ENTREVISTA

La imagen de Alex Ubago en la rambla montevideana rompe con la rutina del miércoles a la tarde. Alcanza con que el cantautor español se aleje unos metros del hotel donde se hospeda para que su presencia desate un pequeño escándalo. En cuestión de segundos, queda rodeado por al menos 10 transeúntes que, como acto reflejo, sacan el celular de su bolsillo. Una mujer interrumpe su entrenamiento para pedirle una selfie y preguntarle qué hace acá. Él contesta, simpático: “Vine a grabar La Voz”.

Tampoco faltan los que, a los gritos, preguntan quién es el que causa semejante alboroto; al menos tendrán una historia para contar cuando lleguen a casa. “Es el que hizo algunas de las canciones más lindas que escuché”, le responde un hombre a una señora insistente. Lo dice bien alto, como para garantizarse de que el músico lo está escuchando.

Cuando Ubago se para al medio de la rambla República del Perú, para posar para la cámara de El País, los saludos y las fotos se transforman en bocinazos. La escena dura menos de 10 minutos y para cuando vuelve al hotel, el paisaje retorna a su normalidad.

Ubago está en Montevideo desde el sábado pasado, cuando llegó para formar parte de La Voz Uruguay, el reality show de canto que Canal 10 emite hace dos semanas. El artista, que ya pasó por las versiones de México y España, participó de la llamada “fase de batallas” entre los participantes que son parte de los equipos formados por los jurados Lucas Sugo, Ruben Rada, Valeria Lynch y Agustín Casanova.

Sobre su participación en el reality y su nuevo álbum, el músico, que espera ofrecer un recital en Montevideo antes de que termine el año, dialogó con El País.

—¿Cómo fue la dinámica de tu participación en La Voz?

—He participado en dos programas de la fase de las batallas como jurado invitado. Disfruté de oír a los participantes cantar, pude brindarles mis devoluciones y mis humildes consejos, y luego compartí un rato con los jurados. Además, grabé una entrevista con Natalia Oreiro y el equipo de Agustín Casanova, y luego ella me acompañó en una canción que grabamos en acústico. Ha sido un placer enorme conocer a los cuatro jurados porque me han hecho sentir en casa; además pude disfrutar del talentazo que tenéis aquí en Uruguay.

—Hacía tiempo que no visitabas Montevideo. ¿Cómo definirías este regreso?

—Es verdad que hacía bastante tiempo que no venía por aquí. Ha sido muy bonita la invitación que recibí para participar en La Voz, y gracias a mis patrocinadores, Emigrante y Estrella Galicia, he aprovechado para promocionar mi disco Alex Ubago, 20 años, que sale pronto. Además, hemos pillado un clima espectacular (se ríe). Estoy muy contento.

—Al escuchar los adelantos del disco me interesó tu nueva versión de “No te rindas”, que grabaste junto a Andrés Suárez. ¿Sientes que el mensaje se resignificó a 20 años de su salida?

—Pues sí, y eso es lo bonito de las canciones, porque una letra que escribiste hace mucho tiempo pensando en una situación específica adquiere otro significado con el paso del tiempo. “No te rindas” tiene un mensaje muy potente sobre no tirar la toalla, y es una canción que cada uno puede hacer suya dependiendo de lo que esté pasando en su vida. En estos tiempos tan convulsos, siento que es un himno al espíritu de lucha.

—Tu primer disco, ¿Qué pides tú?, se publicó en medio del furor por el reality Operación Triunfo en España. ¿Cómo recuerdas ese momento?

—Bueno, hay varios medios que piensan que salí de ahí porque coincidí en la época (se ríe). En aquel momento, ese programa tuvo una exposición mediática muy fuerte, que es precisamente lo que yo no tuve en mis comienzos. Lo mío fue más poco a poco, haciéndome un huequito a base de trabajo, esfuerzo y recorriendo todas las ciudades de España. Fue un trabajo picando piedra, se podría decir. Por otra parte, Operación Triunfo tenía una exposición tremenda, lo cual me hizo sentir que tenía más mérito asomar la cabeza en un momento en que los primeros 15 puestos de la lista de éxitos estaban literalmente copados por los chicos del programa.

—Ese tipo de realities, ya sea Operación Triunfo o La Voz, tienen el riesgo de generar ganadores con éxito efímero. Hay veces en que los participantes no saben manejar la exposición repentina porque se saltearon varios pasos en su carrera. ¿Estás de acuerdo?¿Qué es lo más importante para no caer en esa posición?

—Estoy de acuerdo con lo que dices del riesgo de lo efímero en el sentido de que cuando de repente algo funciona muy de golpe y tiene una exposición muy fuerte, es fácil que pueda desaparecer con la misma rapidez. Y no algo que pase solo con estos programas, sino que también sucede en internet cuando algo se viraliza. Creo que para lograr una carrera sólida en el tiempo es necesario seguir haciendo canciones y renovándote; la constancia acaba teniendo su recompensa. Yo siempre pongo el ejemplo de artistas como David Bisbal, Pablo López y Manuel Carrasco, que participaron de Operación Triunfo y de La Voz, y aunque no ganaron, tuvieron la oportunidad de darse a conocer allí. El verdadero reconocimiento llegó con el trabajo que vino después.

—Entonces, ¿qué consejo le brindarías a los participantes de esta edición de La Voz Uruguay?

—Que disfruten, que aprendan los más posible y que no se obsesionen con si ganan o no. Lo más importante es que aprovechen los momentos que les brinda el programa para disfrutar, tratar de conectar con los televidentes y, sobre todo, aprender lo máximo posible. Este tipo de programas son un vehículo de promoción pero, al final, lo más importante es que puedas convertirte en un cantante que no se parezca a otro: yo prefiero a un cantante que no sea tan perfecto, pero que sí tenga una personalidad única. Lo más importante es trabajar en las canciones si eres compositor; y si no tienes esa habilidad, entonces trabaja con un equipo. Lo que más importa es conectar con el público porque, como ya hemos visto, cantantes buenos hay muchos, pero el mérito tiene que estar en ofrecerle a la gente canciones que los emocionen.

—Hablando de eso, ¿eres consciente del rol de tu música en la vida de tus seguidores?

—Sí, pero no del todo. Lo sé porque mis seguidores me han hecho saber que mis canciones los han acompañado a lo largo de sus vidas. Es una de las sensaciones más maravillosas y me hace sentir muy afortunado saber que he podido escribir canciones que forman parte de su banda sonora; es lo máximo a lo que puede aspirar un cantautor.