"Kitty”, lo nuevo de Ángela Torres, suena a renacer. Luego de dos canciones como “Deja Vu” y “Me va muy bien”, donde reveló su lado más vulnerable, la argentina reinició su camino. Es una búsqueda que ya había sugerido en “Arrabalera”, que cerraba su EP LNDF (2021): “Bajo cenizas dormía mi voz, / La Niña de Fuego se despertó”. A diferencia de ese tema de tintes tangueros y melancólicos, la cantante y actriz abrazó ahora otro sonido. “Nunca me había metido en el perreo así de fuerte”, le comenta a El País sobre “Kitty”, que en dos semanas acumuló medio millón de reproducciones en YouTube.
Compuesta junto a FMK y Emanero, dos referentes de la nueva escena argentina, “Kitty” es una buena muestra de lo que se podrá escuchar de Ángela en el futuro. “Voy a estar haciendo más música urbana”, dice la cantante y actriz que ya coqueteó con el género en canciones bailables como “Aló” y “La Niña de Fuego”. “Yo estoy más acostumbrada a meterme en el estudio para hacer canciones que canalicen cosas más personales, pero ahora estoy aprendiendo a escribir música para la gente, que sea un poco más popular e inspirada en historias de otros. Son cosas más simples y no tan enroscadas, aunque sin desvalorizar la simpleza ni su poder”.
“Kitty”, que habla de una noche de fiesta tras el final de una relación (”Nunca fui tu nena, que peli te armaste, / Sé que te atrapé con mi instinto animal”, dice la letra), es la apuesta más grande desde el inicio de su carrera solista. “Con esta canción y en el proceso de sacarla, decidí alejarme un poquito de la actuación para poder dedicarle a full a la música”, comenta la actriz de exitosas tiras como Simona y Condicionados.
Pero aunque esté enfocada en la música, próximamente estrenará Temas propios, una comedia filmada en Montevideo.
“El año pasado estuve viviendo un mes y medio en Uruguay y la pasé increíble. Fui con mi novio (Franco Rizzaro, con quien ya trabajó en ‘Días de gallos’) y es una película con actores y equipo uruguayos”, adelanta. Según informan medios argentinos, está dirigida por Guillermo Rocamora (Solo) y el elenco incluye a los locales Alfonso Tort y Roberto Suárez.
Cuando habla de Uruguay, asegura que le “encantaría” volver a presentarse en Montevideo. Hasta ahora, su único recital fue en 2018, cuando ofreció un show compartido con Natalie Pérez en La Trastienda. “Me acuerdo como si hubiera sido ayer. Estaba explotada esa Trastienda. Fue hermoso y me quedé con el deseo de volver”.
Mientras tanto, sigue trabajando en sus nuevos lanzamientos. “Me ves acá, presentando ‘Kitty’, pero en realidad ya estoy pensando en la próxima canción y en su videoclip. Estoy muy contenta y entusiasmada”, afirma.
En sus planes para el año que viene está el de trabajar en un disco que expanda la versatilidad sonora de LNDF, donde se movió entre el pop, el R&B, el reggaetón y el trap, y demostró que estaba lista para encontrar su voz. “Quiero animarme un poco al popurrí que soy y reflejarlo en un álbum, que es algo que deseo hace un montón de años”.
Al respecto de “Kitty”, dice: “el proceso de escribir reggaetón te hace viajar porque es una cosa relúdica. A veces, cuando escribo canciones como ‘Deja Vu’ o ‘Arrabalera’, entro en un proceso más profundo y la energía se va para otro lado; pero en reggaetón estás todo el tiempo conectado con algo piola”.
-Ya que hablaste de la búsqueda lúdica de “Kitty”, ¿cómo surgió ese cambio de foco en tu propuesta?
-En realidad voy a seguir haciendo canciones que hablen de mí y que salgan de mi corazón para abrir una especie de ventanita, porque me parece hermoso, y el día que saque mi disco voy a querer que tenga muchísimo de eso. Pero ahora me estoy animando a cosas nuevas y eso me tiene muy contenta. Creo que hay un proceso que tuve que pasar de aprender a confiar en mí, ¿viste? Es como poder verme a mí misma, porque si uno no lo hace, los demás tampoco. Siento que eso me impulsó a probar cosas nuevas y este era el momento. Tengo muchos sueños por cumplir en mi camino de la música, y ahora es el momento de dar un paso al género urbano sin tener miedo; siempre tuve mucho respeto por mis colegas y sentía que tenía que estar a la altura el día que me metiera de lleno. Ahora estoy en esa: confiando en mí, sintiendo que estoy a la altura y con muchas ganas de crecer.
-Cuando te entrevisté en 2020 por la salida de “Aló”, dijiste que esa era la primera vez que te mostrabas sin un personaje ni un guion. ¿Cómo definirías el proceso de defender tus canciones y mostrarte vulnerable?
-Y... no sé. Para mí hay algo de la exposición que ya es como natural en mi vida y que me pasa desde que soy muy chiquita. Me lo tomo con mucha tranquilidad, pero es verdad que cuando sacás canciones hay algo que es un poco más especial. Es más fuerte estar contando tu intimidad en una canción que en una nota; es como que hay algo mucho más frágil que estás mostrando. Pero bueno, hay una necesidad de hacerlo, claramente, es como salir a contar tu historia para que lo que sentís no quede adentro. Siento que la música es una canalización para todos, no solo para quien la escribe, sino que las canciones son compañeras de momentos y nos hacen viajar. Quizás escuchás una canción y viajás a cuando tenías cinco años o al momento más especial de tu vida. Entonces, tener el privilegio de ser quien hace esas canciones es un regalo. Estoy muy agradecida, y tal vez por eso no pienso tanto en el efecto rebote que tiene el sacar música; lo hago porque es casi un instinto natural. Abro mi corazón sin cuestionármelo mucho y dejo que fluya.