ENTREVISTA

"Escribir es una necesidad, un desahogo”, le dice a El País Bautista Mascia. Y el músico, que junto a Meri Deal es la cara visible de Toco Para Vos —el grupo que saltó a la fama en 2015 durante la explosión de la cumbia pop—, está listo para mostrar su faceta más íntima. 

Ya lo dejó claro a finales del año pasado cuando lanzó Piloto, un EP de seis canciones relajadas y minimalistas que se alejaban del sonido de “Solo necesito” y “Hasta la luna”, y que demostraban que su búsqueda va mucho más allá del baile. El “mood relajado” —como define a El País a través de una llamada telefónica— atraviesa las cálidas “Terapia”, “Tiempo” y “Sin nombre”.

“Son canciones que hice en mi casa y su esencia está en lo casero, de estar tocando la guitarra al lado de la estufa. Luego se le agregó el bajo, el piano y la batería, pero lo que me interesa es poder tocarlas solo con la guitarra y que te transmitan lo mismo que el disco”, explica. Eso sí, lograrlo no es simple. “Se requiere más autocrítica porque a veces hacés una canción hiperproducida y pensás que es muy buena, pero después te das cuenta que es puro adorno”. Por eso, dejó afuera seis de las doce canciones que compuso; sintió que no funcionaban cuando las tocaba solo con su guitarra.

Con la selección final logró una obra redonda que comparte clima y temática. “Todas tienen la misma vibra, así que si te gusta una, te gustan todas”, asegura. Y tiene razón. Piloto muestra su cara más honesta gracias a letras dedicadas al desamor y el autocuestionamiento.

Luego llegaron los sencillos “Tu Chongo de turno 2.0” y “Donald”, que recreaban el sonido bailable de Toco Para Vos; y la elegante “Coffee” con Chule Von Wernich, que toma elementos del R&B. Ahora le llegó el turno a “Pa ti de mí”, que retoma el clima de Piloto. Sobre una repetitiva progresión de acordes de guitarra eléctrica con un efecto de loop relajado, Mascia ofrece una de sus letras más personales. “¿Qué gracia tiene el mundo si todo lo sé? / De vez en cuando un riesgo tomo y ya lo ves, / Jugando a ser aventurero me pisó tu tren”, canta.

Sobre su nueva etapa musical y la permanencia de Toco Para Vos, el músico habló con El País.

—El año pasado iniciaste tu carrera solista con Piloto, un EP donde te animás a mostrar más de tus sentimientos en cada canción. ¿Cómo analizás ese camino con respecto al abordaje de Toco Para Vos?

—Yo venía del plano de la cumbia, componiendo hace más de cinco años con Toco Para Vos. Es una cosa que me encanta, pero el fin es otro: son letras superficiales porque es música que la gente escucha en el boliche o en las previas para divertirse. Entre que estaba en un mood tranquilo en plena pandemia y mi parte creativa me pedía hacer algo que no fuera tan arriba, me metí en un viaje más de búsqueda profunda, más sincera. Este es un lindo momento para buscar mi identidad, y cada cantante tiene que tener su estilo, pero no es algo que se genera de un día para el otro, así que está bueno ir desarrollándolo.

—Con Toco Para Vos empezaron en un plan bailable, pero en los últimos años han lanzado varias canciones más personales y ampliaron la paleta sonora. ¿Cómo analizás esa evolución?

—Es un proceso natural. Arrancamos con un estilo de letra como “Hasta la luna” y “Solo necesito”, pero llega un momento en que tu parte creativa te pide probar nuevas cosas. Por eso sacamos canciones que si las tocás solo con un piano pueden ser tremenda balada, como “Una historia”; pero también hay canciones poperas como “Tan infinito”. Nosotros sabíamos qué funcionaba y que podíamos copiarnos todo el tiempo con las canciones, pero está bueno probar otras cosas para ir más allá y buscar nuevos públicos. Es un arma de doble filo porque podés fallar, pero en el proceso queríamos hacer algo distinto.

—Pero eso es lo que les permitió seguir adelante cuando pasó el boom de la cumbia pop. Tal vez si hubiesen seguido con un único sonido, la banda se hubiese separado, como pasó con tantos grupos de ese momento. ¿Estás de acuerdo?

—Sí, y el habernos mantenido se lo debemos a varios factores. El primero es que el origen de la banda no partió de un fin monetario ni de negocio, cosa que sí pasó cuando salieron varias bandas de cumbia pop, porque estaba esa idea de: “Esto es una papa, vamos a hacerlo que funciona”. Pero nosotros hicimos una banda para divertirnos entre amigos, por eso nunca se nos hizo difícil para nosotros seguir juntos cuando las cosas no funcionaron tan bien y no estaban los mismo números que en un principio. Fue una locura cuando todo fue perfecto, pero lo pudimos manejar bárbaro porque todos teníamos la misma cabeza y nos mantuvimos unidos. Además, tuvimos un equipo de managment que estuvo siempre, no como otras bandas que se borraron cuando las cosas no funcionaron. Todo eso nos hizo mantenernos porque así como fue un boom de un día para el otro, también tenemos claro que una carrera musical se basa en la constancia y la dedicación.

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—También es importante el momento en que la música deja de ser un juego y el dinero y la fama se mete en el medio: a veces es complicado mantener a todos en la misma sintonía. ¿Cómo lo manejaron?

—Fuimos conscientes que lo que estaba pasando era bueno, estábamos agradecidos y nos alegramos de que algo que nos divertía estuviera funcionando y generara dinero, pero nadie dijo:“Quiero más plata”. Nosotros tenemos bien claro los roles dentro de la banda y somos muy sinceros entre nosotros cuando tuvimos que hablar del tema. Eso nos permitió que nadie se guardara algo y que con el tiempo terminara explotando, porque todos sabemos que hay bandas que terminaron en juicio. Somos todos amigos, y si bien cada uno tiene sus diferencias, uno puede mimetizarse y lograr una cabeza similar a la del otro.