespectadores. Las teledifusoras "no nos dieron realmente otra opción que fijar reglas precisas que permitirán poner un límite a los anuncios publicitarios cuyo volumen es desmesurado", dijo Konrad von Finckenstein, presidente del Consejo de Radiofusión y Telecomunicaciones Canadienses (CRTC).
Las teledifusoras deberán asegurar que la intensidad sonora de las emisiones y de los mensajes publicitarios sea idéntica, precisó el organismo.