ENTREVISTA A FREDDY RAMOS
Federico "Freddy" Ramos fue parte de las bandas sonoras de "Coco" y "Encanto", se presentó en la ceremonia de los Oscar y tocó con leyendas como Lionel Richie, Milton Nascimiento y Jon Anderson
Federico “Freddy” Ramos se presentó en la ceremonia de los Oscar, grabó en las bandas sonoras de Coco y Encanto, y hasta tocó con Lionel Richie y Julio Iglesias. Pero, mucho antes de construir un currículum admirable, el uruguayo supo ser un niño que vivió en una chacra de Treinta y Tres alejado del resto del mundo. Es más, asegura que llegó a convencerse de que la música era parte de la naturaleza. “Pensaba que era como el viento, la lluvia, el canto de los pájaros y todas esas cosas que pasan naturalmente. Después descubrí que se tocaba con instrumentos”, le dice a El País desde Santa Mónica, la ciudad estadounidense donde se radicó hace más de 40 años.
“Como no tenía con quien jugar me iba al campo a improvisar melodías con los sonidos de la naturaleza”, describe el guitarrista que en 2018 subió al escenario de los Oscar para interpretar una bellísima versión de “Recuérdame” —la canción principal de Coco, la película de Disney donde grabó todas las guitarras— junto a Gael García Bernal. “Todos los monstruos de las películas que vi en mi vida estaban ahí, en el mismo cuarto”, relata con una voz que entrelaza la cadencia relajada de su raíz uruguaya con el fraseo sonoro del acento californiano.
Sin embargo, Ramos relata aquel episodio con tanta naturalidad que uno se queda con la sensación de que está describiendo otro día en la oficina. “Estar tocando en vivo y en directo para todo el mundo es una responsabilidad enorme, pero como mantengo la picardía de cuando era niño, para mí fue divertidísimo”, lanza con una carcajada que le quita solemnidad al asunto. “Lo que pasa es que hay decenas de millones de dólares invertidos, y que te den la responsabilidad de ponerle música a una película así te genera mucha presión y expectativa. Es pretty cool, pero uno tiene que ser medio temerario y no tiene que tomar consciencia del riesgo, porque si lo pensás mucho... te abruma”, admite.
Y el uruguayo de 68 años sabe de lo que habla. Durante su carrera, fue parte de las bandas sonoras de éxitos como El camino hacia El Dorado, Sr. y Sra. Smith, Kung Fu Panda 2, El Lórax, Río y la ya mencionada Coco. “Improvisé varias canciones en el estudio y mientras tocaba, me filmaron y luego animaron mis manos”, dice sobre la película de Disney que celebra la diversidad de la cultura mexicana. “Cualquier personaje que toca la guitarra mueve correctamente sus dedos en base a lo que yo hago”.
Su más reciente trabajo quedó reflejado en Encanto, la historia animada de Disney cuya banda sonora se volvió furor. La canción “We Don’t Talk About Bruno”, donde el uruguayo aportó charangos y tiples —“éramos tres guitarristas y a mí me tocó la parte más étnica”, explica—, acumula 263 millones de reproducciones en YouTube y ya lleva cuatro semanas en el puesto número uno de las listas estadounidenses. Además, Encanto está nominada a dos premios Oscar: mejor banda sonora y mejor canción original por “Dos Oruguitas”, que canta Sebastián Yatra y que incluye la guitarra de Ramos.
“Para mí es un privilegio ser parte de este proyecto que rompe con estereotipos tan dañinos”, asegura. “Cuando a un latino le va bien, a todos nos va bien. Este proyecto es una forma de redimir la denigración que sufrimos cuando Trump dijo que los latinos somos traficantes”.
Y, en caso de que Encanto triunfe en la ceremonia del 27 de marzo, el uruguayo podrá decir que trabajó en dos películas oscarizadas, ya que en 2018 Coco recibió la estatuilla a mejor canción original por “Recuérdame”, la pieza que Ramos interpretó junto a Gael García en los Oscar.
De Eduardo Mateo a Lionel Richie
Ramos describe su acercamiento al instrumento que lo acompañaría el resto de su vida como si se tratara de una epifanía. “Un día estábamos acampando con mi familia en La Charqueada sobre el Río Cebollatí y llegaron dos músicos con guitarras. Comenzaron a cantar y ese momento marcó mi vida. Quedé fascinado”.
A los siete años se mudó a Maldonado con su familia y consiguió su primera guitarra, que le construyó un profesor de carpintería. “Yo siempre quise estudiar cómo funcionaba la música a través de las escalas pero en Uruguay no podía”, asegura. “A los 16 años, cuando ya estaba en Montevideo, le pedí a varios profesores que me enseñaran a leer música y todos trataban de disuadirme. Decían que era muy tarde”.
Sin embargo, siguió adelante. En 1974 —ya con 21 años— entró a Días de Blues, uno de los grupos insignia del rock uruguayo de la época, y al año siguiente ingresó a Psiglo, otro grupo emblemático. Mientras tanto, solía juntarse con Eduardo Mateo para tocar e incluso en marzo de 1975 ofrecieron un ciclo de recitales en el Teatro Stella —llamado “La Escalera”— junto a otros artistas.
Pero un mes después, las cosas cambiaron. “Se sentía la represión y el peligro de la dictadura, así que cuando surgió la posibilidad de ir a España con Psiglo me fui para allá”. El proyecto tuvo corta vida, así que Ramos se fue al sur para tocar flamenco. “Llamaba la atención porque siempre tocaba con guitarra eléctrica cuando acompañaba a los grupos”.
Después de estudiar en el Real Conservatorio de Madrid, en 1980 viajó a Estados Unidos para entrar en Berklee. “Pensé que iba a estar año, pero empecé a trabajar con gente grosa y me quedé”. Grabó y tocó con figuras como Yusef Lateef —su trabajo en el disco The African American Epic Suite es excelente—, el excantante de Yes Jon Anderson, Milton Nascimento y Freddie Hubbard. “Estuve años así hasta que me frustré porque andaba siempre sin un mango”, admite. “Entonces, me dediqué a ser músico de estudio que es algo totalmente diferente. A veces te contratan para leer una partitura y otras me toca hacer un aporte artístico”.
Su currículum como sesionista incluye grabaciones con Lionel Richie, Camilo Sesto y Julio Iglesias, pero prefiere no recordarlas. “Para mí fue un trabajo más porque no requirió de mucha creatividad. No tienen nada que ver con tocar con Yusef Lateef o Eduardo Mateo”, asegura.
Pero lo que sí recuerda con cariño es su aporte en bandas sonoras. “La música es fundamental para la trama, y tu aporte puede darle más emoción a una escena”, dice. Además de haber trabajado para leyendas como Hans Zimmer y Danny Elfman, Ramos considera que su aporte en Coco es uno de los más importantes de su carrera. Ahora, con Encanto, debió encargarse de varios instrumentos exóticos. “Tuve que hacer una pesquisa para los estilos colombianos porque la película se sitúa en Colombia, que es un país con muchos estilos y regiones. Eso sí, después entrás al estudio y tenés que olvidarte de todo para tocar”, asegura.
Ramos adelanta que, en esta ocasión, no actuará en la próxima ceremonia de los Oscar —que se celebrará el 27 de marzo—, pero que sí estará de invitado. “Esa noche, Uruguay va a estar en mi mente. Porque, si bien estoy en Estados Unidos desde 1980, siento que nunca me fui. Me habré ido del país, pero Uruguay no sale de mí”.