ALEXANDER LALUZ
New age. World music. Electrónica. Una mixtura de estilos que confluyen en la música de Emil Montgomery. En la síntesis de esas búsquedas se gestó Astrodomus, el espectáculo multimedia que presentó en el Castillo de Piria.
Clasificar la música de Emil Montgomery invita al juego con las etiquetas. La primera tentación es englobarla en esa suerte de saco abierto que es la new age. Una interzona estilística en la que encuentran su lugar expresiones musicales muy diversas. Si esta clasificación fracasa, otro recurso es apelar a la siempre operativa "world music". Cierto, hay muchos elementos en la música de Montgomery que están explícitamente asociados a este macro género. Pero no todo. Queda, finalmente, la electrónica. Otra gran etiqueta que, desde su ambigüedad, permite abarcar mucho de lo que viene haciendo este inquieto creador desde sus comienzos, hacia fines de la década del ochenta.
Esta aparente indefinición, sin embargo, le abre un fértil campo para la búsqueda y las mixturas. Todo un desafío que asume, sin dar muchos rodeos, como un camino abierto y constante desafío.
Así son sus proyectos musicales. Él mismo lo confiesa en un reciente diálogo con El País: "me fascina llevar adelante proyectos que pueden parecer utópicos". Y Astrodomus, el espectáculo que presentó el pasado viernes 27 de febrero en las afueras de Piriápolis, fue resultado de esa búsqueda constante. "Desarrollamos este concierto con un despliegue muy importante de tecnología y recursos humanos, prácticamente en medio del campo, lejos de cualquier centro poblado", explicó. El escenario elegido fue el bello castillo de Piria. La temática, la astronomía y un homenaje a un pionero histórico: Galileo Galilei.
Luces, sonidos sintéticos, voces, actores, aerófonos andinos, pantallas gigantes. Ese fue el material con que Emil Montgomery urdió este show como un punto de conjunción entre la modernidad tecnológica y la mística.
Desde el escenario, el cruce de emociones. En el parque, la expectativa, la sorpresa. "Finalmente cuando me subí al escenario sentí que la experiencia era como la frutilla de la torta, lo que coronaba un trabajo de varios meses", recuerda.
"Fue un proyecto que pasó por muchísimos cambios. Casi todo se definió en un plazo aproximado de tres meses, pero hacía bastante tiempo que tenía la idea de hacer un proyecto de estas características, especialmente después de mi regreso a Uruguay, y luego de haber pasado bastante tiempo en México". Estos cambios se debieron a las características que tiene el histórico predio del castillo de Piria. "Es un castillo con un parque cuya superficie es muy importante, y uno de los mayores problemas que tuvimos fue la gran cantidad de palmeras". Además, "desde distintas zonas se tenían perspectivas muy diferentes del escenario, lo cual nos exigía armar un show distinto para cada una". Para lograrlo, se tuvieron que quitar columnas y con maquinaria pesada, que proveyó la Intendencia de Maldonado, se removió parte del terreno.
Los cálculos oficiales que le proporcionaron indican que el concierto fue visto por unas 20 mil personas. "Mucha gente tuvo que dejar sus autos a tres kilómetros y llegar a pie", aclara, y esa experiencia imponía la comparación: "Para mí era como una peregrinación; fue una experiencia muy fuerte, intensa". Arriba del escenario, Montgomery revisitó prácticamente toda su obra con abordajes arreglísticos variados. "En este caso -explica- quise hacer algo mucho más íntimo a nivel escénico, y permitir que el castillo, el parque, el cielo, las estrellas fueran los protagonistas". Y materia musical: "Trabajé con una Dj en vivo, una cantante, un violinista, instrumentos andinos, que le dieron otro color y dinámica a mi música, aportando colores y timbres de distintos estilos y lenguajes".
Homenaje a piria y a galileo
Con Astrodomus, Emil Montgomery reunió dos pasiones: la ciencia y la mística. Y los encarnó en las figuras históricas de Francisco Piria y Galileo Galilei. "Desde adolescente soy aficionado a la astronomía; siento que mi trabajo se mueve entre la ciencia y la mística, y me pareció genial reunir estas dos fuentes de inspiración en el castillo de Piria. No hay que olvidarse que Piria manejaba el conocimiento hermético y en especial una de sus ramas que es la alquimia", dijo el músico a El País. "Para mí unir a Galileo y a Piria fue algo mágico. Por eso pusimos personajes en todo el parque que, cuando la gente estaba llegando al concierto, se los encontraba observando el cielo con telescopios, recorriendo el predio como lo habría hecho Piria". Esa experiencia "fue como viajar en un tiempo distinto".
Desafíos y proyectos para el 2009
Tras el éxito que tuvo la presentación de Astrodomus, Emil Montgomery se prepara para encarar nuevos proyectos. En breve, realizará un ciclo en el Planetario Municipal. Paralelamente ya está trabajando en un nuevo megaespectáculo que se realizará en Colonia del Sacramento, en la segunda mitad del año. "Al igual que Astrodomus, éste será un espectáculo muy distinto al que hice en 2005 en el Palacio Legislativo. Aquí vamos a intervenir todo el barrio histórico de Colonia, pero recién estamos en la fase de diseño". Y también está trabajando en el material que dará forma a su próxima edición discográfica.