REPASO
El 2021 inició con una nueva suspensión de espectáculos públicos, pero a partir de julio la agenda musical se cargó de esperados regresos y unas cuantas revanchas
Si el 2020 fue un año de frustraciones, reinvenciones e incertidumbres, el 2021 fue uno de regresos. Eso sí, la primera mitad del año no fue nada fácil. Se trató de un calco de la crisis que la emergencia sanitaria plantó en el sector cultural. La preocupación estuvo presente desde finales de diciembre: por primera vez desde 1955 se anunció la suspensión del carnaval —la máxima fiesta popular que emplea a 40 mil personas cada temporada— y los espectáculos públicos estarían prohibidos hasta el 10 de enero. Sin embargo, la vuelta de los recitales tuvo vida corta y el 23 de marzo volvió lo peor del 2020.
La llegada de la segunda ola del coronavirus —que el 21 de mayo alcanzaría su punto más preocupante con un récord de 4.692 casos diarios—, obligó a una tercera suspensión de espectáculos públicos. Luego de unos cuantos shows por streaming y pedidos alarmantes de colectivos como Uruguay Es Música, recién el 5 de julio —cuando la vacunación contra el COVID-19 tomó un rumbo seguro y los casos diarios comenzaron a descender—, la música volvió a sonar en vivo.
La encargada de inaugurar este regreso, que a esta altura parece ser definitivo, fue Papina de Palma, que aquella noche de julioofreció un emotivo recital de entradas gratuita en la Sala del Museo. Entre aforos al 30%, tapabocas, toma de temperatura corporal y distanciamiento, los recitales celebraban una tímida vuelta. En el medio, Jaime Roos repitió una historia que desde junio de 2020 se volvería casi que costumbre: la reprogramación de “Mediosiglo”, su show de regreso. Pero eso viene más adelante.
Recién en agosto, ya cuando las cifras de vacunados crecía a pasos agigantados y los pacientes en CTI disminuían, la vuelta de los recitales se sintió segura. La confirmación estuvo de la mano de Fito Páez, el primer gran show internacional de este tercer regreso de los espectáculos, que el 20 y 21 de agosto ofreció dos conciertos a piano y voz en el Antel Arena.
Más allá de la polémica en torno a los protocolos —“Se terminó la dictadura policial y militar, man”, le gritó el rosarino a la seguridad que impedía que el público se parara—, aquellas noches inauguraron el ritmo de una agenda que no hizo más que crecer. En las siguientes semanas se vivió una especie de invasión de artistas argentinos: La Beriso, Ciro y Los Persas, Conociendo Rusia y L-Gante agotaron varias funciones en Montevideo.
El aumento de aforos fue esencial. La música uruguaya rearmó una agenda tan nutrida como la de la vieja normalidad. Presentaciones de grandes discos y varios regresos definieron a una actividad que, para mediados de setiembre, ya tenía recitales casi todos los días de la semana.
Octubre fue la consolidación. Luego de la polémica en torno al festival America Rockstars en Punta del Este —ese que tuvo a María Becerra como protagonista y al público sin distanciamiento ni tapabocas—, los protocolos se flexibilizaron.
Eso quedó claro con el show queMau y Ricky ofreció en el Antel Arena: el 12 de octubre fue el regreso oficial del baile en un recital. Al fin las ganas contenidas podían salir, aunque el tapabocas seguía presente.
De ahí en más, otros hitos. Más visitas internacionales, unos cuantos anuncios para el año que viene, la vuelta del carnaval y cuatro regresos de peso. El primero, celebrado a finales de setiembre pero oficializado el viernes en el Antel Arena, fue el de Márama. El grupo liderado por Agustín Casanova volvió con “Ya no llora”, una cumbia pop que se convirtió en un himno bolichero y que los llevó a recorrer Argentina. Hoy y mañana repiten show en el Arena.
Luego le llegó el turno a El Cuarteto de Nos, que publicó “Fiesta en lo del Dr. Hermes” y que en octubre llenó tres Antel Arena; No Te Va Gustar, que la semana pasada presentó dos shows en el Estadio Centenario tras 22 meses de ausencia; y Jaime Roos, con una noche histórica. Luego de seis reprogramaciones y seis años y medio de ausencia pública, volvió con un show memorable. Presentó un espectáculo de dos horas y media y unos cuantos clásicos interpretados junto a un grupo de 21 músicos. El recital, llamado “Mediosiglo”, se celebró el viernes pero hasta hoy se comenta en las redes. Y eso dice todo.
Varias figuras que se tomaron revancha
Pero el concepto del 2021 como un año de regresos no se limita a los recitales en Uruguay. Hay mucho más en la vuelta. Esta también fue una época repleta de revanchas discográficas a cargo de varias figuras internacionales.
La más significativa, claro, fue la de Adele. Luego de seis años de espera, en noviembre lanzó 30, el sucesor de 25, que le había dado el Grammy al disco del año y un éxito mundial como “Hello”. Fue uno de los lanzamientos más grandes del 2021. “Easy On Me”, que oficializó su vuelta, acumula 470 millones de reproducciones en Spotify y 30 fue el álbum más vendido del año.
Ed Sheeran, otra de las máximas figuras de la década pasada, también volvió con Equals, un trabajo que se sumerge en su paternidad, la adultez y la superación de las adicciones. Por ahí va “Bad Habits”, un hit electropop donde analiza su relación problemática con el alcohol. Fue uno de los éxitos de 2021.
La serie de regresos se completa con Music Of the Spheres, de Coldplay, que si bien no tuvo un cálido recibimiento de la crítica, sí dejó un hit mundial con BTS (“My Universe”); Happier than Ever, el segundo álbum de Billie Eilish, que confirma la sorprendente madurez creativa de la artista de 20 años; y Solar Power, el tercer disco de Lorde, donde la neozelandesa se rebela contra el hit con un álbum introspectivo.
Pero, sin dudas, el regreso más inesperado fue el de Elton John. En octubre, el músico de 74 años volvió al número uno de Inglaterra gracias a “Cold Heart”, un remix sumamente bailable que fusiona clásicos como “Rocketman” y “Sacrifice” y que incluye a Dua Lipa en coros. Hace dos meses que está en el Top 10 de las canciones más escuchadas de Spotify y le generó 59 millones de oyentes mensuales en la plataforma.
Con todos estos regresos, 2021, un año que se inició con tonos grises se cierra con unas cuantas revanchas y la promesa de un 2022 luminoso. Nada más necesario que eso.
Tres personajes musicales del 2021
Revelación: Olivia Rodrigo fue el gran fenómeno pop. En mayo, la cantante y actriz de Disney lanzó Sour, su álbum debut, que se convirtió en uno de los más vendidos del año y rompió récords con el sencillo “Driver’s Licence”.
Consolidación: De la mano de figuras como Andrés Calamaro, Jorge Drexler, Toquinho y Elíades Ochoa, el español C. Tangana grabó el disco del año. Se trata de El Madrileño, una brillante revitalización de la canción popular.
Revancha: Luego de perder los derechos de sus primeros discos, Taylor Swift sorprendió al regrabar y reimaginar su obra. Este año lanzó nuevas versiones de Fearless y Red, que se ganaron a la crítica, y planea continuar el camino.