Redacción El País
El 3 de noviembre no es un día más para la Sala Zitarrosa ni para el arte. Se cumplen 25 años de la inauguración de este recinto cultural por cuyo escenario han pasado músicos referentes de aquí y el mundo. El aniversario de plata se celebra este domingo a las 19.00 con un show tributo a Alfredo Zitarrosa, a cargo de Milongas Extremas, y con invitados de lujo: Larbanois & Carrero, Numa Moraes y El Alemán, Emiliano y El Zurdo, Papina de Palma, Samantha Navarro, Florencia Núñez, Carlos Méndez, Washington Carrasco y Cristina Fernández. La entrada es gratuita y se retira en boletería de la sala.

En una conferencia en la que participaron el intendente interino de Montevideo, Federico Graña; la directora de Cultura, María Inés Obaldía; la directora de la división Promoción Cultural, Débora Quiring y varios protagonistas del tributo, Cecilia Canessa, directora de la Zitarrosa, recordó que, en 1996, la Intendencia compró el espacio con el propósito de crear un lugar insignia para los músicos nacionales.

“Todos los artistas nos dicen que sienten que esta sala es su casa”, afirmó Canessa. Dijo además que, desde su apertura, más de 200.000 personas visitan la sala cada año y 20.000 niños participan en programas educativos. La sala también ha sido reconocida por su compromiso con la igualdad de género.

Graña, por su parte, se mostró emocionado por estar rodeado de artistas que integran "la banda sonora de nuestras vidas": "Con este homenaje a Alfredo queda claro que hay algo que sigue pasando con nuestros músicos: todavía la canción quiere", afirmó con guiño a este emblema del canto popular.

Foto: Leonardo Mainé

Hacía tiempo que Milongas Extremas incluía en su repertorio canciones de Zitarrosa, pero este año surgió la idea de armar un espectáculo que fuera un "saludo" a su referente. Se concretó en setiembre, allí mismo, con la presentación del concierto titulado De no olvidar. Y fue el germen de lo que se disfrutará el domingo en la sala que lleva el nombre del autor de “Adagio a mi país”.

"Es un sueño para nosotros poder reencontrarnos con colegas que admiramos y tener nuevamente a Zitarrosa como eje del espectáculo, un artista fundamental para nuestra identidad", expresó Piquela, bajista de Milongas Extremas.

Manifestó también la emoción de la banda por volver a cantar en un escenario que sienten su hogar, y ha sido testigo de varios mojones de su carrera.

Numa Moraes se mostró honrado de poder ser parte del homenaje a quien considera un hermano mayor, y una figura eterna: "Se nos fue, pero quedó para siempre en nuestra memoria, nuestros oídos y nuestra cultura".

"Me encanta ver la guitarra de Alfredo, con la que supe grabar, en una de las paredes", agregó mientras señalaba el instrumento ubicado en el hall de la sala.

Larbanois, en tanto, destacó la generosidad de Zitarrosa, y la equiparó a la actitud de la sala: "Es una copia exacta de lo que Alfredo fue en su vida: generoso, atento, responsable". Y añadió: "Tuve la suerte de trabajar mucho con él, también toqué y grabé en esa guitarra".

Durante la conferencia, Obaldía recordó el temor que tenían los vecinos ante la posibilidad de que el espacio donde hoy funciona la Sala Zitarrosa se convirtiera en un supermercado. Describió el ambiente rústico de los pequeños puestos que antes ocupaban el lugar: "Entrar a lo que hoy es la sala y ver esta maravilla arquitectónica era un desafío cultural".

La directora de Cultura agradeció a los artistas nacionales por hacer de la defensa de la palabra de Zitarrosa su bandera: "Donde fuera en el extranjero que se decía: 'hay una sala Zitarrosa', los músicos de otros países decían: 'Yo quiero tocar ahí'".

Cristina Fernández recordó cuando se organizaban cantarolas en la puerta, durante la construcción de la sala que hoy siente como su casa. Y compartió un recuerdo especial: "En el último espectáculo que hicimos en la calle estrenamos 'Para Manolo', que me lo pidió Nancy, la esposa de Alfredo, y lo hago hasta hoy. Fue un bautismo precioso".

Por su parte, Washington Carrasco evocó momentos significativos en la sala: "Me acuerdo de estar detrás del escenario en uno de los conciertos de Mario Benedetti y Daniel Viglietti".

Inaugurada el 3 de noviembre de 1999 bajo la gestión de Mariano Arana como intendente y Gonzalo Carámbula como director de Cultura, la sala se concibió como un punto de encuentro musical que da espacio a artistas de diversos géneros y potencia a nuevos talentos.

Por último, Graña subrayó: "Estamos celebrando que, por suerte, hace muchos años la sala ha sido administrada por gente que tiene un compromiso con la construcción de ciudadanía a largo plazo. Porque quizás sin Alfredo, sin esta sala, no habría Milongas Extremas".