Por Rodrigo Guerra
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En casi 10 años de actividad, Emiliano, El Zurdo y El Alemán agotaron recitales en varias de las salas más prestigiosas de Montevideo. Lo que inició en 2014 como un show en conjunto en El Galpón —del que luego se editó un disco en vivo—, se trasladó al Teatro Solís y al Auditorio Nacional del Sodre. Ahora están listos para su máxima apuesta y el sábado 3 de junio se presentarán en el Antel Arena.

El repertorio incluirá un repaso por lo mejor de sus repertorios —el del dúo Emiliano & El Zurdo y el de Gerardo “El Alemán” Dorado—, y tendrá como invitados a referentes de distintos estilos: Chacho Ramos, Larbanois & Carrero, Lu Ferreira y Héctor “Numa” Moraes. Las entradas están a la venta en Tickantel y los precios van de 700 a 1950 pesos; ya hay varios sectores agotados.

En la previa del concierto, los tres músicos se encontraron con El País para narrar la historia de cinco de sus canciones.

“Es sobre el personaje típico de cada barrio”, dice Emiliano Muñoz sobre la canción de Cantor de esquina (2009), el debut discográfico de Emiliano & El Zurdo. “Uno de mis primeros recuerdos es verlo con la camiseta de Danubio corriendo la vuelta manzana porque decía que iba a ser parte del equipo. Hablaba con la gente y ya sabías que estaba cerca porque se lo escuchaba gritar desde la otra cuadra. Era un loco lindo”.

“Cuando tenía 20 años formé un grupo con unos amigos que se llamaba La CTT, o sea Club Tomadores de Tinto, y uno de los miembros era Gustavo Custiel, que era fotógrafo. Un día, antes de ir a sacar fotos a una fiesta, pasó por casa y me dijo: ‘Tengo una letra para mostrarte, fijate si te sirve. Le falta la música’. Estaba escrita en la parte de atrás de una foto de exteriores de una quinceañera. La leí, agarré la guitarra y fue como que me bajó algo: plasmó tan bien las vivencias del barrio que en una hora ya tenía la música. La gente se identifica cuando la cantás porque en cada barrio hay un loco lindo como Omar. Nos vemos reflejados en ese espejo”.

“Nació antes del carnaval 2007”, relata Freddy “Zurdo” Bessio. “Era un día medio invernal, de esos que está lloviznando, y yo estaba mateando en la cocina, sentado frente a la ventana. Mientras miraba el patio empecé a tararear una cosa sin sentido. La repetía, me cebaba un mate y golpeteaba la mesa. Le encontré una forma que me gustó, pero le faltaba”.

“En esa época estábamos haciendo una gira por Argentina con Falta y Resto, y nos fuimos con la murga a Buenos Aires en un barco que demoraba chiquicientas horas en llegar. Más allá de eso, era una aventura divina porque nos íbamos a la parte abierta a cantar y a hacer la rítmica con una botellita o algún anillo. Así empecé a tararear, en modo de plena, la melodía que había hecho y se fue armando una cosa increíble. Con ese fragmento, que es muy fácil y no tenía letra, la murga le empezó a buscar las voces con larareos; cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos en Argentina”.

“Después de eso me puse las pilas y traté de darle continuidad, y cuando me quise dar cuenta esa melodía se transformaba en canción. Más adelante, en un viaje en camioneta con la murga, Raúl y Felipe Castro tuvieron una discusión entusiasta para ver quién le hacía le letra.Al final la hizo Felipe, se armaron los arreglos y la estrenamos en el Carnaval 2007 con el espectáculo Anarquía;la cantábamos en el medio en vez de antes de la despedida”.

“Es una canción con varias puntas”, comenta El Alemán. “Hace un montón de años yo trabajaba en un programa social llamado ‘Olas comunitarias’, que tenía encuentros semestrales. En uno de esos vino Ariel Gold, que es médico psiquiatra, a hablar sobre la sinapsis, la importancia de los primeros años para su buen desarrollo y cómo tenía que ser un hogar para su óptimo funcionamiento”.

“En base a entender que, a pesar de las cosas que uno puede reclamarle a su familia, yo nunca pasé la necesidad de que me falten un montón de cosas. Quise escribir una canción sobre eso, para que aquellas personas que no lo pueden ver lo tengan presente a la hora de tomar opinión sobre nuestros conciudadanos y conciudadanas. Me emociona cuando la cantan los gurises”.

“La pensé para cantarla con Emiliano & El Zurdo”, dice El Alemán. “Me gusta mucho lo que dice, pero es una canción que no se conoce tanto. Si te ponés crítico, la melodía no enamora tanto como la letra. Habla de todos nosotros y de esa dualidad que tenemos de estar siempre cumpliendo y de habernos perdido momentos de ser más libres jugando”.

“Me siento reflejado cuando la canto”, agrega Muñoz. “Yo me permití jugar a todos los juegos que describe. También habla de que antes teníamos una libertad que no se tiene hoy porque ahora estamos pasados con la tecnología y es muy difícil salir de ahí”.

“La idea empezó a resonarme en el Mundial 2014”, explica El Alemán. “Veníamos con la carga de lo que había pasado en 2010 y luego en la Copa América, pero lo que principalmente me inspiró fue la actitud que tomaba ‘El Maestro’ Tabárez con un montón de situaciones que se iban dando.Él decía que ganar no era tan importante y eso me interesó porque el fútbol es una herramienta fundamental para la construcción de una mejor sociedad;además me hacía retrotraer al fútbol más puro:el de la placita, en el que lo importante era jugar”.

“La estrenamos con Emiliano & El Zurdo durante un show en La Plata y Álvaro ‘Palito’ Pereira, que jugaba en Estudiantes, estaba en la platea. Cuando terminamos el concierto, vino a saludarnos; nos dijo que la letra lo había emocionado. Luego, Tania (Tabárez) fue muy importante en la historia, porque me comunicó con él. Estuvimos hablando un rato largo y fue un privilegio acercarse, compartir y escuchar el agradecimiento de un ser humano ejemplar”.