"Va a ser un recital musical y coloquial a la vez”, comenta Alberto Magnone sobre el espectáculo que ofrecerá este viernes 1º de noviembre en Sala Verdi. “La idea es mechar alguna cosa distendida para quitarle un poco de seriedad y trascendencia al asunto, que es de lo que a veces pecan los conciertos”, asegura. Para que no haya duda, el título del espectáculo lo deja claro: se titula Algunos tipos de pescado.
Cuando se le pregunta por el origen de ese nombre tan peculiar, el pianista de 77 años se ríe y explica que todo se remonta a la Semana Santa de 1985, cuando todavía era parte de la banda de José Carbajal, “El Sabalero”. El cantante de “Chiquillada” y “Borracho pero con flores” había regresado del exilio a finales de 1984, y desde ese momento Magnone lo acompañaba en sus presentaciones, incluyendo la del Estadio Franzini, que quedó inmortalizada en el disco doble Angelitos.
En aquella Semana Santa, Magnone —que compartía formación con Jaime Roos— viajó a Colonia para una presentación de El Sabalero, y un cartel en la puerta de un restaurante le pareció tan ingenioso que no lo olvidó jamás. “Justamente ofrecía ‘algunos tipos de pescado’ y a todos nos pareció muy gracioso porque solo de bacalao, el pescado de Semana Santa por antonomasia, hay 60 tipos. Se ve que el dueño del restaurante quería cubrirse las espaldas por si alguien le pedía algo que no tenía”, cuenta, entre risas. “Esa frase refleja la temática del recital de este viernes: es un salpicón”.
En la Sala Verdi, Magnone estará acompañado por los cantantes Marcelo “Lolo” Iribarne y Anita Balbis en un espectáculo que recorrerá distintos capítulos de su carrera. El evento incluirá anécdotas de su época como acompañante de figuras como Eduardo Mateo, Fernando Cabrera, Horacio Ferrer, Washington “Canario” Luna, El Sabalero y Jaime Roos.
Esas historias, además, forman parte de su libro de memorias, para el que Magnone está buscando un editor interesado en publicarlo. ¿Cómo se llamará? Algunos tipos de pescado, por supuesto.
Aquel hombre que en 1985 escribió la frase en un pizarrón jamás habría imaginado que ese anuncio, hecho “para cubrirse” de pedidos extravagantes, se volvería tan influyente en la vida de alguien.
El repertorio del recital de Sala Verdi (entradas en Tickantel a 700 pesos) estará centrado en composiciones de Magnone como una chamarrita dedicada a El Sabalero, el “Oratorio Delmira Agustini” que escribió junto a Ferrer y una pieza dedicada a Juana de Ibarburu. También habrá espacio para interpretar dos standards de jazz, un clásico de la bossa nova como “O Pato” (popularizada por João Gilberto) y hasta para “El murguista”, la pieza central de Dandy, el príncipe de las murgas, la opereta en dos actos que estrenó en 2014.
Va a ser un buen muestrario de la versatilidad que definió la carrera de Magnone, un pianista que se mueve con naturalidad entre el jazz, el tango, el folclore, la murga, el candombe y la bossa nova. Para quienes no conocen su obra solista, se recomienda la escucha del disco Química (2001), fiel reflejo del artista con un menú musical basado en “algunos tipos de pescado”.