Cuando vino a Uruguay por última vez, en diciembre de 2021, el cantautor argentino Raly Barrionuevo daba inicio a una nueva fase de su trayectoria. Había desarmado su banda y emprendía un camino de reconexión con sus principios en la música —hace más de 25 años—, donde era “un muchacho con un puñado de canciones”. Montevideo fue el punto de partida de un formato más crudo, en el que Barrionuevo se sube al escenario solamente con sus guitarras y su voz. Desde aquel encuentro en la Sala del Museo, siguió explorando ese camino de volver a la simpleza y se ha encontrado cada vez más en él.

“Estoy contento, cómodo y disfrutando mucho", cuenta en charla telefónica con El País, desde su casa en Unquillo, en las sierras de Córdoba. "Es como un regreso a la etapa más lúdica de tocar canciones y me invitó a soltar los sonidos más complejos con respecto al formato de antes, que también disfruté y disfruto mucho, pero lo que hago ahora es diferente, es como volver a pararme en un escenario desde un lugar que tiene que ver con la niñez, con jugar con los instrumentos”.

Será de esta manera, con ese formato más personal, sencillo y profundo, que volverá a dejar sus canciones en Montevideo el 14 de octubre, cuando presentará su show A solas y sin libreto, de esta vez en la Sala Zitarrosa a las 20.30. Quedan entradas a la venta en Tickantel desde 900 pesos.

La que lo trae de nuevo a esta orilla se trata de una propuesta en donde artista y público construyen juntos el espectáculo. No hay un guion ni un setlist predeterminado. El curso de la noche será decidido arriba y también abajo del escenario. Hace casi un año viene girando con este concierto y el formato, además de ser una linda excusa para revisitar un cuarto de siglo en la música, le ha dejado momentos de reencuentro con las canciones.

“Es divertido también, porque uno se acostumbra con algunas canciones y gira alrededor de eso, pero por ahí hay gente que me recuerda alguna que no la toco hace un montón y eso está buenísimo. De repente es como 'a ver cómo era esto' y la gente acompaña”, cuenta. “Por eso cada concierto es diferente, invita a algo distinto y eso de verdad que lo disfruto muchísimo y así es como voy a ir”.

Nacido en Santiago del Estero, Barrionuevo empezó de chico su relación con la música, que siempre estuvo presente en su casa. Parte de esa historia la contó en 1972, su último disco de estudio lanzado en 2021 que es también la segunda parte del disco Radio AM, lanzado en 2009. “Es toda la historia de mi familia. Son canciones que cantaban tanto desde el lado de mi madre como de mi padre, que vienen del campo”, detalla.

Hace casi 20 años vive en el pueblo de Unquillo y desde ahí sigue componiendo y creando. Decidió no mudarse a Buenos Aires y, en otras ocasiones ha confesado a El País que no se lleva bien con la vida citadina. También por eso siente que su relación con Uruguay es corta, pero está seguro de que fue y sigue siendo construida desde la espontaneidad y lo genuino. “Nada fue programado y por eso para mí me parece que está bueno ir a tocar ahí y dar lugar a este vínculo que se fue construyendo de a poco con Uruguay, sobre todo porque no vivo en Buenos Aires y no me es tan fácil ir. Cuándo voy, aposto a eso y está buenísimo”, señala.

Foto: Sebastian Salguero

Sobre lo que representa para él seguir creyendo y apostando en las canciones de forma autogestionada, dice lo siguiente: “La música folclórica está ahí, siempre estuvo y siempre estará. Es como la tierra. Al negocio de la música por ahí en muchos casos le conviene manejarse con otros estilos musicales, pero pienso que es mejor que la música folclórica vaya por un costado distinto, que se maneje de manera más autogestiva, me parece más sano porque cuando se meten los mercaderes de la música, generan confusión y a veces la dañan para hacer algo que esté de moda”.

Ahora, el cantautor norteño regresará para dejar su marca y esto que atesora y le sale tan de adentro. A la vez, vuelve para seguir construyendo con Uruguay el vínculo, que es joven pero fuerte, nacido de las canciones. “A través de la música absolutamente todo tiene sentido. Cuando escribo una canción siento que estoy dejando algo, dejando mi marca por más pequeña que sea. Es mi razón para estar acá y tratar de ser feliz”, finaliza.