Empezó a los 5 años en la televisión mexicana y desde entonces no ha parado. Hoy con 28, Danna Paola, ahora solamente Danna, transitó recientemente un proceso de revisión de su camino y de amigarse con el mismo. Ese proceso culminó en Childstar, su flamante disco lanzado el 11 de abril.

En este trabajo la intérprete de “Mala fama” y “Oye Pablo”, buscó un renacimiento artístico. Para eso emprendió un giro de 180° que incluyó cambios en su estilo, música y hasta en su nombre. A lo largo de 13 cortes Danna, que tiene más de 34 millones de seguidores en las redes y más de 10 millones de oyentes mensuales en Spotify, cuenta una historia: un fin de semana de fiesta donde vive a pleno la noche, el sexo y la libertad de poder ser quien es.

“Me empoderó mi lado más oscuro y ahí encontré mi ser más luminoso; es mi lado más agresivo y más poderoso, pero también es el más vulnerable. Ahí es donde encuentro esa luz por primera vez y me siento libre. La noche reina, la noche me acompaña. Hoy yo escribo el clímax de mi propia historia. You don’t know shit about me, until now. I’m ‘Danna’ and I’m a child star” (No sabés nada sobre mi, hasta ahora. Soy Danna, y soy una niña estrella), anuncia el teaser de Childstar.

Ahora la protagonista de Élite quiere acercar el resultado de un trabajo que representó para ella mucha introspección. Y es con la gira Danna Live, que recorre varios países de Latinoamérica para mostrar esa nueva fase, y esa nueva Danna, que llegará por primera vez en Uruguay este jueves. El debut será en Montevideo Music Box, a las 21.00. Las entradas están a la venta en AccesoYa y van de 2.500 a 3.500 pesos.

Antes de su primer encuentro con el público uruguayo, Danna habló con El País. Acá, algunos extractos de la charla.

—Has dicho que Childstar es como si fuera tu primer disco, aunque sea el séptimo de tu carrera. ¿Por qué lo encarás así?
—Creo que todos tenemos la oportunidad de volver a empezar y era algo que yo necesitaba de verdad, volver a escribir una historia completamente nueva como Danna. Reuní en ese disco lo que he construido a lo largo de toda mi vida y mi carrera, porque son muchas referencias musicales, muchísima investigación, tanto de los artistas y la música que me inspiró en mi niñez, como de otros elementos. Un ejemplo son los videojuegos, que es una de las cosas que escuchas en el disco a nivel de detalles en el sonido. Ellos me acompañaron mucho en mi etapa de niñez. Fui una niña bastante solitaria y me refugiaba un montón en los videojuegos, entonces es un ejemplo de todas estas experiencias que me han inspirado para poder crear un disco 100% pop y traducirlo a este momento de mi vida como productora y como compositora, en donde creo que encontré una voz bastante honesta de quien quiero ser como artista. Es mi primer proyecto como Danna, que es mi versión más auténtica.

—Teniendo tantas referencias en tu vida artística, ¿cómo fue el proceso de encontrar este nuevo sonido y entender lo que querías comunicar ahora?
—Fue de muchísimas canciones, algunas inclusive quedaron en el cajón, pero sobre todo fue de mucha investigación. Fue agarrar las referencias con las que crecí como, por ejemplo, Lupita D’Alessio, Marco Antonio Solís, Luis Miguel, y unirlas a mis cantantes favoritas como Whitney Houston, Beyoncé, Britney Spears y también incluir mi etapa adolescente que fue bastante dark y emo (se ríe). Escuchaba My Chemical Romance, Paramore, Tokio Hotel, Panda, y creo que esta parte oscura y dramática también está. Hay una fusión con la música electrónica que es algo que en mi adolescencia también me acompañó y un ejemplo es Steve Aoki, que está en el remix de "VTR3". Es un artista y un DJ que me ha acompañado muchos años de mi vida, entonces es una locura y un honor poder tenerlo en este trabajo. Ha sido súper especial poder agarrar todas estas referencias y llevarlas a un disco que habla de estas situaciones en donde drenamos nuestros miedos, traumas, dolores y los ahogamos un poco en la fiesta, en el alcohol, en el exceso, en el sexo. Para mí es un grito de libertad emocional, lírico y por supuesto musical.

Foto: Producción

—Empezaste a los 5 años en la industria del entretenimiento, una edad en que no sos consciente de muchas cosas. Creciste en este medio. ¿Cuáles son las fortunas y el lado quizás oscuro de estar tanto tiempo expuesta? ¿Cómo ves este camino?
—Tiene ambos lados y he buscado hacer las paces con mi pasado. Hay por supuesto cosas maravillosas que me ha dado mi profesión, son 24 años de mi vida. Pero también está la parte oscura de ser una nena muy solitaria, de aprenderse independiente desde muy pequeña y también de siempre prestar mi persona a personajes y olvidarme de desarrollar una personalidad propia. Al final siempre los personajes se quedaban mucho en mí. Pero haciendo terapia me di cuenta que eso también ha formado la mujer que soy y hoy doy las gracias a todas estas experiencias y a poder haber trabajado en mi salud mental. No es fácil de repente procesar todo, y el tener una exposición así de grande con algo tan personal es complicado, pero trato de llevarla bien. No me da miedo ser mi versión más auténtica ni compartir mi historia. Me empodera y me ayuda a comunicar lo que deseo.

—Dijiste en una entrevista reciente que esa profesión te volvió una “adicta a las emociones”. ¿Tiene que ver con eso de los muchos personajes que interpretaste? Y en ese sentido, es notorio que en los últimos tiempos hablás bastante sobre salud mental...
—Sí. Cada día me doy más cuenta que no soy la única que vive con estos fantasmas y estos procesos en donde nos da miedo abrirnos. Creo que es parte del proceso en la vida en general, más allá de ser figura pública, es importante como ser humano poner estos temas para saber que no estamos solos. Al final para mí siempre ha sido importante el saber que sanamos en conjunto y la música en este caso ha sido la catarsis más grande y mi terapia. Tuve que hacer las paces con esa oscuridad y encontrarme para salir de ese hoyo, que creo que no he salido aún, pero estoy ahí ya en la luz.

—Es la primera vez que venís a Uruguay. ¿Tenés alguna referencia de acá? ¿Qué esperás de ese encuentro?
—Me ilusiona muchísimo conocer Uruguay. Aún no he tenido la oportunidad de ir y la verdad es que no conozco mucho pero sé que uno de mis grupos favoritos es de ahí, No Te Va Gustar. He sido muy fan de ellos desde 2015 y es de los grupos que más escucho y que me han acompañado en los últimos años. Me ilusiona muchísimo ir a su tierra. Y lo que espero es mucho mate (se ríe).

—¿En serio? ¿Te gusta el mate?
— Cuando estuve en Buenos Aires lo probé y me encantó. Y espero mucho amor, que la pasemos bien. Lo único que busco es que dejemos todos nuestros problemas fuera y pasemos una noche loca. Eso es lo que busco en cada show: conectar y sanar. Creo que los conciertos al final nos ayudan a liberarnos, a gritar y a sentirnos cómodos con nosotros mismos.