ENTREVISTA
El grupo formado por los hermanos Sardelli llega este sábado al Teatro de Verano para presentar su nuevo disco, "Al parecer todo ha sido una trampa", y Guido dialogó con El País.
"Al parecer todo ha sido una trampa es el anti-álbum moderno”, asegura Guido Sardelli. “Ahora la música está pensada de otra manera, pero nosotros tenemos una mentalidad tradicional y nos resistimos a eso de que sea todo inmediato para que funcione el algoritmo. Por eso sacamos 17 canciones”.
Y el nuevo trabajo de Airbag, el power-trío formado por los hermanos Sardelli —Gastón, Patricio, y Guido— es el “anti-álbum moderno” por muchos más motivos que sus 62 minutos de extensión. Se trata de un trabajo visceral, ecléctico y furioso en el que temáticas como la vida, la muerte y el cuestionamiento sobre el alcance de la tecnología se entrelazan en un tejido de riffs, muchos power-chords y golpes insistentes de batería. “Hay que escucharlo varias veces para encontrarle un sentido”, asegura.
Aquellos lectores que le perdieron el rastro a los argentinos luego de los éxitos radiales “Amor de verano”, “Si te vas” y “Solo aquí” —los tres repartidos en sus primeros dos álbumes— y de que se lanzaran como artistas independientes en 2011, seguramente se sorprendan con la notoria madurez del trío.
Sin embargo, es necesario aclarar la evolución y el cambio está en el ADN del grupo desde Una hora a Tokyo (2008), su último trabajo con Warner. “Siempre grabamos un álbum como si fuéramos una banda nueva”, aclara Guido. “A partir de Una hora a Tokyo pensamos que no importaba lo que hicimos antes, siempre tenemos que hacer de cuenta que estamos empezando. Eso nos da cierta frescura”.
Y el sucesor de Mentira La Verdad (2016), donde el cuestionamiento y la mirada introspectiva ya estaba presente, califica como su mejor álbum hasta la fecha. Canciones como “Kamikaze”, “Campos Elíseos” y “Motor enfermo” ofrecen una serie de críticas sobre la forma en que se maneja el mundo. La última se inspira en la novela Frankenstein para analizar lo que Guido define como el “espíritu y el sufrimiento del hombre”. Todo sobre elementos del hard-rock, que funcionan como un manifiesto ante un mundo de apariencia injusta.
Pero, como adelanta el título del disco, gran parte de la rabia que alimenta a Al parecer todo ha sido una trampa radica en la imposición de la tecnología en la vida humana. “A pesar de que tiene cosas buenas, nos deshumaniza bastante y nos esclaviza”, asegura.
“Cuando apareció internet en los noventa, muchos pensaban que iba a liberar al hombre, pero en realidad fue un Caballo de Troya: hizo que estés conectado 24 horas y que nuestros datos estén controlados por alguien que no conocemos”, advierte. Por eso, en el tema que da nombre al disco, asegura: “Vas camino a ser un animal”.
“Parece que hay otras cosas más urgentes, pero este es el elefante en el living que nadie quiere ver”, comenta. “El día en que nos preguntemos realmente hacia dónde llegamos, va a ser demasiado tarde”, lamenta.
Más allá de los cuestionamientos, Guido está entusiasmado. Esta noche llegará con Airbag al Teatro de Verano (últimas entradas en Abitab). “Íbamos a ir el año pasado justo en la semana que el mundo colapsó, así que nos quedó pendiente el show.”, dice. “Espero lo mejor porque el público siempre es muy eufórico cada vez que vamos. Estamos muy contentos”.