ESTRENO

Dos meses después de que los integrantes de Boomerang anunciaran que iban a tomarse “un tiempo indefinido para volcarse a otros proyectos y a otros viajes”, su guitarrista Luis Angelero lanza la primera muestra de un camino solista que promete ser una de las gratas sorpresas del año. “Algo fugaz” es una pieza bien electrónica con la calidez de la guitarra acústica; es pop con momentos bailables y con influencia explícita de la tradición del cantautor del paisaje de la música popular local.

El periodista Andrés Torrón usa el concepto “pop sofisticado a la uruguaya”, y esto entra en ese posible subgénero, con una letra muy cerebral que habla de la ansiedad, el sobrepensamiento y que hasta puede tener su lectura política (“Preguntale al espejo quién va a renunciar primero: si los que recién llegaron o los que se van”).

¿Qué tiene “Algo fugaz” que la hizo ser carta de presentación del proyecto de Angelero? “Que lo recontra vomité. Me daba un poco de cosa porque estoy contando demasiado como pienso y veo todo, y al mismo tiempo tiene un hilo conductor que tuvimos que respetar. Tratamos de buscarle una estructura más ‘típica’, pero el tema es parte A-B-C. Me pareció re honesto”, explica el músico en diálogo con El País. “Se va armando un mundo que se vuelve a desarmar, se arma de otra manera. El tema cambia de acordes solo en el estribillo”, dice en referencia al momento más cabreriano de la canción, comentario recurrente aún cuando Fernando Cabrera no sea su mayor escuela.

Produjo Santiago Marrero del Cuarteto de Nos, quien además se hizo cargo de otras tres canciones del álbum que saldrá en noviembre por Bizarro, y aporta en esa búsqueda de un sonido bien moderno.

“Me interesa mucho que la música que hago sea montevideana”, dice Angelero, “y que suene de ahora; me gusta retratar el momento. También busco ser simple, ese es el concepto general”. Sin censuras, lo que no quiere trasladar a esta nueva búsqueda es “el rock clásico, británico; me aburre muchísimo. Hace mucho que me aburre, sinceramente”, dice.

Las primeras carpetas de canciones propias del guitarrista y productor son de 2007. Se ejercitó en ese rubro en Boomerang y contribuyó con varios temas para el último disco ( “No me parece mal”, “Vigilia”, “Si todos lo dicen”), pero en paralelo fue dejando otras ideas menos cancionísticas, más experimentales, guardadas para otro momento. Les empezó a dar forma el año pasado y tiene como aliado al baterista Nicolás Rodríguez (otro Boomerang), con quien está trabajando el concepto del futuro show en vivo.

“Pensé en armarme otra banda, pero esto soy yo. Y no me encasillo. Siento libertad total, y eso es clave para poder laburar más cómodos. A veces te encasillás sin querer; pero podés hacer lo que quieras, en realidad. Ese aspecto artísticamente es interesante. En este primer disco muestro ese pantallazo de que cualquier cosa puede pasar. Seguramente tenga guitarra el tema, es lo único que podés saber, y que estoy yo ahí”, resume.

Esas inquietudes suyas, personales, se resumen y representan bien en su escucha frecuente, que hoy está entre unas grabaciones de Lauro Ayestarán, el japonés/australiano Joji y los traperos uruguayos Peke 77 y Mesita. O en los artistas con los que viene trabajando como productor: Victoria Brion, Muñe, Paula Go, Alfonsina, Arquero, Martín Rivero, Diego González. Porque donde hay ganas, no hay demasiado límite.