ANUNCIO

"Esta una de las mayores reuniones de la historia del pop”, anuncia de brazos abiertos la encargada de presentar el regreso de ABBA, el legendario grupo sueco que vendió más de 400 millones de discos en todo el mundo y tiene 60 millones de reproducciones mensuales en plataformas de streaming. Y la euforia que se vive en la transmisión de YouTube confirma que no se trata de una exageración. Son las 14.00 del jueves y 230 mil personas están pendientes de la inminente aparición de Björn Ulvaeus y Benny Andersson frente a las cámaras. “Muchos fanáticos se conectaron en medio de la madrugada para ser testigos de este momento histórico”, agrega la presentadora.

Y en el chat en vivo de esta transmisión hay miles de ejemplos, tantos que apenas se pueden leer los mensajes antes de que se los lleve la marea de emojis y exclamaciones. Hay saludos de Tailandia, Japón, Francia, Brasil, Albania, Suiza, Italia y unos cuantos países más; incluso se llega a leer un: “Artigas, Uruguay, presente”. Unos minutos antes, se transmitieron varios videos de fanáticos de todo el mundo que, como todavía se lee en la portada de un viejo vinilo que ronda por las bateas de ofertas de los puestos de Tristán Narvaja, decían: “Gracias por la música”.

Apenas Ulvaeus y Andersson ingresan al estudio londinense donde se filma el especial, la presentadora se abalanza contra los septuagenarios de trajes negros. “Estuvimos esperando esto durante mucho tiempo”, comenta Ulvaeus ni bien se apaga la ovación de los periodistas. “Bueno... no estoy tan seguro”, lanza de inmediato su compañero de melena canosa y sonrisa irónica. Y, mientras los emojis de corazones y lágrimas inundan el chat de comentarios, explican el motivo de la ausencia de Agnetha Fältskog y Anni-Frid “Frida” Lyngstad, las cantantes que completaban el combo de ABBA. “No les gusta tanto la prensa como a nosotros”, dice Andersson.

Luego le llega el momento al anuncio más esperado de la jornada, ese que confirma la vuelta del grupo que se separó en 1982. El 5 de noviembre publicarán Voyage, su primer disco en cuatro décadas. “Empezamos con dos canciones y luego nos preguntamos: ¿por qué no hacemos un álbum entero?”, dice Andersson. “Lo llamativo es que luego de 40 años parece que el tiempo no pasó. Es increíble que después de tanto aún seamos amigos”.

Mientras el compositor de las inoxidables “Dancing Queen”, “Mamma Mia” y “Super Trouper” hace su comentario, la cuenta de Twitter de Spotify anuncia que “I Still Have Faith In You” y “Don’t Shut Me Down”, los dos primeros adelantos del disco, ya están disponibles en la plataforma. Cada detalle de este regreso está perfectamente calculado.

Pero eso no es todo. Además del sucesor de The Visitors (1981), que incluirá 10 canciones inéditas —entre ellas, un tema navideño—, los músicos ofrecen detalles de ABBA’s Voyage, el show de hologramas que estrenarán en mayo del 2022. “Queríamos hacerlo antes de morirnos”, dice Andersson, con otra sonrisa irónica.

La “vuelta” de los suecos al escenario se tratará de una residencia en Londres que ofrecerá seis shows a la semana en una arena construida especialmente para el grupo.

Los protagonistas serán los “Abba-tars”, que fueron diseñados por Industrial Light and Magic, la compañía de efectos visuales fundada por George Lucas. La presentadora londinense explica que más de 850 personas trabajaron para recrear el mejor momento del grupo, o sea, el de finales de los setenta: los cuatro se verán como la imagen que ilustra esta nota. Para capturar cada gesto y movimiento, los músicos fueron filmados durante cinco semanas con 160 cámaras y con tecnología de captura de movimiento. “Cuando vean el show no se van a encontrar con cuatro personas tratando de parecerse a ABBA; son ellos”, dice uno de los creadores de la tecnología.

Tras ambas noticias, la presentadora le propone a los músicos repasar su legado. “Es increíble que luego de 40 años sin hacer nada, seguimos vigentes. Nuestras canciones todavía suenan en todo el mundo, pero nunca entendí el motivo”, comenta Andersson en tono reflexivo.

Sin embargo, hay varias razones detrás de esa permanencia. Por un lado, están las recopilaciones como Gold-Greatest Hits (1992) —que fue número uno en el Reino Unido— y la vigencia en las radios de todo el mundo. Por el otro, el más importante, es el constante revival de su obra. Como explicó el periodista musical Jan Gradvall en la transmisión, la música de ABBA atravesó varios resurgimientos: en los noventa se volvió himno de la escena gay estadounidense y luego llegaría A-Teens, su popular banda tributo. El regreso definitivo, que incluso los presentó a un público adolescente, se debe al musical Mamma Mia!, que en 2008 se convirtió en un éxito de taquilla gracias a la adaptación cinematográfica.

Pero la permanencia de ABBA también tiene una cuota emotiva. Para los más veteranos, sus canciones suelen disparar el recuerdo de un pasado feliz, como se vio en los mensajes de los fanáticos. “Sus clásicos le pusieron un halo dorado a mi vida”, comentó una mujer sueca. “Ellos son algo mágico para mí. Con sus canciones y sus voces se convirtieron en la banda sonora de mi adolescencia”, escribió un hombre desde Alemania.

“Los momentos más importantes de tu vida, como enamorarte y separarte, suelen ser una rara combinación de emociones. Y la música de ABBA las captura”, dijo Gradvall. “Cuando los escuchás cantar, querés reír, llorar y bailar al mismo tiempo. Y nadie lo hace mejor que ellos”.