La Nación/GDA
Faltan solo unos días para el concierto que Luis Miguel dará el sábado 16 de marzo en el Estadio Centenario, y el artista mexicano está cada vez más cerca de Uruguay. Este lunes llegó a Buenos Aires en un vuelo privado proveniente de Chile, en donde realizó dos conciertos a sala llena en Santiago, y tiene una agenda sumamente cargada.

El Sol de México se presentará este martes en una exclusiva cena de gala en La Rural de Buenos Aires, para luego realizar tres actuaciones en el Campo Argentino de Polo, los días 6, 8 y 9 de marzo. Para completar su tour argentino, viajará a Córdoba, donde actuará en el Monumental de Alta Córdoba, el 14 de marzo.

Todos los que concurran a la exclusiva gala que se realizará en La Rural, para la que se vendieron 2200 tickets, además de disfrutar de todos los clásicos del ídolo latino también se deleitarán con un cocktail de recepción, un menú de tres pasos de primer nivel a cargo del Catering del Faena, el cual incluye carpaccio de pulpo, carnes patagónicas con salsa de oporto y malbec y vegetales de estación, entre otros platos.

Las entradas, que están agotadas desde hace meses, oscilaban entre 800 mil y un millón de pesos argentinos, o sea de 37 mil a 45 mil pesos uruguayos.

En el marco de su llegada a Argentina, también se hicieron públicos los requerimientos que tanto el músico como su equipo tienen para los camarines, los cuales sorprenden por su sencillez.

Los pedidos incluyen una bandeja de fruta fresca cortada para dos personas, una bandeja de variedad de quesos para dos personas, un paquete de almendras orgánicas con sal, doce botellas de agua (seis de ellas, al menos, de una marca importada) en la heladera y dos bebidas con sabor a coco.

Además, se pidió que no se utilice el color gris en la decoración, color que evidentemente no le gusta al artista. El espacio en donde estará el artista deberá tener al menos 6 x 6 metros con baño y ducha privados. El mensaje enviado por su equipo aclara que en caso de que el lugar sea entelado, es necesario que se usen colores claros como blanco o beige.

El camarín deberá estar ambientado con un sofá de dos cuerpos y otro de tres, cómodos y limpios, una mesa ratona, dos mesas de apoyo, cuatro lámparas de pie, una mesa de banquete para catering con mantel de lino o algodón en color blanco que llegue hasta el piso, un perchero con ruedas, un purificador de aire, un espejo de cuerpo entero y otro de maquillaje con luces, dos velas aromatizantes de vainilla, un tacho de basura pequeño, una planta y 12 rosas blancas, las cuales suele regalarle al público.

Lo más curioso es su pedido de una juguera con extractor de jugos, tabla de picar con cuchillo afilado y una canasta grande que incluya zanahorias, tomates, jengibre, naranja, pomelo, pepino, frutillas, perejil, bananas, manzanas rojas y verdes, apio y ananá para preparar jugos.

También un set de té que contenga seis limas, una botella de miel local fresca, jengibre fresco, tazas de té, vasos de papel para café, cucharas, azúcar morena, blanca y edulcorante, una bandeja con pavo y variedad de fiambres y quesos para tres personas, un paquete de crackers y una botella de tequila.