PERFIL
El viernes, el canadiense lanzó "Dawn FM", un disco que ya es furor: tuvo el mejor debut de la semana pasada en Spotify y "Gasoline" es la segunda más escuchada de la plataforma
Con Dawn FM, The Weeknd confirmó su lugar como uno de los artistas más populares de los últimos años. Su nuevo disco, que anunció de manera sorpresiva el 1º de enero y que lanzó el viernes pasado, es el primer fenómeno musical de 2022. Tuvo el mejor debut global en Spotify, y nueve de sus canciones dominaron el Top 10 de las más escuchadas de la plataforma en el día de su lanzamiento. Por si fuese poco, “Gasoline” —el nuevo sencillo del álbum— es la segunda canción más escuchada del mundo tras cosechar más de cuatro millones de reproducciones diarias solamente en Spotify. Lo del canadiense, nacido como Abel Tesfaye, no deja de sorprender.
Sin embargo, quienes sigan de cerca la carrera del músico de 31 años ya tienen claro que cada uno de sus lanzamientos se supera a sí mismo. Y, en caso de que haya alguien que aún no reconoce el nombre de The Weeknd, basta con que repase algunos de los éxitos que acumula desde 2015, cuando “I Can’t Feel My Face” —una adictiva obra maestra del pop que, en realidad, habla de los efectos de la cocaína— sonaba sin descanso en las radios uruguayas y hasta aparecía en unos cuantos videos de lip sync en DubSmash —¿se acuerdan?—, la extinta red social millenial.
En estos casi siete años desde la salida de Beauty Behind the Madness, que además de “I Can’t Feel My Face” incluía el éxito “The Hills”, The Weeknd se consagró como una de las grandes estrellas de la música internacional. La lista de sus cinco canciones más populares en Spotify tiene tantas cifras como las de un número telefónico de larga distancia: “Blinding Lights”, de 2019, es el segundo tema más escuchado en la historia de la plataforma con 2.734.478.382 de reproducciones. Lo mismo sucede con “Starboy”, de 2016, que acumula 1.732.602.976 de escuchas. Son cifras admirables para aquellos que juzgan calidad musical en base a números.
Pero, en realidad, lo de The Weeknd va mucho más allá de todos estos hitos. El músico que inició su carrera en 2010 de la mano de unas cuantas canciones publicadas en YouTube, se fue haciendo un nombre gracias a su R&B lento y melancólico basado en el revival de sonidos de los ochenta. Y varias figuras del momento, como el rapero Drake, descubrieron que el canadiense tenía algo especial. Lo suyo se alejaba de esa fórmula del electropop fiestero basado en las colaboraciones que el DJ francés David Guetta estableció como el sonido de esa época. Las letras de The Weeknd escondían una faceta oscura y autodestructiva que conectó enseguida con todos esos adolescentes que no se veían representados en los himnos ideados para las pistas de baile.
La construcción del ídolo popular llegaría en 2015, con el ya mencionado Beauty Behind the Madness —“La belleza detrás de la locura”, en español—, donde el joven supo fusionar su lado más sombrío con los irresistibles estribillos pop creados por el infalible productor sueco Max Martin. Solo el hombre detrás de clásicos como “...Baby One More Time” de Britney Spears y “I Kissed a Girl” de Katy Perry conoce los ingredientes justos para que el mundo cante, sin cuestionárselo, un estribillo inspirado en el consumo de drogas.
La crítica se rindió ante Beauty Behind the Madness, y The Weeknd pasó a ser el joven más mimado de la industria musical. Pero como dejaría claro en Starboy, su siguiente trabajo, la fama desmedida no logra desvanecer los problemas internos. Varias de las canciones abordaban el precio de ser la figura del momento; “Mirá lo que hiciste, / ahora sos un motherfucker chico estrella”, insistía con angustia en el tema que daba nombre al álbum.
Sin embargo, los éxitos no dejaron de aparecer y Starboy fue uno de los álbumes más populares de 2016. Luego de un estremecedor EP como My Dear Melancholy (2018), de un intenso y fugaz romance con Selena Gomez, y de un tiempo sin editar canciones, celebró su regreso a los focos con After Hours. Publicado en marzo de 2020 tras el furor en torno a los sencillos “Heartless” y “Blinding Lights”, el álbum fue el segundo más escuchado de ese año en Spotify. A pesar de haber incluido otros dos hits —“In Your Eyes” y “Save Your Tears”—, fue un trabajo bastante desparejo. Es verdad que el revival del synthpop ochentero fue una fórmula efectiva, pero el disco careció de la profundidad a la que tenía acostumbrado a sus oyentes.
Por eso, Dawn FM tiene sabor a revancha. Y esta vez el acierto es completo. Presentado como una espera en el purgatorio musicalizada por la emisora que da título al disco —“Amanecer FM”, en español—, el repertorio invita a caminar hacia la luz tras un período de suma oscuridad. Como es costumbre habla de los excesos, drogas, infidelidad, errores y fama, pero no desde el lugar de la culpa, sino desde el autocuestionamiento para alcanzar la redención.
“Has estado demasiado tiempo en la oscuridad y es la hora de despertar a la luz y de aceptar tu destino con los brazos abiertos”, recita el actor Jim Carrey en el rol de locutor de la radio ficticia para inaugurar el disco. Dawn FM refleja la búsqueda por empezar de nuevo, y todo de la mano de canciones con estampa de clásico instantáneo.