AHÍ ESTUVE
Con entradas agotadas, el grupo liderado por Ciro Martínez presentó "Guerras (Un viaje en el tiempo)", su disco de reversiones acústicas, en el Antel Arena
Los acordes entrecortados de "Rastaman Live Up!", una canción póstuma de Bob Marley que suena por los parlantes del Antel Arena, se silencian sobre el final del segundo estribillo y las luces se apagan por unos segundos. De inmediato, se oye el aplauso y el grito del público que agotó las más de 3000 entradas para ver la vuelta de Ciro y Los Persas a Montevideo.
Es sábado de noche, y poco después de las 21.20 —tras una serie de clásicos de Marley y un set de Diego Maturro para alimentar la previa— Ciro Martínez, el exlíder de Los Piojos, sale a escena junto a sus cinco compañeros de banda. Tras unos golpes de batería y un riff de guitarra que podría haber formado parte del disco Tattoo You (1981), uno de los clásicos de los Stones, el cantante se lanza sobre su armónica, esa que dispara pogos en cuestión de segundos.
Sin embargo, la imagen que brinda la separación cada dos asientos, los tapabocas de varios colores y el público sentado difiere bastante de lo que se suele ver en cada show de Ciro y Los Persas en Montevideo. El propio cantante lo dirá un rato más tarde: "Es otra cosa, ¿no es cierto? Uno se siente mucho más observado. Imagínense que nosotros arrancamos a tocar y hay 8.000, 10.000 o 70.000 energúmenos saltando como locos. En esos momentos, alcanza con cantar un poco, pero ahora están todos muy atentos".
Pero, como ya se vio en otros shows del Antel Arena, no hay protocolo que cambie demasiado la experiencia de disfrutar la música en vivo. Es verdad que faltó el salto —aunque las ganas contenidas del público explotaron al final, justo en los últimos segundos de "Astros" —, pero la energía se vio reflejada en el coro constante del público —"A pesar de los barbijos, están hermosos esos cantos", dijo Martínez antes de llevarse una ovación— y de los brazos en alto que se movían al ritmo de clásicos como "Tan solo" o "Farolito".
Y, además de la música, la energía del público estuvo a cargo de Ciro, que a esta altura es un experto en el manejo de los shows. Se mueve por cada extremo del escenario para levantar la energía de todo el Antel Arena, pone su cara más exagerada cuando se compromete de verdad con la letra, baila al ritmo de los riffs de guitarra, lanza unos "Vamo' arriba, bo" y hasta se ríe con el público de sus pasos del robot.
La primera parte, basada en unos cuantos éxitos que el cantante construyó junto a Los Piojos y luego con Ciro y Los Persas —"Desde lejos", "Barón rojo", "Todo pasa", "Pistolas", "Juira!" y la gran "Antes y después"—, dejó al público en un estado casi eufórico. Pero, como si fuera una forma de mantener las energías controladas y respetar los estrictos protocolos sanitaros, el grupo salió del escenario por unos minutos.
La espera se acompañó con un video que repasó toda la actividad del grupo durante 2020. Lo que empezó con un show multitudinario en Mendoza, terminó con Martínez cantando "Tan solo" a capella en la mitad del campo del Luna Park, con su sombra como única compañía. Fue una de las imágenes más memorables de los shows en streaming que definieron la peor etapa de la pandemia. Luego, se dio paso a la presentación de Guerras (Un viaje en el tiempo), el disco de versiones acústicas que lanzaron a finales del año pasado.
Con el cantante vestido de traje y galera con relojes, dieron comienzo a ese viaje simbólico por el tiempo con una dulce versión acústica y relajada de "Farolito". Luego, el músico se subió a una bicicleta y, mientras giraba por el escenario, cantó interesantes relecturas de "Tan solo", "Ruleta" y "Te encontré". Fue el segmento más emocionante de la noche, y sobre el final, Ciro anunció que Guerras (Un viaje en el tiempo) formará parte de una trilogía; ya están grabando el tercer volumen con la Orquesta Filarmónica de Mendoza.
Tras una chacarera interpretada por el guitarrista Juan Manuel Gigena Ábalos —nieto de uno de los célebres Hermanos Ábalos— a base de loops, el grupo retomó el formato rockero del arranque con "Ciudad animal". Luego, le llegó el turno a uno de sus clásicos más enérgicos: "Como Alí". Fue otro de los puntos altos de la noche.
El segmento final incluyó una buena versión de "Me matan, limón!" (Los Redondos), una fusión entre "Genius" y "El mendigo del Dock Sur" (de Moris, que sonó desde el celular de Ciro) y hasta una votación en Instagram para elegir la penúltima canción de la noche.
"Gracias Uruguay por recibirnos así. Esperamos volver pronto", dijo Martínez tras recibir una ovación sobre el final de "Fantasmas", el tema elegido por los asistentes. Durante más de dos horas, el grupo repasó unos cuantos clásicos del cancionero del rock argentino y demostró que su relación con el público uruguayo crece en cada una de sus visitas.