Cantó en la edición argentina y uruguaya del festival Cosquín Rock, abrió los recitales de María Becerra, Aitana y Wos en Montevideo, y su colaboración con Luana (“Alienígena”) roza las 300 mil reproducciones en YouTube. Agus Giovio tiene 24 años, estudió comedia musical en Estados Unidos y su repertorio se mueve con comodidad entre el rock, el pop y la música urbana.

“No me gusta encerrarme en un solo género”, dice a El País. “Es algo que viene de una de mis primeras experiencias como compositora: hice la música para un cortometraje y las canciones iban en relación a lo que pasaba en la peli. Y yo soy así; el estilo depende de lo que pasa con la letra”.

“Maldición”, que publicó el año pasado, es un ejemplo perfecto de esa búsqueda. La letra describe una crisis existencial (“Ya no soy quien quería ser, / Parece que los años pegan de una vez”), y la frustración ante la acumulación de soluciones fallidas (“Ya probé la ley de atracción, la manifestación...”) da paso a un crescendo de furia reprimida. Lo que inicia con rasgueos de guitarras acústicas y una voz cercana, bien brillosa, es reemplazado por acordes distorsionados y un canto aguerrido, de fraseo casi visceral. Y todo ocurre en poco más de dos minutos.

“Es una canción supercruda”, reafirma la cantante que lanzó su carrera solista en 2019. “Yo sufro pila de ansiedad y tuve ataques de pánico bastante heavies, y me parecía buenísimo poder volcar lo que viví en mis canciones. Descubrí que al escribir desde lo más crudo y vulnerable, mi música llega más a la gente, incluso si no es comercial”.

En ese sentido, “Makina Fanatik”, lanzada en abril del año pasado, inauguró esta nueva etapa. Marcó un quiebre respecto a temas anteriores, como la trapera “Fiera” y la de balada con tintes de R&B “Efectos secundarios”, y la acercó a un nuevo público; tiene casi 200 mil vistas en YouTube.

“Todo pasó porque el año pasado firmé con el sello (argentino) Pirca Records, y ellos me retaron a componer algo que fuera tan auténtico que quien escuchara mis canciones dijera: ‘Esta es Agustina’. Para hacerlo, decidí ir más a lo profundo”.

Giovio viajó a Buenos Aires para trabajar con el productor Renzo Luca (quien colaboró previamente con Bizarrap, Trueno y Luck Ra), y en medio de una sesión propuso una frase que revelaba un costado desconocido para su público: “De las ovejas negras yo soy la peor, / Ahora te explico mejor”. Tras esa sugerencia, el estribillo salió de forma casi instantánea, como si Giovio estuviera transcribiendo una idea a la que le daba vueltas durante años. “No quiero ser parte de esta máquina fanática de crear personajes de rol”, asegura.

“Desde que soy chica me sentí un poco alienígena y me consideré una oveja negra”, comenta. “Después, cuando van pasando los años, te das cuenta de que no solo te pasa a vos y pensás: ‘Qué suerte’, pero creo que también tiene que ver con que yo no siento el amor tan apasionadamente, y en mi vida todo pasa por la música y por mi carrera”.

En ese sentido, la cantante revela que la “obsesión” por apostar todo a su vocación ha tenido su lado oscuro. “Es un problema estar en todo, como los videoclips o la estética; por suerte, ahora cuento con el apoyo de un sello”, dice.

Su trabajo con Pirca Records le permite concentrar más energía en la composición o el encuentro con otros artistas. Así fue como nació “Alienígena”, su colaboración con Luana. “Tenía la canción en stand-by y sentía que podía estar bueno invitarla para explorar su lado pop y generar algo que nos representara a ambas, a la vez que mostrara lo bueno que es juntarnos entre artistas uruguayas”, cuenta.

Así, Giovio puso en paréntesis el abordaje de “Maldición” y “Makina Fanatik” y apostó por una canción festiva de tintes electropop y guitarras funky, que dejan un pegadizo estribillo que juega con la sensualidad. Algo similar sucede con “Rockstar”, publicada en noviembre, cuya letra va por esa senda aunque la vestimenta musical es puramente punk-rock, al estilo de Avril Lavinge en The Best Damn Thing. “Ey, vos, ¿qué pasa? Hace frío y no estás en mi casa”, canta.

Así como “Makina Fanatik” fue un adelanto de su nueva forma de escribir, “Rockstar” sirve como una buena muestra del sonido que definirá a sus próximos lanzamientos. “Siento que mi proyecto se está poniendo cada vez más rockero y quiero que mi banda, que me acompaña desde que empecé, tenga más protagonismo”, adelanta.

“Las próximas canciones que grabe van a tener un proceso más analógico, con la banda tocando en vivo en el estudio. Quiero hacer un disco conceptual, porque siento que hay mucha data adentro mío que quiero sacar”.