LANZAMIENTO
La cantautora urguuaya editó "8 para el 8M", un disco de versiones en el que recoge repertorio sobre las mujeres
Ana Prada concretó un proyecto al que le venía dando vueltas hace tiempo, 8 para el 8M, en el que versiona ocho canciones que de una u otra manera están relacionadas con el feminismo, algunas de ellas de autores hombres.
Acompañada en algunos casos por instrumentación que aporta un sonido rockero o electropop, y en otros volcada a improntas más intimistas, Prada se aleja de la veta más cantautoril a la que la asocia el inconsciente colectivo y ofrece una rica variedad de texturas.
Como intérprete se luce en canciones de difícil cantar, como “Paloma negra” de Chavela Vargas, pero sobre todo sorprende la muy acertada selección de repertorio que va de La Tabaré a Gloria Trevi, y que aborda desde un lugar personalísimo. Está muy bien.