LANZAMIENTO
Este jueves a las 10.00 se lanza la iniciativa "El Bandoneón: Sonido del tango", que busca salvaguardar el patrimonio inmaterial tango en el Uruguay
"Instrumento sentimental, pero dramático y profundo”, definió el argentino Ernesto Sábato en su célebre ensayo Tango, discusión y clave. Está hablando del bandoneón, el alma del tango, uno de los estilos más pasionales de la música rioplatense. “Tiene un sonido muy dramático, muy triste y aterciopelado. No se puede concebir una música de tango sin bandoneón”, decía Astor Piazzolla.
Aquel instrumento que llegó al Río de la Plata a finales del siglo XIX se encargó de completar esa propuesta musical que nacía en los bajofondos porteños. Llegó de la mano de unos cuantos marinos alemanes, que lo vendían o intercambiaban por lo que fuera necesario. Eso sí, dejaron el instrumento pero no su técnica, y fueron los rioplatenses quienes se encargaron de despojarlo de su tradición sacra para introducirlo en las nacientes orquestas de la época.
Pero acceder al instrumento que Horacio Ferrer describía como un “pájaro wagneriano”, no es simple. Además de la dificultad para dominarlo —las notas no están ordenadas de forma sucesiva y el sonido cambia dependiendo de la apertura del fuelle—, conseguir uno se vuelve cada vez más difícil. Son escasas las fábricas que lo construyen y comprar un bandoneón restaurado no es para nada barato.
Es por eso que el proyecto El Bandoneón: Sonido del tango, creado por la Fundación Cienarte en conjunto con la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación y la Comisión Interministerial de Apoyo al Tango y al Candombe, resulta tan importante.
La iniciativa, que se lanzará hoy a las 10.00 en el Auditorio Nacional del Sodre, abordará tres ejes. El primero es el de la enseñanza, y para eso se creará una Escuela de Bandoneón en cuatro regiones del país: Maldonado, Montevideo, Río Negro y Tacuarembó.
Las cuatro escuelas comenzarán a funcionar en julio y fueron ideadas por el maestro Raúl Jaurena —fallecido en enero a causa de complicaciones derivadas del coronavirus—, quien años atrás diseñó un manual de enseñanza pensado para jóvenes instrumentistas.
El proyecto alcanzará a menores de 35 años, sin la necesidad de contar con experiencia previa. Es una manera de apostar por el recambio generacional de instrumentistas, ya que varios de los maestros son muy mayores o fallecieron en los últimos años.
A su vez, con el objetivo del arreglo y la afinación de bandoneón, en 2022 se instalará un curso de luthería en acuerdo con UTU. Será una manera de facilitar el acceso y el mantenimiento de un instrumento que varias veces debe conseguirse o restaurarse en Argentina.
Por otra parte, El Bandoneón: Sonido del tango hará foco en la memoria local del instrumento. Para lograrlo, la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación generará un inventario basado en el relevamiento de datos de instrumentos, músicos, docentes y luthiers.
Por último, se apostará por el futuro. Y para eso se desarrollarán distintas actividades en todo el país, para despertar interés por su aprendizaje. Eso implica espectáculos en escuelas y encuentros de estudiantes. Asimismo, se promoverán acciones tendientes a mantener los instrumentos en el país.
Según adelantó la Fundación Cienarte en un comunicado de prensa, el proyecto se desarrollará durante 30 meses e incluirá otras actividades para fortalecer el tango.