Francisco Lago tiene bien claro el recorrido de Cruzando el Charco en tierras uruguayas. Su primer show en Montevideo fue en 2016 en Bluzz Bar, y el público no superaba las 50 personas. La segunda vez le fue mejor: se vendieron 80 entradas. A medida que el grupo de La Plata sumaba capítulos a un repertorio que hoy tiene seis discos de estudio, uno en vivo y 742 mil oyentes mensuales en Spotify, fue aumentando su alcance en Uruguay. Pasó por escenarios como La Trastienda, Montevideo Music Box y Sala del Museo, y ahora va por su máxima apuesta. “Después de llenar dos funciones en Sala del Museo, sentimos que estábamos listos para pasar al siguiente nivel: el Teatro de Verano”, asegura.

Es miércoles 2 de octubre, y Lago está junto al guitarrista Nahuel Piscitelli en un hotel de Punta Carretas cumpliendo con su gira de prensa para el espectáculo que la banda ofrecerá el viernes 25 de octubre en el clásico escenario de la rambla. “Venimos de tocar en el Anfiteatro Municipal de Rosario, que es muy similar al Teatro de Verano”, cuenta y Picitelli asiente. “El público te rodea y estás cerca del río, eso le da una mística especial a los shows; y creo que este va a ser un recital histórico para Cruzando el Charco”.

Las entradas están a la venta en la web de Tickantel, y a dos semanas del show solo quedan dos sectores disponibles. Cuestan 2000 pesos.

Si bien la estadía de los músicos en Montevideo es fugaz —en 48 horas ya están de regreso en Argentina—, aprovechan cada momento en la capital. Acaban de filmar un videoclip para una colaboración con Matías Valdez y están a punto de encontrarse con Fabián “Fata” Delgado para otros planes musicales de los que no pueden dar muchos detalles. “Siempre que venimos nos hacemos un espacio para juntarnos a tomar algo y charlar con amigos de acá”, afirma Lago. “Y si se puede, hacemos algo de música”.

Para completar el viaje, Lago y Piscitelli —que llegaron a Montevideo en representación del septeto— se tomaron un momento para hacer una escucha de Esencia, su nuevo disco, en una cervecería de Punta Carretas. Ese trabajo, que presentarán en el Teatro de Verano, marca un nuevo paso en el camino del grupo que consolidó su fama gracias a Cicatrices, de 2022. Lo nuevo de Cruzando el Charco reafirma su interés por la versatilidad -aunque siempre con el rock como faro- y lo hace junto a una larga lista de invitados: Chano, Nahuel Pennisi, La K’onga, Gustavo Cordera y Facundo Soto.

Según relata Piscitelli, el repertorio de su show estará centrado en ese trabajo, aunque también habrá espacio para éxitos anteriores como “El trato”, “Soy” y “Terminales”. Y será allí donde demostrarán que en el escenario es donde se termina de completar el sentido del grupo.

—El disco en vivo Hasta la Luna, de 2023, es una buena fotografía de cómo funciona Cruzando el Charco en vivo. ¿Qué representa ese álbum en su obra?

Piscitelli: Hasta la Luna, que fue grabado en el Luna Park, implica el trabajo de muchos años consumado en un show. Trabajamos un montón para poder hacerlo, y luego en el estudio se buscó una buena estética en audio y viendo para que la gente pudiera sentir qué es lo que pasa en un show de Cruzando el Charco, que es un poco indescriptible. (Hace una pausa) Incluso yo, que estoy del otro lado, no te puedo terminar de describir lo que sucede. Hay algo que te invita a venir y luego a repetir.

—Francisco, desde tu lugar como cantante, ¿cómo definirías lo que se vive en sus recitales?

Lago: Cruzando el Charco es una banda muy desfachatada que en el vivo lo da todo. Acá no importa si estamos transpirando un montón, si se nos rompió una zapatilla o si estamos despeinados; damos todo en un ida y vuelta con el público que dura dos horas. La gente lo nota y nosotros lo sentimos desde el escenario. Después de cada show yo termino casi que con un pulmotor porque cada escenario al que vamos lo vivimos como si fuera un partido de fútbol: cada show es una final para nosotros.

—Acaban de lanzar una versión de “Por qué”, uno de los clásicos de Floricienta, que Francisco cantó en el Cris Morena Day de Olga. ¿Cómo fue la experiencia?

Lago: Fue épico porque desde que cayó la invitación de Nati Jota, que fue la que craneó todo esto del Cris Morena Day, vivimos un montón de cosas lindas. Me habían ofrecido tres canciones para cantar, y yo elegí “Por qué”, que la conocía. La banda que tocaba ese día en el Gran Rex se comunicó conmigo y le cambiamos la tonalidad, el tempo y algo de los arreglos, y la preparamos. Cuando llegó el día del show fue una presión absoluta porque había 30 artistas, entre ellos Lali y la China Suárez, y yo vengo de otro mundo. Pensaba: “Che, si acá fallo me hago viral como el gordito boludo que cagó la canción”. Así que lo di todo: me estudié bien la canción y tuve el mayor de los respetos. Cuando salgo del Gran Rex, vi que era viral, ¡pero para bien! (Se ríe) Migue Granados me dijo que la teníamos que grabar...

Piscitelli: Y la gente también la pedía. Nos debemos a ellos, así que si no les damos lo que quieren somos unos boludos (Se ríe)...

Lago: Claro, entonces le pedimos permiso a Cris. Nos dio el Ok y al otro día estábamos grabando el tema; a las 48 horas teníamos el videoclip y después lo sacamos. Lo que pasa hoy con esa canción es increíble: ya la tocamos en lugares como Corrientes, Rosario, y Junín, y la gente explota. Es muy divertido porque a todos les traen recuerdos. Y va a sonar acá también.