El español Alejandro Sanz se ha adaptado a los tiempos, a las nuevas exigencias de la industria musical en la escala en la que él se mueve, con la publicación de su primer EP o miniálbum, un disco de tres temas con el cantautor venezolano Danny Ocean y con el productor fetiche de C. Tangana, Alizzz, en el que coquetea con el mundo de lo urbano latino como una invitación a imaginar más colaboraciones.
¿Trabajaría también con los españoles C. Tangana y Rosalía? “Nunca se sabe. Para mí los dos son grandes artistas y, si se diera la ocasión, claro, por qué no. Me encanta compartir la música”, dijo en entrevista reciente a Efe.
Algo de esa nueva música y de ese sonido —que viene explorando hace por lo menos 19 años, cuando hizo “La tortura” con Shakira y sus formas reggaetoneras— sonará hoy en el Antel Arena, en una vuelta a Uruguay que se da con entradas agotadas y en la que, sobre todo, se esperan baladas y temas de autor.
Sanz regresará al escenario donde se presentó la última vez que vino a Montevideo, en febrero de 2020, justo antes del covid, para confirmar un momento pleno: colgó el cartel de sold out varias semanas antes del día del show. Los precios iban de 2.500 a 4.800 pesos.
¿Habrá influido su reciente inclinación urbana en ese éxito? Más allá de las hipótesis, la realidad ya es ese primer EP, que se llama Correcaminos y que, como canta en el tema homónimo, le imprime otra velocidad a su carrera.
“Los tiempos lo piden. Lo que no se puede es estar en medio, entre la época de los discos en los que uno se pasaba seis meses en un estudio para grabar y estos que corren con otra agilidad. Yo tenía estas tres canciones y me quemaban en las manos”, alegó a Efe.
Entonces anticipó, además, que no habrá que esperar al álbum que tome el relevo al previo SANZ (2021) para escuchar más material inédito en los próximos meses. “Iremos teniendo música seguro”, indicó con entusiasmo.
Sobre “Correcaminos”, la canción bandera de este lanzamiento, dijo que era la oportunidad que llevaba “bastante tiempo” esperando para trabajar junto a Danny Ocean. “Es uno de los artistas más personales y con más talento que hay, muy original en su forma de hacer las cosas y un tipo que no se da por vencido, que siempre está a la búsqueda de algo mejor, sofisticado en el estudio”.
También tuvo palabras así para el español Alizzz, especialmente célebre por su trabajo al servicio de artistas como Jorge Drexler o C. Tangana. “No había oído hablar de él hasta que me mostraron su trabajo y alguien de mi equipo lo propuso. Es un tipo muy serio y muy sensible en el estudio, también muy testarudo con la excelencia en el sonido, así que nos entendimos muy bien”, celebró.
Como anticipándose a posibles críticas por el cambio estilístico del tema, la letra dice: “Y cuando juzguen y critiquen y me pregunten por qué agarré este camino, soy un viajero, un aventurero, soy el motherfucking correcaminos”.
Pero en el EP también está el otro Alejandro Sanz, el de formas que han conquistado a Iberoamérica y que han llevado a que, por ejemplo, la cantante rochense Florencia Núñez haga campaña en redes sociales con el objetivo de, hoy, cumplir el sueño de cantar con él. El de los clásicos: “Amiga mía”, “Corazón partío”, “Cuando nadie me ve”. El mismo que ahora tiene temas nuevos como “Cuándo” y “Volé”, ese último para dialogar con el niño que dejó de ser.
“Intento que no se vaya del todo, pero hay partes de ese Alejandro que ya no existen, la inocencia por ejemplo”, dijo. “Antes creía que todo el mundo era bueno y confiaba mucho al poner aspectos de mi vida en manos de otros. Las decepciones van separándote de ese niño, pero ganas en capacidad de decisión”.
Con todo eso en la mochila, Sanz retomó a mediados de abril la gira que lo trajo a América Latina. Ya pasó por Perú, Ecuador, Chile y Argentina; hoy llega a Uruguay y luego vuelve a Buenos Aires, donde dará tres conciertos más. Ha hecho casi todo con entradas agotadas.
La gira, llamada Sanz en vivo, cuenta con una banda mixta de 10 personas y con un repertorio que ronda las dos horas y no elude ningún éxito masivo.
De la primera actuación en el Movistar Arena porteño, que fue el domingo, la crítica de La Nación dijo esto: “Que tiene la garganta en óptimo estado. Que es plenamente un artista pop pero que tiene inquietudes rockeras (...) Que se respalda en una banda de músicos muy profesionales pero que se asegura la solidez del resultado con la utilización de mucho sonido secuenciado. Que adora, casi como una marca ineludible en la mayoría de los artistas pop, el amontonar temas en grupos de a dos o en medleys de tres, lo que le permite hacer muchos más títulos y dejar satisfechas las expectativas de su público”. Y “la energía es tan desbordante que no hay modo de quedarse en la butaca”. Ahora le toca probarlo en Montevideo.
Con base en EFE