Linklater llevó a Berlín la última entrega de la gran trilogía "Antes"

Elogiado. La crítica ha saludado a "Before Midnight" como un film mayor

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Todo indica que se trata de la notable culminación de una magistral trilogía. El director norteamericano independiente Richard Linklater presentó en el Festival de Berlín su nueva película, "Before Midnight" ("Antes de la medianoche".

Ethan Hawke y Julie Delpy vuelven a reunirse en esta película que prolonga el romance que sus personajes vivieron en los dos títulos previos de lo que ya puede llamarse "la trilogía Antes". Los cinéfilos más memoriosos recuerdan que todo comenzó en 1995, en una película llamada Antes del amanecer, en la que los veinteañeros Hawke y Delpy (él, norteamericano: ella, francesa) se conocían durante un viaje en tren, iban y venían durante quince horas por las calles de Viena, vivían un fugaz romance y se despedían con una promesa de reencuentro seis meses después.

Ese reencuentro no se produjo a los seis meses sino nueve años más tarde, en una segunda película titulada Antes del atardecer. Allí Hawke se había convertido en un novelista prometedor que llegaba a París para promover su libro, que era justamente una ficción sobre su aventura vienesa. Resultaba inevitable que su antigua y fugaz enamorada Delpy se cruzara nuevamente en su camino.

BÚSQUEDAS.

Linklater soltaba a su reencontrados personajes por las calles de París, empujándolos a un redescubrimiento mutuo (y también por parte del espectador) mediante un vagabundeo aparentemente casual, un diálogo que decía mucho y ocultaba más, un aire suelto que conducía empero hasta la secuencia final con el rigor de un decreto del destino.

La opción estética de Linklater era rodar casi todo su film en planos secuencia, largas tomas sin corte que registraban el desplazamiento de sus personajes por calles parisinas o un viaje en barco por el Sena. Era igualmente inevitable pensar en el antecedente del cine del francés Eric Rohmer, sobre todo su serie de los Cuentos de las cuatro estaciones, con sus personajes abundantemente conversadores que solían empero ocultarse tras lo que decían.

En Before Midnight se repite al parecer lo que un crítico español presente en Berlín ha denominado "el milagro Linklater". Han pasado otros nueve años, Delpy y Hawke son pareja, y pasan con sus hijas (han tenido mellizas) unas vacaciones en el Peloponeso. No se han casado, aunque él está divorciado de su primera esposa, quien ha quedado a cargo del hijo de ambos. Pero Jesse y Céline (esos son sus nombres en la ficción) también enfrentan una crisis existencial y de convivencia, el conflicto entre el amor y el afán de independencia.

Una vez más Linklater ha trabajado estrechamente con sus actores, que comparten con él los créditos como colibretistas, para ajustar el diálogo, a menudo improvisado, con el cuidadoso movimiento de la cámara. Como en los films anteriores, el objetivo es obtener una apariencia de frescura y espontaneidad que es sin embargo el resultado de un enorme cálculo y un formidable control de su material. La sutil emoción que generaba Antes del atardecer no estaba solamente en su inteligente diálogo y en la evolución de la cámara detrás, delante o alrededor de sus agonistas, sino también en el juego de silencios y reticencias, el gesto de una mano que se detenía sin proporcionar la ansiada caricia, el aire de despreocupación en medio del cual estallaba de pronto un dolor secreto. Al parecer eso se repite ahora.

Durante la presentación del film en Berlín, Hawke explicó que una de las principales dificultades que él, Delpy y Linklater enfrentaron a la hora de planificar una secuela fue que, tras ser anunciada, la gente empezó a escribir en las redes sociales cómo tenía que ser la película. "Todos tenían su idea. Pero esta saga es muy personal, y decidimos ser fieles a eso", señaló.

SIMBIOSIS.

Hawke dice también que una de las satisfacciones de trabajar con Linklater es que permite a sus intérpretes "casi cruzar la línea entre personaje y actor", y compartir no solamente el texto, sino también la estructura de la película. Delpy aclaró por su parte que no necesariamente ella escribe el diálogo de Céline. "En realidad es todo colaboración", añadió. El director y los actores son los auténticos coautores del film.

Una crónica española desde Berlín señala que Before Midnight reproduce el estilo de los films anteriores "con la inteligencia en estado de alerta, es decir, perfectamente consciente de que esto es una trilogía; de que la película tiene su propia historia; de que estamos envejeciendo". Al mismo tiempo, sostiene el cronista, "se convierte en un divertido (y algo doloroso, la verdad) juego de espejos donde uno no sólo ve reflejada la vida de los protagonistas sino a sí mismo contemplando cómo ha envejecido viéndoles a ellos. En el espejo, qué cosa, estamos nosotros".

Interrogado sobre si habrá un cuarto film, Linklater reconoció no tener la menor idea.

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