ENTREVISTA
La cantante y actriz mexicana protagoniza uno de los éxitos de Netflix y acaba de lanzar "Contigo", un tema inspirado en la cuarentena
Tiene 24 años y 20 de carrera, por loco que parezca. Con cuatro años apareció en Plaza Sésamo y desde entonces, Danna Paola nunca paró de actuar y de cantar. En México hizo una carrera sólida a fuerza de trabajo y perfeccionamiento; estuvo en series, películas (es la voz de Rapunzel en el doblaje latino de la animación Enredados), musicales de teatro y en estudios de grabación para hacer discos. Para cuando el mundo la conoció como la malvada Lucrecia Montesinos de la serie de Netflix Elite, hace un par de años, ya era toda una estrella americana.
Con la tercera temporada estrenada este año, la serie de Netflix cerró un ciclo y Lu completó el arco dramático más interesante de todos. Danna Paola acompañó ese proceso porque también ella creció a la par del personaje, y ahora está lista para abrazar la música, pasión que pudo dejar de lado siete años, y a la que ahora está entregada.
En plena cuarentena, Danna Paola estrenó “Contigo”, canción que nació “un día que parecía ser supergris, y tenía esta sensación de componer algo triste, y dije: ¡No! Hagamos algo más”, cuenta a El País desde su casa de México, donde hace la cuarentena con otros cinco amigos.
“Yo extraño mucho salir de fiesta, extraño muchísimo poder tirarme hasta las siete de la mañana en la discoteca, extraño salir a conciertos, estar con mis fans, abrazar a la gente, estar con mis amigos. Entonces buscamos (con su amigo Zack, con quien trabajó este nuevo tema) hacer algo que motive a la gente a pararse de la cama y salir a bailar un poco. Y aunque puede ser que no sea la letra más poética del mundo, tiene un sentido”, explica entusiasmada.
Es que todas las regalías de “Contigo” serán destinadas a colaborar en la lucha contra el coronavirus, y además Danna Paola ha donado sanitizaciones para sitios vulnerables, e impulsado el #ContigoChallenge que tiene como fin propagar un mensaje de unidad y de apoyo.
“Es una canción con causa”, enfatiza, y agrega que “el mensaje ‘Estoy contigo’ es superpotente porque al final es eso: no estamos solos”.
—¿La música para vos es eso, compañía? ¿Ha sido rescate?
—Completamente. La música para mí ha sido muy sanadora. Escribí mi primera canción a raíz de un corazón roto, y cada vez que necesito decir algo o hablar de un tema, escribo una canción. Es mi manera de drenar muchas emociones, y me gusta muchísimo tener la posibilidad de compartirlo y que sea asío de sencillo. Esta canción fue en tiempo récord, pero la música es un vínculo muy importante y espero poder transmitirlo con lo que hago.
—Tu disco Siete salió siete años después de tu último álbum. ¿Cómo fue esa vuelta a poner el foco en la música desde un lugar formal? ¿Por qué tuviste esa necesidad?
—Fueron siete años queme retiré de la música porque ya no me llamaba, no me motivaba. Siempre me decían qué era lo que tenía que hacer, que cantar; no era lo que yo quería hacer, y obviamente siendo adolescente también una es superrebelde, entonces es complicado. Me dediqué más que nada al teatro musical y a la actuación. Y ahí justo un corazón roto me hizo escribir mi primera canción en 2017, y fue como: “Ok, creo que esta es la manera en la que me gusta cantar; me gusta componer y cantar y sentir lo que quiero poner en una melodía. El álbum se llama Siete por muchas razones y aparte es un número cabalista y mágico para mí. Y creo que al empezar y decir: “Voy a confiar en mí, en lo que quiero hacer y transmitir”, todo conspiró a favor y fue un momento perfecto, la gente correcta y sí, magia. No sé cómo explicarlo.
—En el videoclip de tu canción “Oye Pablo”, que de paso quiero saber si apareció ese Pablo...
—No, ¡no apareció! (Se ríe)
—En ese clip estás acompañada de tus amigas de la serie Elite. ¿Cuál es el saldo de toda esa experiencia?
—Yo creo que ha formado a la mujer que soy hoy. En esta etapa de mi vida, después de Elite, ya sé perfecto quién soy, qué es lo que quiero, a dónde quiero ir, qué me gusta y qué no, y aprendí a ser una mujer fuerte a raíz de haber estado dos años viviendo sola en España. Me hice de gente que me suma, que me hace feliz, que amo y adoro y se han vuelto mi familia por elección. E incluir a mis amigas en un videoclip de algo que ellas fueron parte, porque les conté cómo sucedieron las cosas y me ayudaron a buscar a Pablo, fue supersimpático. Me gusta mucho fusionar ambos mundos, y Elite para mí es una catarsis gigante en mi vida. Y el personaje creo que es la razón por la que hoy en día soy quien soy.
—¿Son compatibles esos mundos?
—No, es muy complicado. Combinarlos está muy heavy; ya lo intenté, ya fui Hannah Montana y me costó mucho trabajo. Se logró, porque en ese tiempo salió “Mala fama”, hicimos el (show en el) Metropolitan aquí en Ciudad de México, y mientras estaba componiendo canciones en los camarinos y yendo a grabar al estudio y en rodaje. Fue muy complicado dividirme en dos; al momento de actuar me concentro y soy muy exigente con mis escenas, los arcos emocionales, y tengo que estar muy concentrada en eso. Y luego desconectarme y desechar a Lu un rato, y enfocarme en hacer ejercicio o lo que sea, y a la par ponerme en el personaje de cantante era cómo: ¡espérame tantito, no puedo! Entonces sí le tengo que dar tiempo; soy muy perfeccionista y me gusta hacer las cosas al cien por ciento, todo. No me gusta quedarme a la mitad. Si estoy al cien con la música, a la par por supuesto que estoy construyendo cosas para la actuación, pero le quiero dar su momento a cada cosa.
—¿El futuro qué tiene por delante?
—Mucha música. Al final creo que llegó para quedarse en mi vida. He vivido 20 años de carrera siempre yéndome por una línea, y por miedo a arriesgarme en la música no lo he hecho. Esta vez creo que es la opción, el momento en el que quiero decidir, arriesgar, disfrutar lo que está pasando y crear, crear música y ver qué pasa. No dejo la actuación, pero este año voy a estar a full con la música y quiero disfrutarlo.