Ana Prada & Samantha Navarro: los espacios conquistados y lo que queda por cambiar

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Ana Prada y Samantha Navarro
Ensayo de Samantha Navarro y Ana Prada, en Shangrila, Canelones ND 20220309, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

ENTREVISTA

Las cantantes llegarán este viernes al Teatro Solís junto a La Dulce, para celebrar los 25 años del disco "Mujeres rotas" de Navarro. Antes, charlaron con El País

Si es cuestión de confesar, los últimos tiempos de la vida musical prepandémica de Ana Prada habían sido de crisis. Estaba angustiada, dice en videollamada con El País; cansada de correr de acá para allá, de Argentina a Uruguay, y desconectada del verdadero disfrute de la música. La perseguía una pregunta recurrente: “¿Para qué hago esto?”.

Para espantar sus fantasmas, apareció un show conjunto con Samantha Navarro y La Dulce que la tiene de lo más entusiasmada, y que es la excusa para esta nota. Tocarán mañana en el Teatro Solís, para celebrar los 25 años del álbum Mujeres rotas de Navarro. Quedan entradas en Tickantel; será un show tripartito y completamente ensamblado.

“Me hizo volver a eso de la banda de amigas, en el garaje, ensayando”, dice Prada sobre el encuentro que impulsó. La versión corta es que en su viejo programa radial Otras maneras, decidió revisitar Mujeres rotas, convocó a su colega y le dijo: “Che, este disco hoy, con todo lo que nos hemos deconstruido y hemos avanzado, cobra otra vigencia. Quizás en 1998 pasó desapercibido porque las luchas feministas no estaban sobre el tapete. Tenés que presentar este disco hoy”.

Navarro respondió: “¡Qué buena idea! Sumate”.

Eso fue a fines de 2021 y mañana plasmarán, en el Solís, el resultado de todos estos ensayos y toda esta suerte de convivencia. Hoy Prada y Navarro viven en casas contiguas en Shangrilá, sus hijos van juntos a la escuela y eso —la maternidad, la vida cotidiana, los quehaceres— se coló naturalmente entre la música.

Ana Prada y Samantha Navarro. Foto: Francisco Flores
Ana Prada y Samantha Navarro. Foto: Francisco Flores

Las solistas de larga trayectoria (Prada con un recorrido con su pata más fuerte en Argentina, tres discos editados y un nuevo proyecto en camino; Navarro, una referente de la canción de autora nacional, con una docena de álbumes a cuestas) combinarán repertorio y voces en un recital que respaldará La Dulce. La banda de Navarro, fundada en el año 2000 y con varios cambios de integración desde entonces, hoy la conforman Mariana Vázquez, Andrea Viera, Ana “Chacha” De León, Julia Melo y Yasmina Jolochin. Se sumará esta vez Fernanda Bertola.

—Samantha, ¿eras consciente de esa resignificación de Mujeres rotas?

Navarro:

Para nada. Es mi segundo disco y un disco muy querido. En su momento lo compuse pensando en el proyecto, como pequeñas obras, y fue un embole no poder presentarlo correctamente. Ahí conté con la complicidad y el arte de los hermanos Ibarburu y Gustavo Montemurro, justo porque estaban en una especie de vacación de la banda de Jaime Roos. Pero después volvió Jaime y ahí se complicó, porque las agendas juegan pila. Pero tiene sentido poder recuperar esas canciones desde lo global, y es un swing compartirlo con Ana.

—¿Qué canciones de la otra les hubiera gustado hacer, componer?

Prada:

De Samantha, muchas. Hubo muchas que incluso canté, “El mar en un andén”, “No quiero hablar de esas cosas” (canta); estuve a punto de grabar “Soy de tus bienes”...

Navarro: A mí “Soy pecadora”, pah. Es una canción brillante. Después me gusta mucho “Tentempié”, “Hilo y dedal”, y las nuevas que tuve el placer de escuchar y me dan ganas de haberlas escrito yo. ¡Y “Solo un rumor”! “Solo un rumor” me asesina.

Prada: Como ves nos tiramos flores, y sobre todo nos divertimos.

—Pensando en esto de los repertorios, ¿creen que hay un decir femenino que se nota en la música?

Navarro:

Yo he hablado de este tema desde hace muchos años, con Martín Buscaglia. Nosotros vivimos en una cultura heteropatriarcal y eso pega en la construcción de quien sos. Y la música te atraviesa, y no es lo mismo que atraviese a un varón que a una mujer. Por suerte las cosas están cambiando, y así como está peor el agujero de ozono, están mejor otras cosas. Pero Martín me decía que hay determinada cosa física, más exacerbada, que no está tan presente en general en la música de las mujeres. Hablando desde una generalización horrible. Y justo estuve pensando en eso y un poco de razón tiene.

Prada: Hay una eterna discusión. Pero si quien escribe es una mujer, la visión del mundo, los miedos, la dependencia, cómo vivís el amor, el desamor, cuáles son tus aventuras, tu imaginario heroico, todo es completamente distinto a los varones. Hay algo de esencia que es distinto. Y después creo que el arte en general vive de las proyecciones que hace quien ve, escucha o lee. Y es verdad que es mayoritariamente femenino nuestro público, porque hay determinada identificación. Es todo para analizar. Sí creo que hay una mirada de la realidad en función de tu cosmovisión como mujer, en este contexto histórico, con estos miedos, con estas paranoias, estas libertades que es de la mujer. Incluso es bastante nuevo, porque no hace tantos años de la mujer compositora y mostradora de sus canciones. Varias de las canciones más populares de Atahualpa Yupanqui fueron escritas por su mujer, porque por más bella que fuera la canción, si era de una mujer, ya estaba desacreditada. Entonces hay una nueva forma de ver las cosas, no quiere decir que sea mejor o peor. Ahora es el mes de la mujer y hay cantidad tocando por todos lados. Después volvemos a lo mismo de siempre, como que se cumple con la cuota del año y se es políticamente correcto. “Yo apoyo a las mujeres”. ¡Mentira! Falta un montón. Y es un poco necesaria la cuota, pero sería precioso que se sostenga por la calidad y no por obligación. Que obvio que va a pasar, ¡porque calidad sobra!

"Y es un poco necesaria la cuota, pero sería precioso que se sostenga por la calidad y no por obligación"

Ana Prada

Navarro: Hay una historia que está pasando con la radio también, donde suenan muy pocas mujeres. Y ahí hay una parte que estaría buenísimo cambiar, sería superimportante que nos pasen en los medios. Porque también hay una parte de profesionalización y de monetización: que te pasen en la tele, en la radio, también significa que estás trabajando.

Prada: Son distintas puntas del trabajo. En Uruguay no es fácil para nadie, salvo para cuatro o cinco grupos muy consagrados que tienen territorios planteados. Pero es muy difícil, para hombres y para mujeres. Para mujeres más, todavía, como en todo. Yo trabajo más que nada en Argentina; quiero quedarme acá, siempre soñé con girar por el interior, ir a festivales, pero es muy difícil vivir de la música o de los shows en un país tan pequeños. Menos en la canción de autor, que no genera masividad inmediatamente. Porque en otros estilos hacés circuitos de fiestas, de bailes, ¡pero imagínate caer a este baile y cantar “Soy pecadora”! (Se ríe) ¡Un bajón! (Se ríen las dos)

La Dulce y Ana Prada, en 2022. Foto: Francisco Flores
La Dulce y Ana Prada, en 2022. Foto: Francisco Flores

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