Crónica: Tan Biónica volvió a Montevideo luego de diez años y repasó sus clásicos en una "última noche mágica"

Este sábado, el grupo argentino se presentó con entradas agotadas en el Antel Arena y, luego de una década, repasó los éxitos de su repertorio con un emotivo reencuentro con el público montevideano.

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Tan Biónica en el Antel Arena.
Foto: Darwin Borrelli.

"Si hacen silencio extremo, la hacemos a capella con Bambi”, propone Chano Charpentier en la mitad del show de Tan Biónica en el Antel Arena. Es sábado a la noche, el grupo argentino está de vuelta en Montevideo luego de diez años y los hermanos Charpentier están parados en el borde del escenario y sonríen mientras lo iluminan miles de flashes de celulares.

El público, que hasta hace unos segundos coreaba cada frase de “Obsesionario en La Mayor” al máximo volumen, acepta el desafío. Aunque no resulta tan fácil. Se oyen varios “Te amo, Chano” que se responden con chistidos. Finalmente sucede. Sin micrófono y abrazados por el hombro, Chano y Bambi le regalan al público el estribillo de uno de sus mayores éxitos, y despiertan la ovación más grande del show.

En esa postal improvisada se esconde gran parte del significado emocional de La última noche mágica, la gira que reencontró a Tan Biónica luego de siete años de impasse y que los llevó a celebrar uno de los repertorios más exitosos del pop rock argentino del último tiempo. Es, además, una invitación a revalorizarlo y sepulta esos tiempos oscuros en los que Chano fue noticia por sus adicciones y llegó a estar al borde de la muerte. Es, en definitiva, la revancha que el grupo se merece.

“Es difícil cantar esta noche sin emocionarse después de tantos años. Gracias”, dice Bambi, aguantando las lágrimas, sobre el final de “Pastillitas del olvido”, una de las canciones más emotivas del concierto de dos horas. El público le responde con un “Olé, olé, olé, Bambi, Bambi”, que lo emociona todavía más. El baterista “Diega” Lichtenstein recibe una respuesta similar luego de desatar el baile con un certero miniset electrónico que fusiona a “Vidas perfectas” con un fragmento de “Hey Brother”, de Avicii.

Chano Charpentier
Chano Charpentier en el Antel Arena.
Foto: Darwin Borrelli.

“A fin de cuentas, lo único que resiste a los efectos del tiempo son los recuerdos y los momentos que nos llevamos”, asegura Chano al inicio del show. “Alguna vez, los que estamos hoy acá, vamos a decir: ‘Yo estuve en La última noche mágica’”.

Y para asegurarse de que el recuerdo quede fijado en la memoria, los argentinos ofrecen un concierto que se mueve desde la euforia de hits como “Ella”, “Arruinarse” y “Ciudad mágica”, a la calma de las acústicas “Claramente” y “Vuelve a casa”. Esta última, que es parte del repertorio solista de Bambi, queda trunca cuando alguien de las primeras filas del campo pide agua tras sentirse mal. La confusión dura unos segundos, pero la banda remonta la situación con una versión candombera de “El asunto”.

tan bionica
Tan Biónica en el Antel Arena.
Foto: Darwin Borrelli.

Las postales del concierto del sábado también incluyen al pogo de “El duelo” y “La melodía de Dios”, el papel picado de colores que inunda el Antel Arena sobre el final de “Vidas perfectas” y la sorpresa que despiertan al desempolvar, en una versión acústica e improvisada, a “Tus ojos mil” tras el pedido del público. También hay lugar para el costado simbólico de canciones que adquieren un nuevo significado en este contexto. La más clara se percibe sobre el arranque, cuando Chano asegura que “todos los días del mundo existe una forma de resucitar” mientras canta “Música”.

Así como sucede con esa canción del disco Destinología (2013), gran parte del repertorio —donde la melancolía y los conflictos amorosos son una inspiración clave— adquiere otro nivel cuando el público lo corea como si se tratara de un himno. En esa forma de recibir la obra, se borra el costado doloroso de las canciones. Y si a eso se le suman melodías pegadizas, estribillos memorables y una energía rockera con tintes electrónicos que invitan al baile, el mensaje transmuta hacia el terreno festivo.

Tan Biónica
Tan Biónica en el Antel Arena.
Foto: Darwin Borrelli.

A su vez, se tiñe de todo eso que rodea al reencuentro luego de diez años. En el Antel Arena, a varios fans se les escapan las lágrimas mientras vuelven a escuchar en vivo temas como “Beautiful” y “Loca”; otros amenazan con quedarse sin voz mientras gritan frases como “Con vos es 4 de noviembre cada media hora” y “Qué lindo arruinarse con vos”; y varios grupos de amigos que seguramente esperaban la vuelta a Montevideo celebran cada sorpresa del repertorio.

El final, con “La melodía de Dios” —en el que Chano improvisa un guiño a “Uruguay nomás”, de Jorge Drexler— deja a los cuatro músicos de Tan Biónica en el centro del escenario sonriendo mientras el público les regala un último aplauso. Afuera del Antel Arena, la llovizna le da un tono melancólico a la noche del sábado. Pero eso no alcanza para opacar la dosis de energía vital que se desprende durante el show de dos horas.

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