Redacción El País
Luis "Chato" Arismendi, referente de la música tropical uruguaya, murió este jueves a los 71 años a causa de una enfermedad con la que luchaba desde hacía tiempo. Recientemente había sido intervenido y estaba internado en el Hospital de Clínicas.

Artista polifacético, Arismendi, nacido en Las Piedras y radicado en los últimos años en Las Toscas, venía de familia musical.

“Mi papá cantaba muy bien y tocaba en conjuntos. Mi madre también cantaba muy bien, pero más de entrecasa", contó en 2020 en entrevista con El País. Nunca estudió canto o algún instrumento. Todo le vino de manera natural y autodidacta.

Solo estudió música dos meses, confesó alguna vez; empezó cantando folklore y a los 10 años debutó en Canal 10 y con el tiempo se sumó al circuito de las tanguerías, muy populares en su época, junto con el bandoneonista Carlos Magallanes. Ahí fue compañero de algunos de los grandes guitarristas de su tiempo. Llegó a actuar en el programa porteño Grandes Valores del Tango en 1970 y poco después se integró a los guitarristas que acompañaban a Alfredo Zitarrosa.

"Tuve el privilegio de acompañar un ratito a Don Alfredo y eso para mi fue el sumun", le contó Arismendi al documentalista Aldo Garay en el programa Memoria tropical. "Era un tipazo".

Su carrera en la música tropical empezó a mediados de la década de 1970 con la pedrense Sonora América; luego, como integrante del Grupo Latino, aportó la voz a éxitos como "Quiero recorrer tu cuerpo" y "A fuego lento". Su voz y su carisma hicieron que rápidamente fuera la estrella del grupo.

A mediados de la década de 1980 se sumó al Cubano de América, otra legendaria agrupación de la por entonces llamada cumbia. Con ellos grabó "A sol caliente", uno de los temas más reconocidos de su repertorio.

Grabó éxitos con bandas como Sonora Palacio, Conjunto Casino, Combo Camagüey. Tuvo una larga carrera en solitario.

"El primer disco que tuve en mis manos fue uno de El Gran Combo de Puerto Rico", contó en Memoria Tropical. Se subió con ellos, uno de los padres de la música latinoamericana, en el escenario del Teatro de Verano. En 1994 había canta con otra de sus referencias, Oscar D'León.

"El Chato fue un icono de la música popular del Uruguay y no solo en el género tropical", dijo a El País Ruben Yizmeyián, director de Chévere Producciones, quien hizo posible esos encuentros con El Gran Combo y D'León. "Fue el artista más completo con toda la ductilidad que se puede pedir de un cantante. Carismático, afinado, respetuoso con swing y sabor no solo para lo tropical y la salsa, sino también cantando tango, su otra gran pasión".

"Felizmente dejó muchas grabaciones y su legado está ahí", dijo Yizmeyián. "En vida, hizo lo mejor que pudo dentro de una bohemia total".

En los últimos tiempos había consolidado su veta tanguera con el conjunto El Chato y Los Milonga.

"Hoy nos dejó una leyenda y se fue de gira al cielo uno de los más grandes de todos los tiempos. Un referente, muy directo y sin guardarse nunca nada. Te voy a extrañar mucho y siempre recordaré nuestras charlas y tus consejos", escribió en su cuenta de X el cantante Charly Sosa.

"Ayer te llamé, y no pudiste atender. Me quedo con ese sabor amargo de no haber podido hablarte, de pedirte que te cuidaras. Que nuestra música, nosotros y tu público te necesitábamos. No llegué a tiempo. Serás eterno en cada canción. Vuela alto. Y ahora si... descansa en paz, querido Chato Arismendi", escribió en su cuenta de Facebook la cantante Marihel Barboza.