Clásicos del folklore uruguayo llega en el momento justo de la trayectoria de Catherine Vergnes. A punto de celebrar 10 años de la salida de Cautivante, su disco debut, la sanducera se lanzó a un proyecto que busca agradecer y revalorizar las canciones que definieron su educación musical. Grabado en los míticos estudios ION de Buenos Aires, la artista de 28 años versionó un repertorio que incluye grandes clásicos del cancionero local, como “Río de los Pájaros”, “La ariscona”, “Pa’l abrojal”, “Zamba por vos” y “Minas y Abril”, que adoptan una nueva y enriquecedora vestimenta al ser interpretadas —muchas de ellas por primera vez— por una voz femenina.

Con el proyecto Cantora, de Mercedes Sosa, como referencia musical, Vergnes y su grupo viajaron a Argentina para trabajar con parte del equipo que se encargó de grabar los dos volúmenes de la obra cumbre de Sosa, quien falleció poco después de terminar las canciones que cuentan con participación de figuras como Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, Charly García, Caetano Veloso y Shakira. Así, la uruguaya dio con Jorge “Portugués” Da Silva, el técnico de sonido que lleva toda una vida en la sala de control e incluso que cumplió 92 años en medio de la grabación de Clásicos del folklore uruguayo.

“Hace tiempo que escucho Cantora y pienso que así es como se debe ser el sonido del folklore”, asegura. “Cuando viajamos a los estudios con el equipo se generaba una ansiedad y un nervio adictivo cada vez que íbamos a grabar. Estábamos presionados porque sabíamos que por ahí pasaron tantos monstruos del arte, pero a la vez esas energías quedan y cuando entraba a la cabina se sentía como un santuario. Fue muy satisfactorio porque en el disco se percibe el sonido de cada instrumento tal como quería: los músicos se pudieron lucir y mi voz quedó registrada de una forma confiable. Fue una locurita muy linda. Es más, cuando llegamos al lugar y conocimos a ‘El Portugués’, me dijo: ‘No puede ser, te vamos a poner gente más joven’, y yo les respondí: ‘¡No! Es justo lo que estoy buscando”, cuenta entre risas.

Sobre el motivo detrás de su nuevo disco, Vergnes dialogó con El País.

—Emocionalmente, ¿a qué lugar te llevó grabar esas canciones?

—A la infancia. Y también a mi propio origen, de recordar por qué me gusta la música folklórica desde siempre. Me afloraron los recuerdos de las primeras canciones que aprendí en la guitarra cuando tenía siete años, o las que escuchaba en los equipos de música de mi casa. Como son clásicos que escuché toda la vida, pensé que iba a ser fácil versionarlas e interpretarlas, pero cuando me puse a musicalizarlas con todo el equipo, fue muy complejo porque al hacer canciones de referentes te encontrás con un montón de versiones diferentes. Entonces, decís: “¿Qué hacemos? Ahí retomé mis clases de psicología y dije: “Cuando uno tiene dudas, tiene que volver al origen” (Se ríe) Así que me fui al origen de cada canción y cómo fue compuesta más que centrarme en quién fue su primer intérprete; partí de esa base y a partir de ahí le puse mi impronta. Por ejemplo, “Yaguaritica”, de Yoni de Mello, se hizo muy conocida por Zitarrosa que la interpretó como una milonga, pero cuando fuimos a su origen encontramos que se hizo el ritmo de chotis, que ya no se usa tanto. Por eso, sobre el final de la versión se convierte en su ritmo original.

—La lista de compositores interpretados abarca, por lo menos nueve departamentos. ¿Fue una búsqueda consciente?

—Sí, fue superconsciente. Yo siempre dije que a través del folklore uno aprende de su país porque las canciones les cantan a las cosas nuestras. La idea era representar geográficamente a Uruguay a través de sus canciones y sus referentes. Al escuchar disco, los sonidos te llevan de norte a sur y de este a oeste: el litoral con Sampayo y El Sabalero allá en Colonia. Después está Víctor Lima en Salto y Ruben Lena en Treinta y Tres, o Lucio Muniz que también era de ahí pero que “En tu imagen” fue cantada por Los Zucará de Rocha. Se trató de percibir todos esos lugares porque es supervasta la cultura que tenemos.

—¿Por qué decidiste grabar un disco de versiones ahora en vez de hacerlo para tu debut, como suele ser costumbre?

—Porque en 2025 comenzamos con el festejo de los 10 años de Cautivante, mi primer disco. Mis tres discos fueron todos de producción independiente, con arreglos propios y de la banda, y con casi todas las canciones de mi autoría. Elegí hacer mi camino de a poquito por más de que sé que cuando uno se tira a hacer canciones que están en el oído de todo el mundo, puede llegar de forma más fácil. Pero siempre traté de generar un público que me siguiera desde mi lugar como cantautora para que conozcan mi esencia de verdad. Ahora que logré generar lo que buscaba, me encontré en ese momento de la vida en la pensé que tenía que agradecer y devolver al público y a los referentes lo que me dieron para llegar a ser quien soy hoy. Entonces, sentí que tenía que hacer Clásicos del folklore uruguayo, un disco que muestre la historia, la geografía y la identidad de nuestra patria. Aparte, tengo muchos niños y público internacional, y es una manera de acercarlos al folklore uruguayo: si quieren saber cuáles son nuestros orígenes, acá hay varias opciones (Se ríe).

Foto: Difusión.

—¿Recordás el punto de partida del proyecto?

—Comenzó en la pandemia. Yo hacía muchos shows digitales y, además de hacer mi repertorio, intercambiaba con la gente y les preguntaba qué canciones querían escuchar del folklore uruguayo o latinoamericano. Ahí empecé a hacerlo y luego la gente me pedía que las grabara, pero no lo hice en ese entonces porque sentía las ganas de seguir mostrando mis composiciones. Y ahora que soy consciente de los 10 años de mi primer disco, calzó todo.

—Al comienzo de esta entrevista mencionaste que el proyecto te llevó a recordar por qué te gusta tanto el folklore. ¿Qué te brinda el género como para que hayas decidido dedicarte a él?

—Me hace sentir autenticidad e identidad. Cada vez que hago un show o pienso en el repertorio, me encanta presentar el abanico de ritmos que tenemos en Uruguay y en el folklore que ronda en toda Latinoamérica. Entonces, cuando estoy en el escenario, pienso que lo que estoy haciendo es tan auténtico que me genera mucha satisfacción. Me pueden criticar, pero como me gusta tanto lo que estoy transmitiendo, eso no me va a desmotivar. Es algo que viene de un lugar tan interno y de mucho estudio de nuestra música, que no hay nada que me desmotive, sino que al contrario: lo que hago, es siempre desde el corazón.