ENTREVISTA

Eduardo Larbanois, Mario Carrero, Emiliano Muñoz y Freddy “El Zurdo” Bessio están sentados alrededor de una mesa redonda. Cada uno tiene su propio termo y mate bajo el brazo, y mientras repasan letras de retiradas clásicas del carnaval, sonríen.

Hace 10 años que comparten escenarios con 4 en Línea, el proyecto que se inició como un espectáculo de una noche pero se terminó transformando en una alianza musical que no deja de crecer. Ya llevan grabados dos discos en vivo, uno doble (En vivo en el Teatro Solís, 2011)y otro triple (En la noche, 2018), han girado unas cuantas veces por el interior y llegaron a Estados Unidos.

“Estamos sumamente contentos por todo lo que sucedió en estos 10 años. Y no es solo por el número, sino por el contenido”, comenta Bessio mientras se ceba un mate. “Pude conectar de cerca con Mario y a Eduardo, que son personas que admiro desde siempre y que hoy quiero muchísimo. Y ese es un motivo de festejo”. Es por eso que el próximo sábado 18, 4 en Línea llegará al Antel Arena para celebrar el camino recorrido. Las entradas están a la venta en Tickantel, y los precios van de 600 a 1950 pesos.

Antes de su regreso a los escenarios tras casi dos años de ausencia, el cuarteto dialogó con El País.

—¿Cómo se preparan para el encuentro de sus voces en este regreso a los escenarios? Lo que inició como un show en bloques, se transformó en un recital compartido.

Eduardo Larbanois (E.L.): Es un trabajo bastante complicado, porque con Mario ya estamos acostumbrados a arreglar las voces a pesar de que ha sido trabajoso generar una segunda voz interesante porque no tenemos mucha diferencia de altura. Entonces, cuando tenés dos voces de calidad como las de Emiliano y El Zurdo, pasa algo formidable. Y, cuando tenemos a los coros, parece una locomotora. Nosotros necesitamos trabajar, no solo desde el punto de vista laboral, sino humano. Vos querés cantar y conmover al otro porque te conmueve lo que hacés. Por eso es gratificante volver al escenario para recuperar esos espacios perdidos. Además, con ellos hemos logrado una relación muy linda. El afecto es muy importante y hace que enriquezca el trabajo de un proyecto que fue preparado para un momento y que ya lleva 10 años. Para mí, es un privilegio cantar con ellos por su calidad artística. Te aseguro que a estos gurises los llevás a cantar a cualquier parte del mundo y son Gardel.

—Su repertorio tiene una fuerte presencia de la murga-canción, un género que Larbanois & Carrero experimentaron por primera vez en Carnaval, el disco de Omar Romano.

Mario Carrero (M.C.): Sí, porque antes la murga solo era algo de carnaval. Pero es un camino que viene de antes de ese disco gracias a trabajos que pasaron un poco desapercibidos en su momento, como Todos detrás de Momo, de Los Olimareños. También se veía en canciones de El Sabalero, pero en ese momento no se le dedicaba mayor espacio a la murga. Después, hay trabajos fenomenales como Murga Madre, de Pinocho Routin y Pitufo Lombardo, y otros ejemplos como El Alemán, Alejandro Balbis y Jaime Roos. La murga siempre estuvo vinculada a la música popular, pero antes había un prejuicio de que los murgueros cantaban mal y que no se les entendía.

E.L: El disco de Omar que comentás nació porque en aquellos tiempos había pocas grabaciones y recursos técnicos, entonces al murguista no se le entendían las letras porque clarineteaba. Con Carnaval empezamos a rescatar textos formidables, pero nos dio trabajo. Luego se le integró la gente académica y del teatro. Hoy, la murga es un espectáculo de primer nivel teatral.

—Con Hasta el otro carnaval, Emiliano y El Zurdo, hicieron algo similar al Carnaval: tomaron varias retiradas perdidas y las revitalizaron. ¿Qué representa ese disco en su carrera?

Emiliano Muñoz (E.M.): La idea era rescatar las retiradas que no estaban en discos y que pueden usarse de referencia para otras generaciones, como para nosotros fue ese disco de Omar Romano. Hay canciones como “Gorrión de cara pintada”, que estaba medio olvidada, y le agregamos una guitarra eléctrica y un arreglo más moderno. Lo mismo con “Los pájaros”, que es una versión totalmente nueva, y se convierte en un fox-trot que está divino. Quedamos copados.

—¿Son conscientes de que han ayudado a expandir a la murga-canción?

Zurdo Bessio (Z.B): Tenemos la dicha de llegar a un montón de lugares gracias al trabajo con Mario y Eduardo. Hemos participado de festivales a los que no podríamos haber llegado de otra forma. Cuando Mario dijo que la murga era muy de carnaval, hoy te digo que sobrevive todo el año. Pero es un trabajo de todos, más allá de que nosotros llevemos la murga, ellos también lo hacen.

E.L: Lo que pasa es que uno elige un oficio y lo lleva adelante según sus emociones. Antes se tenía la mentalidad arcaica de que si se tocaba folclore, no se podía enchufar una guitarra… entonces no usen micrófono (risas). Todo lo que sirva de elemento de expresión en el arte, no puede estar prohibido. La vida del artista es un desafío permanente y tenés que hacer algo que te guste y te gratifique; si le gusta al otro, mejor todavía. Ahora, si te repetís porque algo funcionó, entonces te mataste como creador.

—¿Qué esperan del reencuentro con el público?

M.C.: Es un reencuentro que hemos venido palpitando hace tiempo. Cuando hicimos dos recitales con el dúo en La Trastienda y anunciamos que íbamos a estar en el Antel con 4 en Línea recibimos un aplauso cerrado. Creo que la gente se comprometió con lo que hacemos.