MÚSICA
Antes de su show del 17 de mayo en el Teatro El Galpón, la excantante de La Oreja de Van Gogh charló con El País
Antes de su recital del 17 de mayo en el Teatro El Galpón, el excantante de La Oreja de Van Gogh charló con El País sobre Nacidos para creer, su disco más personal, y sobre cómo la música la ayudó a recuperarse de uno de los años más difíciles de su vida.
—Cuando publicaste Nacidos para creer explicaste que este disco era un striptease emocional. ¿Qué importancia tienen los discos como una manera de abrirte emocionalmente?
—Mis discos siempre han sido un desnudo. Siempre que me pongo a componer pienso en lo que viví y qué es lo importante que tengo para contar. Nacidos para creer llegó a mis 40 años, que es una etapa canchera, dependiendo de cómo te la tomes. Yo pasé la depresión de los 40 y me di cuenta de que quería sacar lo positivo de tener más experiencias que a los 30. Yo lo llamo un striptease porque cada vez me voy atreviendo a más y a hacerlo de otra manera.
—¿Sentís que estás apostando a hablar sin metáforas? Porque la canción “Nacidos para creer” es bastante directa.
—(Se ríe) Totalmente, es muy directa. Aunque también hay algunas metáforas en el disco.
—En esa canción apuntás a dos lugares: hablás de las críticas que recibís pero también le das valor a la gente que siempre te acompañó emocionalmente. ¿Cómo surgió?
—Mira, esa es una canción que me ha pasado factura por haber sido tan directa, por lo menos en mi país. No hay ninguna frase de esa canción que no sea verdad, ni que de situaciones que ninguno de nosotros no hayamos vivido. Fíjate que el año pasado me lo he pasado muy mal porque la prensa digital, por el clickbait, publica noticias falsas sobre mí y luego dicen que todo el rumor ha salido en Twitter. La canción es un ajuste de cuentas en dos direcciones.
—¿Cómo te llevás con las críticas en las redes sociales?
—Lejos de atacar, me da pena la gente que no hace nada con su vida más que mirar lo que hace el otro. Ha sido un año duro y me ha afectado mucho, pero saco estas conclusiones: la prensa está muy necesitada, y hablo de la prensa seria. No voy a hablar de nombres, pero curiosamente la prensa superseria se basa en Twitter para el clickbait. Me llegó una desilusión grande porque yo sigo a esos medios y creí que eran serios.
—¿Sentís que esos ataques solo están dirigidos hacia ti?
—No. El año pasado me han hecho muchísimo daño, pero esto es completamente común. El otro día una actriz dijo: “El 10% de lo que dicen de mí es verdad”, y tiene razón. Ya no sabemos si es verdad lo que leemos.
—Volviendo al disco, en “Ave Fénix” hablás de una especie renacimiento. ¿Qué importancia tuvo mirar hacer una mirada introspectiva?
—Es que “Ave Fénix”, al igual que “Nacidos para creer”, es un poco el leitmotiv de este disco. Todos nos caemos en un momento, todos tenemos momentos de debilidad, tenemos malos momentos y malas rachas. A veces queremos tirar la toalla y queremos montar un chiringuito en las Bahamas para olvidarnos de todas las cosas. La canción habla de la fuerza interna que tenemos los seres humanos y de ese “Ave Fénix” que existe dentro de nosotros; que cuando está con las alas muy quebradas le cuesta volar, pero siempre está. Yo me he recompuesto millones de veces y tengo un Ave Fénix a prueba de bombas. Este Ave Fénix tiene las alas muy cosidas pero sigue volando.
—¿Sentís que la música es lo que más te ayuda a remendarte?
—Sí, porque la música siempre fue catártica. Cuando uno está por hacer otro disco, es cuando sueltas las maletas y te preguntas: “¿Ahora qué?”. Tú imagínate que después de todos los ataques que recibí por Nacidos para creer estoy asustada con lo qué voy a escribir en el siguiente disco.
—¿Cuál sentís que es la canción más personal del disco?
—Mira, las canciones son como hijos y todas tienen un sentido, pero, tanto musicalmente, como la letra, la más personal es "Mi Buenos Aires"; para mí es la más importante. Habla de la experiencia que tuve hace cuatro años, que tuve un reencuentro que me cambió mucho. La historia habla de un momento en que me fui de España porque me ofrecieron una gira por aquí y al final estuve 5 meses con un equipo nuevo. Así me reencontré y empecé a encontrar las plumas del Ave Fénix. Cuando la grabé en el estudio me emocioné mucho; sin embargo es la canción que menos éxito ha tenido.
—¿Cómo recuerdas las épocas de La Oreja de Van Gogh? Me imagino que debe haber sido una sorpresa haber vendido casi un millón de discos con su debut, Dile al sol.
—Eso fue impensable. Es algo que ni siquiera hoy, ninguno de los cinco, podemos decir que tenemos asimilado. En cualquier caso, guardo recuerdos maravillosos, imborrables y una época de mi vida única.
—El 17 de mayo volvés a Montevideo para presentarte en el Teatro El Galpón. ¿Cómo va a ser el show?
—El recital va a ser un repaso de mi carrera. Va a haber varias canciones de Nacidos para creer, pero también será un repaso de mis primeros discos solistas y canciones de la Oreja de Van Gogh. Tengo unos fans aquí que son maravillosos y por eso el show va a ser una fiesta.